EDUCACIÓN EN MÉXICO, ¿VA EN SERIO PEÑA NIETO?

28/01/2013 - 12:00 am

La reforma educativa topó con el SNTE. Su lideresa ha sido clara: la permanencia de los docentes no se negocia. En el gabinete, la simpatía hacia la maestra está polarizada. ¿Qué va a hacer el Presidente?

Elba Esther Gordillo, dirigente nacional del SNTE. Foto: Cuartoscuro.

Elba Esther Gordillo, dirigente nacional del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) se encuentra en una pugna entre dos poderosos secretarios de Estado, Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray y ello, es la principal sombra para la reforma educativa.

El encargado de las finanzas de la nación ha demostrado contar con una gran influencia sobre el primer mandatario, en temas como el sector educativo. Ha manifestado que su objetivo es mejorar la calidad de la educación y preparar con y mejores herramientas a las generaciones que requiere México en un sistema competente y globalizado.

Para esta clase política, formada en la tecnocracia, Gordillo Morales no es bien vista por su deseo permanente de intervenir en el diseño de la política educativa, oponerse a planes y programas que atenten contra las “conquistas sindicales” u obstaculizar el trabajo de las autoridades de la SEP con la fuerza del SNTE, que en su seno aglutina a más de un millón 100 mil integrantes, radicados a lo largo y ancho del territorio nacional.

Sin embargo, para la clase política que representa el secretario de Gobernación, Osorio Chong, la lideresa magisterial es un personaje con el que se puede negociar, estimular y comprometer la participación de los maestros, con el plus de contar con la experiencia y el aparato electoral que maneja la maestra Elba Esther para atajar el avance de los partidos de la oposición, en particular al “radical” de Andrés Manuel López Obrador, sobre todo cuando se avecinan elecciones locales en 14 estados de la República.

Pero hay otro sector de la vieja clase política que desde hace ya más de diez años considera que la maestra Elba Esther ya no es funcional para el sistema político priísta, representada por el coordinador de la fracción de diputados priistas, Manlio Fabio Beltrones Rivera, o el titular de la Secretaría de Educación Pública, Emilio Chuayffett, que le guardan agravios.

Antes de que Peña Nieto protestara como Presidente de la República, su círculo más cercano coordinado por Luis Videgaray, ex integrante de Protego, la empresa de consultoría financiera de Pedro Aspe, le hizo creer a Carlos Mancera, quien fuera subsecretario de Planeación y Coordinación Educativa, en el sexenio de Ernesto Zedillo, que sería el próximo titular de la SEP.

Miguel A. Osorio Chong, secretario de Gobernación y Luis Videgaray, secretario de Hacienda. Foto: Cuartoscuro.

Pero días antes de que se iniciara el actual sexenio, desde el círculo cercano de Peña Nieto, soltaron la versión de que Mancera se perfilaba como próximo titular de la SEP. La maestra reaccionó y dejó entrever su molestia porque no se le habían hecho las debidas consultas, y manifestó su oposición a que Mancera asumiera las riendas de la secretaria de Educación, por su cercanía con Miguel Limón, quien durante su desempeño como titular de la SEP supo acotar la injerencia del sindicato sobre el quehacer educativo.

Con la esperada reacción de Elba Esther, de nuevo desde el círculo de allegados de Peña Nieto se filtró a la prensa que Emilio Chuayffet era quien verdaderamente se perfilaba para ocupar el despacho que de 1921 a 1924 ocupó José Vasconcelos. La maestra Elba Esther enfureció y a través de un connotado columnista expresó que si el exgobernador del estado de México y ex secretario de Gobernación era designado al frente de la SEP, se lo iba a “engullir” como a tantos otros secretarios que le habían hecho la vida de cuadritos.

PEÑA NO LE HIZO CASO A LA MAESTRA

Contra las protestas de la lideresa magisterial, Peña Nieto designó como titular de la SEP a Chuayffet, y en su primer discurso como Presidente de la República anunció el impulso de una “reforma educativa”, que implicaría reformas al artículo 3º constitucional para establecer el Servicio Profesional de Carrera, y con ello eliminar “las plazas vitalicias y hereditarias”. Para los cronistas del acto fue notoria la molestia que ese mensaje provocó en la maestra.

Días después, al dar a conocer el Pacto por México, Peña Nieto, manifestó que una de sus prioridades se enfocarían en dotar de autonomía al Instituto Nacional de Evaluación Educativa, y crear el Servicio Profesional Docente, con un sistema de concurso con base al mérito y profesionalismo de los maestros, incluyendo el concurso de plazas para directores y supervisores.

