Pocas cosas definen a Brasil tanto como su culto al cuerpo, mujeres esculturales, con curvas y grandes proporciones de senos y glúteos se dejan ver cada día bañándose bajo los rayos del sol de las playas cariocas, asimismo, hombres fornidos acompañan a dichas garotas.
Brasil, que en 2007 figuraba como el país que más productos para adelgazar consumía y producía, según un informe publicado ayer por la Organización de Naciones Unidas (ONU), se ve poco a poco amenazado por la epidemia de la obesidad, pues para 2012 un informe del ministerio de Salud de aquella nación informó que el porcentaje de personas con sobrepeso pasó del 42.7 por ciento en 2006 al 48.5 en 2011, así como el de obesidad aumentó más de cuatro puntos porcentuales (de 11.4 a 15.8 por ciento).
Pese a ello, los hábitos de asistir al gimnasio, ejercitarse y mantener una dieta balanceada continúan siendo los predominantes, por ello no sorprende que la brasileña sea una de las escenas fashion más importantes del mundo, para muestra, se realiza año con año la Semana de la Moda de São Paulo, considerada por los expertos como las más relevante de América Latina, en donde se dan cita distintos creadores, desde alta costura, otros experimentales o artistas en ciernes.
De raíces polacas y rumanas, Alexandre Herchcovitch nació en São Paulo, Brasil, en 1971.
Sus diseños mucho tienen que ver con la temporalidad, algunos muestran clara tendencia de las épocas pasadas, y otros más con predicciones del futuro.
En el mini documental Creators Project de Vice, Alexandre señala que su estilo trata de reflejar el estilo paulista, que define como ecléctico, mixto y cosmopolita, sin embargo, señala que no diseña para un público específico, por ejemplo el brasileño, sino que tiene en mente que la ropa puede ser usada por cualquier persona, en cualquier lugar en el que se encuentre.
El diseñador destaca la importancia de la que él llama «tecnología invisible», es decir, aquella que se utiliza en la manufactura para que se amolde perfectamente al cuerpo y se vea de la mejor manera, pero sin que la persona que la porta esté verdaderamente consciente del proceso al que se sometió para que luzca así.
Su generación fue una de las primeras en estudiar oficialmente Moda en la Universidad de Santa Marcelina, en su pueblo natal, sitio al que llegó ya que había iniciado su carrera en Artes Plásticas, pero ahí no inició su andar en el mundo del fashion, sino que desde sus 10 años comenzó a inspirarse con el buen gusto para vestir de su madre, quien lo enseñó a coser.
El resto es historia, Alexandre logró convertirse en uno de los diseñadores brasileños más importante de los últimos tiempos, con sus creaciones que bien se inspiran en la cantante Carmen Miranda, en lúgubres calaveras o en el imaginario sesentero sobre el futuro.
Los diseños de alta costura y las técnicas artesanales brasileñas encontraron su equilibrio en las creaciones de Daniel Miele, nacido en São Paulo, quien incorpora técnicas como el parchado, el gancho y el uso de cuero en sus vestidos, que se han vuelto ideales para las alfombras rojas de los principales eventos hollywoodenses.
Así, hemos visto pasearse con las creaciones del brasileño a celebridades como Rihanna, Eva Longoria, Florence Welch y Tyra Banks sobre pasarelas, escenarios y toda clase de eventos públicos.
Si bien Miele es autodidacta para cuestiones de diseño de moda, no es ningún improvisado pues estudió Negocios en la Fundação Getulio Vargas, una prestigiosa escuela de Brasil, además de desarrollarse también en los ámbitos de la arquitectura y el cine.
Pero no todo es elegancia y sexyness, Carlos Miele creó en 2009 una línea de ropa casual, donde la mezclilla era la protagonista.
Las expectativas que Pedro despertó desde muy temprana edad eran altas, pues es hijo de los diseñadores Gloria Coelho y Reinaldo Lourenço. El joven nacido en 1990, las cumplió con creces al presentar su primera colección para una de las marcas de su madre en la Semana de la Moda de São Paulo a la edad de 12 años; para sus 15 se presentó ahí mismo en solitario.
