Consumidores de pollo en la CDMX pagaron sobreprecio de 32.4% por prácticas monopólicas: Cofece

28/03/2016 - 5:30 pm

La Cofece resolvió en octubre de 2013 imponer una multa total por 132 millones de pesos a los agentes económicos y personas físicas involucradas, además de ordenarles suprimir la práctica monopólica en el mercado de pollo.

Foto: Cuartoscuro.
La falta de competencia en los mercados genera sobreprecios en los bienes y servicios. Foto: Cuartoscuro.

Ciudad de México, 28 de marzo (SinEmbargo).–  La práctica monopólica absoluta en el mercado del pollo de la Ciudad de México causó un daño a los consumidores de al menos 107 millones de pesos, concluyó la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).

Durante 44 días, entre 2008 y 2009, los consumidores de pollo de la capital del país pagaron un sobreprecio de 32.4 por ciento, que se generó a partir de un pacto entre competidores para imponer un piso mínimo en el precio de este producto, de acuerdo con el estudio.

Por lo anterior, el Pleno de la Cofece resolvió en octubre de 2013 imponer una multa total por 132 millones de pesos a los agentes económicos y personas físicas involucradas, además de ordenarles suprimir la práctica.

Los sancionados acudieron al Poder Judicial para interponer, cada uno por su parte, juicios de amparo respecto a esta decisión, los cuales aún se encuentran pendientes de resolución definitiva.

De acuerdo con la experiencia internacional, la falta de competencia en los mercados genera sobreprecios en los bienes y servicios.

La Cofece realizó un análisis ex post para medir los efectos causados por esta colusión. Una evaluación así tiene como objetivo cuantificar los efectos que surgen tras una intervención del órgano regulador, una vez transcurrido el tiempo suficiente para que empresarios y consumidores se adapten a las nuevas condiciones (con competencia) del mercado.

El caso analizado consistió en la celebración de acuerdos e intercambio de información entre competidores –Bachoco, Pilgrim’s, San Antonio, Tyson y Pollo de Querétaro, con la intermediación y ayuda de la Unión Nacional de Avicultores (UNA)– para establecer en diversos periodos, un precio uniforme en la venta del pollo, específicamente en mercados públicos y pollerías.

Estas acciones anularon el proceso de competencia e impidieron a los consumidores acceder a precios más bajos y generaron ganancias extraordinarias a los agentes económicos coludidos.

 

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