Posteriormente, cuando se dio a conocer la iniciativa de reforma educativa, en el marco de una ceremonia encabezada por el presidente, el titular de la SEP, Emilio Chuayffet, explicó que la creación de un servicio profesional de docentes implicaría la evaluación de los docentes de manera obligatoria. Lo que no dijo de manera explícita era que la iniciativa comprendía que los maestros que no pasaran el examen perderían su plaza.

Emilio Chuayfet Chemor, secretario de Educación Pública. Foto: Cuartoscuro.

Teniendo conocimiento de los contenidos de la iniciativa, y para exteriorizar su desacuerdo, la presidenta del CEN decidió no presentarse al acto celebrado en el Museo Nacional de Antropología.

La iniciativa de reforma educativa fue enviada al Congreso de la Unión, pero las presiones de Elba Esther y los diputados de diversos partidos de extracción magisterial doblaron a los legisladores del PRI, al lograr que los maestros que no aprueben la evaluación universal no pierdan su plaza, ya que podrán ampararse al introducirse modificaciones a la reforma educativa.

De acuerdo a los comentarios de algunos diputados de la oposición, el Panal, fundado por Elba Esther, condicionó al PRI con no apoyarlo ni en las propuestas presidenciales en el Congreso ni en la formación de alianzas en las elecciones del 2013.

Trascendió que un principio los legisladores del Panal exigieron que la palabra “permanencia” se eliminara en cuanto a que  “la ley reglamentaria fijará los criterios, términos y condiciones de la evaluación obligatoria para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia en el servicio profesional…”

Los diputados rechazaron esa propuesta de los diputados del Panal, no obstante, los elbistas lograron que se incluyera el agregado de respetar los derechos constitucionales de los maestros para abrir, así, la puerta a los amparos para los maestros reprobados.

Sin embargo, la maestra todavía no logra triunfar del todo, sabe que en la ley secundaria, que los legisladores diseñaran en febrero,  todavía corre el riesgo de que las condiciones de evaluación no salgan como ella lo desea. Por eso, dentro del contexto en que fue aprobada la reforma, convocó a una sesión al Consejo Nacional del SNTE para analizar la reforma educativa. En conclusión, el sindicato emprenderá un plan nacional de “resistencia pacífica” contra la reforma educativa.

A la maestra Elba Esther le incomoda que el gobierno pretenda fulminar la “conquista sindical” que permite que los maestro hereden su plaza bajo un mecanismo instrumentado por el propio sindicato, y el hecho de que los maestros que deseen acceder al nivel de directores o supervisores tengan que pasar por un concurso de oposición, cuando “tradicionalmente” los docentes arriban a esos cargos por méritos en el escalafón, con el aval de las autoridades educativas y en función de los intereses del SNTE.

Elba Esther Gordillo. Foto: Cuartoscuro.

Para la dirigencia nacional del sindicato este asunto es de capital importancia, debido a que los maestros que heredan las plazas y quien las recibe, así como los docentes que son premiados, al ser designados como directores de planteles escolares y/o ascendidos al nivel de supervisores, le deben el favor y le brindan eterna lealtad a los dirigentes del sindicato, no en vano el Presidente Peña y el secretario de Educación Chuayffet, han dicho que con la reforma se busca devolver la rectoría de la educación al Estado.

Para asegurar que la reforma “no afecte la dignidad del magisterio” y dejar entrever al Presidente Peña Nieto que para su gobierno y su proyecto político no es recomendable que algunos actores políticos priístas prosigan impulsando medidas dirigidas a torpedear sus mecanismos de control, y en consecuencia la disidencia siga creciendo al interior del sindicato, con el riesgo de que dicho escenario sea capitalizado por Andrés Manuel López Obrador, la maestra activó de forma soterrada a viejos líderes de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación.

Bajo esa perspectiva, en los primeros días de enero y de manera sorpresiva, irrumpió en el escenario uno de los fundadores de la CNTE, el maestro Teodoro Palomino, para dar a conocer que 80 mil de los 200 mil maestros que integran la Coordinadora, están comprometidos con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que lidera Andrés Manuel López Obrador.

Y puntualizó que Jesús Martín del Campo es el principal enlace entre Morena y la CNTE. “Por el PRD, Elio Bejarano, de IDN y Miguel Alonso Raya, de los Chuchos, todos ex fundadores de la coordinadora, siguen teniendo influencia” entre el magisterio disidente.

De acuerdo con un especialista en política sindical que ha brindado asesoría a varios titulares de la SEP y que prefiere que se omita su nombre, tanto Teodoro, como Elio y René Bejarano, así como Martín del Campo, entre otros activistas, jugaron un papel muy activo durante el movimiento magisterial de 1989.

