Ciudad de México, 28 de mayo (SinEmbargo).–Una pequeña polilla podría convertirse en el nuevo aliado de las fuerzas de Colombia para luchar contra los cárteles de la droga.
Las polillas Eloria noyesi, conocidas entre las comunidades como «polilla comecoca» y «el gringo», aman terminar con las plantas de cocaína. Un grupo de científicos propuso, por ello, que sean estos pequeños insectos quienes ataquen las plantaciones sin tener que utilizar ningún herbicida peligroso.
En días recientes el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció que el país dejaría de utilizar el glifosato como herbicida para deshacerse de los campos de amapola.
Varios activistas señalaron que esta sustancia podía ocasionar problemas de salud entre los habitantes de las comunidades cercanas a los plantíos, por sus graves efectos como abortos en las muejres, problemas de cáncer y de piel.
El riesgo del químico fue tal que la Organización Mundial de Salud (OMS) reclasificó en marzo al glifosato como un posible carcinógeno.
El gobierno colombiano está en búsqueda de una forma nueva y más barata para destruir los campos de cocaína sin afectar a los habitantes de las áreas cercana.
Además que debe ser un agente que pueda abrirse paso entre los grupos rebeldes que producen la droga y que emplean a personas armadas para proteger los campos.
La estrategia sería producir miles de estas polillas en un laboratorio, introducirlas en un paquete dentro de cajas y liberarlas en las junglas donde los elementos de guerrilla producen su cocaína.
Esta especie puede criarse dentro de laboratorios y liberarse en áreas naturales, además, una vez que los insectos están en las plantaciones dejan sus huevecillos en este tipo de planta, explicó el botanista colombiano Alberto Gómez para la revista Fusion.
Gomez aseguró que su instinto permite que encuentren estas hojas para reproducirse, donde dejan al menos mil crías durante su vida. Estas crías consumen 1.5 veces el peso de su cuerpo cada día.
Gómez dio a conocer que están seguros de que la polilla se alimenta únicamente de esta planta.
Aunque el plan debe hacerse con mucho cuidado, ya que los investigadores deben encontrar una forma para que la polilla coma únicamente la especie de cocaína que se utiliza para hacer la droga, o de otra forma la polilla atacaría otro tipo de plantíos y podría tener consecuencias mal intencionadas.
En Colombia existen cinco tipos de cocaína y sólo una o dos de este tipo pueden ser utilizadas para hacer el narcótico.
De hecho, una especie de cocaína es usado en plantíos por las comunidades indígenas con propósitos tradicionales, por lo que la polilla podría terminar también con estos campos legales.
A pesar del alto número de crías que producen, las poblaciones de este tipo de polilla presentaron disminuciones en años recientes, probablemente al ser fumigadas por el uso de glifosato que terminó con estas polillas en varias partes de Colombia.
Otro de los principales retractores que existen para esta propuesta, es el hecho de que podrían ser exterminadas con herbicidas por parte de las personas que tengan plantaciones de cocaína.