A sus 24 años, Padreo Lourenço se está preparando para su octava Semana de la Moda de París (la primera la hizo a sus 20 años), y lanza dos colecciones al año para todo el mundo.
La sede y fábrica de su marca están en su ciudad natal, en donde emplea a 30 personas, entre diseñadores, cortadores, personas dedicadas a las ventas y a la investigación de las telas que se usarán.
El color, las texturas, la tela adherida al cuerpo, el cuero y los tonos metalizados son parte fundamental de las creaciones de Patricia Viera, nacida en Río de Janeiro en 1956.
Con la experiencia que adquirió viviendo y trabajando en Londres junto a la diseñadora Sally Mee, Patricia creó en 1998 su propia marca, con la que ha montado showrooms en París, Londres y Nueva York.
Desde 2006 participa en la mayor pasarela de moda de América Latina, es decir, en la São Paulo Fashion Week, cuya gala abrió en el 2014.
Considerada por la revista Forbes como la primera marca de lujo de Brasil, «Osklen», creada por Oskar Metsavaht, comenzó como un esfuerzo por hacer una chamarra para escalar, obedeciendo a una de las pasiones del diseñador, además de la fotografía, y por supuesto, el diseño de modas.
«Mi proceso creativo empieza con una escena, una historia, un estilo, un concepto que creo de algo que quiero o que ya viví. Desde este punto creo el clima, la atmósfera, los looks y las actitudes. En la mayoría de los casos concibo la campaña antes de la colección», dijo Oskar al sitio The Business of Fashion.
Pero no por haberse dirigido a ser una marca de lujo se separó de sus raíces deportivas, pues una de sus últimas colecciones la dedicó totalmente al futbol.
Asimismo, Metsavaht ha puesto especial énfasis en la sustentabilidad del diseño, al conjugar la moda con la naturaleza, de una manera responsable. Por ello, fue nombrado embajador de la buena voluntad de la Organizaciones de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Kate Middleton puso en los ojos de todo el mundo los diseños de Daniella Issa al utilizar los atuendos en actos públicos, tales como la boda de uno de los nietos de la Reina Isabel II o el día que anunció su compromiso con el Príncipe William, pero antes de ello, Madonna, Scarlett Johansson, Naomi Campbell y Sharon Stone ya los habían portado.
En 2006, Issa, la firma fundada por Daniella llegó a la London Fashion Week para aportar su toque de elegante feminidad, con el que fascinó a mujeres de los más altos perfiles, no sólo de Reino Unido, donde está asentada la diseñadora, sino de todo el mundo.
Daniella Issa Helayel nació en Río de Janeiro, Brasil, en donde vivió hasta que se dirigió a Nueva York a estudiar en el Fashion Institute of Technology (FIT), para luego regresar a su país natal como consultora de moda y agente de ventas de varias firmas.
Luego se mudó a Londres, en donde se dio cuenta que había poca oferta para el tipo de cuerpo curvilíneo que ella, y algunas de sus amigas poseían, con lo que se fue haciendo de una pequeña clientela que culminó en una de las pasarelas más importantes del mundo.
Considerado uno de los cien mejores diseñadores del mundo por el Design Museum de Londres, Ronaldo Fraga ha sido pieza importante del desarrollo de la moda brasileña.
Nació en Minas Gerais, en Belo Horizonte, en donde estudió la especialidad de moda de la Universidad Federal, posteriormente realizó un posgrado en la Escuela de Diseño Parsons de Nueva York, y otro más en la Saint Martins de Londres.
Su mayor inspiración se encuentra en la cultura popular, con obras de arte, música y cine (su primera colección tenía mucho el estilo de Tim Burton) pero también es de los mayores defensores de las raíces brasileñas.
Para sus colecciones, algunas veces con toques metálicos, otras con detalles en madera, en donde simpre juegan parte fundamental las gafas y los tocados, Fraga se asocia con cooperativas de costureras locales, en una especie de doble beneficio, pues obtiene telas finas y únicas que le dan un toque único a sus elaboraciones.