Narra que en aquellas movilizaciones, esos activistas, con el apoyo de directores de planteles, jefes de zona y supervisores, estimulados por un grupo compacto a las órdenes de Elba Esther Gordillo, dirigido por Manuel Camacho y Marcelo Ebrard, lograron sacar a cerca de 200 mil profesores de sus planteles para que por calles y avenidas del centro de la ciudad de México, al grito de democracia sindical e incremento salarial, generaran las condiciones ad hoc para que el Presidente Carlos Salinas expulsara a Carlos Jonguitud Barrios y su Vanguardia Revolucionaria del SNTE, e impusiera en la dirigencia sindical a la maestra Elba Esther.

Martí Batres, presidente del CEN de Morena. Foto: Cuartoscuro.

Al reactivar a la disidencia que le sigue siendo fiel a sus “estímulos” y el montaje que está armando, busca que el Presidente Peña Nieto reconsidere las medidas que se están impulsando desde el Congreso, bajo la influencia del diputado Manlio Fabio Beltrones y del coordinador de los trabajos del Pacto por México, José Murat, con la venia de Luis Videgaray, y que en ley secundaria no se incluya una normatividad que lesione el control que ejerce de manera férrea al interior del sindicato.

De igual forma busca forjar la apreciación de que también se está corriendo el riesgo de que los contingentes de la disidencia magisterial afín a Morena, puedan seguir creciendo con maestros de corte institucional inconformes con la reforma educativa, y con ello se le facilite a López Obrador el número de activistas que requiere para organizar, construir y consumar su partido político, concluye el especialista en política sindical.

¿ES POSIBLE LA SALIDA DE ELBA ESTHER?

Es de estimarse que los malquerientes de la maestra prosigan presionando al Presidente Peña Nieto para que debilite el poder de la maestra, o en su caso, de seguir Elba Esther Gordillo con su postura contestaria, le pida su salida del sindicato, de tal modo que los enemigos de la maestra maniobren para incrustar al frente del CEN a un dirigente afín a su proyecto político.

Sin embargo, lo que sus malquerientes no toman en cuenta es que las condiciones políticas que prevalecían en 1989, cuando se gestó el movimiento magisterial y Elba Esther ascendió a la dirigencia nacional del SNTE, son muy distintas a las que prevalecen en el 2013.

Al inicio de su gobierno Salinas buscaba legitimarse y Jonquitud no contaba con tantos apoyos políticos, a diferencia de Elba Esther que en más de 20 años de mandato ha logrado tejer una gran red de alianzas. Actualmente cuenta con el apoyo de gobernadores, como el de Chihuahua, Puebla, Veracruz, Coahuila o el de Chiapas, con grupos de presión y poderosos empresarios, como Carlos Slim Helú.

Durante el acto en que el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle rindió su segundo informe de gobierno, 21 gobernadores y casi tres mil invitados a la ceremonia, le rindieron un caluroso y prolongado aplauso a la maestra Elba Esther. Para algunos analistas las muestras de simpatía fueron prefabricadas para que el Presidente Peña Nieto y sus malquerientes se percaten de los apoyos con que cuenta.

Francisco Bravo, Juan José Ortega y Rubén Núñez, secretarios de la CNTE. Foto: Cuartoscuro.

Por esos días, el gobernador de Chihuahua, César Duarte, anunció muy contento que la maestra iba a realizar una gira por la entidad y que en forma posterior, cual vocero oficioso, dio a conocer que la maestra, después de visitar el estado, tenía programado realizar una gira nacional.

En relación al dueño del Grupo Carso, cabe mencionar que actualmente en el portal que el SNTE tiene en Internet, aparece una nota donde se menciona que el “El SNTE reconoce el compromiso social de Carlos Slim con la educación”. Y esto como resultado de las gestiones que la maestra hizo con su poderoso amigo para que proporcionara de manera gratuita “a la educación” cuatro mil millones de pesos para “llevar videos y cursos educativos a estudiantes de quinto y sexto año de Primaria y facilitar el trabajo de los docentes”.

Dicho mensaje no representa otra cosa que un desplante de la maestra para recordarle al Presidente Peña Nieto de la talla de respaldos de que goza. También ha sabido moverse para amarrar relaciones con grupos de presión, como lo es la Iglesia Católica. El año pasado publicitó el cálido encuentro que tuvo la plana mayor del CEN del SNTE con la jerarquía de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Y es sabido también de la estupenda relación que mantiene con el cardenal Norberto Rivera.

Es de estimarse que en esta etapa la maestra le ganará la partida a sus malquerientes. Además, entre la disidencia y amplios sectores del magisterio institucional se ha comenzado a forjar la apreciación de que la reforma educativa no es otra cosa que “algo parecido a una reforma laboral”, así lo aprecia un profundo conocedor del quehacer educativo y fundador de la CNTE, Luis Hernández Navarro.

Para este politólogo, una reforma educativa requiere de un plan integral que comprenda entre otras cuestiones, medidas para combatir el analfabetismo y la desigualdad social que prevalece en el sector educativo, donde todavía existen cientos de escuelas unitarias, en las que un maestro ofrece en un solo salón la enseñanza a alumnos de primero a sexto grado.

Hernández Navarro estima que el gobierno federal inspiró su reforma educativa en recomendaciones de la OCDE y en demandas que ha venido impulsando la organización Mexicanos Primero, que preside Claudio X. González Guajardo, quien ha propuesto “cambios de 180 grados en la educación, como la evaluación y la certificación de maestros y directores; dotar de mayor autonomía y responsabilidad a las escuelas”, e, incluso, modificar la proporción del gasto educativo.

Elba Esther Gordillo. Foto: Cuartoscuro.

En opinión de Hernández Navarro, la propuesta de Claudio X. González, ex presidente de la Fundación Televisa, está dirigida a privatizar la educación, con el propósito de que los empresarios subcontraten cada vez más los servicios educativos del sector público, desde la venta de herramientas tecnológicas, libros de texto, comedores escolares, certificaciones, evaluaciones externas y la infinita gama de negocios subvencionados.

Mexicanos Primero cuenta con el patrocinio de empresarios como Alejandro Ramírez, dueño de la cadena de cines Cinépolis; Emilio Azcárraga Jean, Marcos Achar Levy, Alejandro Bailleres y Agustín Coppel. De Marcos Achar, ex dueño del Grupo Comex, habrá que tener presente que fue uno de los mecenas que llevaron al estrellato a Josefina Vázquez Mota.

En relación a la pugna que prevalece entre la lideresa magisterial y el gobierno federal, el secretario de Gobernación ha procurado mantenerse al margen del tema educativo. De Osorio Chong se sabe que desde el 2002 mantiene una relación cercana con la maestra, mientras que de Luis Videgaray ha trascendido que durante  la campaña presidencial influyó sobre Peña Nieto para que rompiera la alianza que el PRI había entablado con el Panal. Incluso no hay que descartar que la palabra del secretario de Hacienda haya sido determinante en la designación de Chuayffet al frente de la SEP, enemigo declarado de la señora Gordillo.

El distanciamiento que prevalece entre titular de la SEP y la presidenta del CEN del SNTE se remonta al 2003, cuando Chuayfet, junto con otros 117 diputados allegados a Manlio Fabio Beltrones, como María Esther Scherman, la desconocieron como coordinadora de la fracción priísta en la Cámara de Diputados, ante el intento de la maestra por lograr el apoyo de los diputados de su bancada para aprobar una iniciativa dirigida implantar un impuesto escalonado a medicinas y alimento, haciéndole un favor al presidente Vicente Fox.

Obvio, la maestra no olvida el momento en que María Esther Scherman tomó la tribuna para leer una carta donde 118 diputados priístas anunciaban su determinación de desconocer “a la actual coordinadora, Elba Esther Gordillo Morales, ya que no representa los intereses legítimos  y la unidad de la fracción”.

Manlio Fabio Beltrones, Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo. Foto: Cuartoscuro.

Diez años después a los beltronistas les llegó el tiempo de cobrar facturas. De ahí la embestida contra la indefendible Elba Esther Gordillo, icono de la corrupción al interior del sindicalismo mexicano. Y lo que son las cosas, ahora el poderoso Beltrones contó con la anuencia del presidente Peña Nieto y de Luis Videgaray para llevar a la dirección de la Lotería Nacional a María Esther Scherman, una institución que en el sexenio pasado le entregó Felipe Calderón al grupo político de Elba Esther, como premio por el papel que jugó el SNTE durante las elecciones del 2006, y que contribuyeron a que el PAN triunfara en la elección presidencial.

En alguna ocasión, cuando el secretario de Gobernación, Osorio Chong, declaró que con el Pacto por México se buscaba acabar con los monopolios y los grupos fácticos, un reportero le preguntó si se refería al SNTE, ante lo cual respondió: “No, no. Queremos impulsar el país. No estamos buscando a quien señalar o a quien decir. Tenemos que tomar las decisiones que permitan que de una vez por todas el país salga adelante”.

Del titular de la Segob habrá que tener presente que en el 2003 formó parte del grupo de diputados más allegados a la entonces coordinadora de la fracción del PRI en la Cámara de Diputados, Elba Esther Gordillo, y es muy probable que prosiga teniendo una relación estrecha con la lideresa magisterial.

Osorio Chong es un político experimentado y sabe cómo y cuándo actuar. Probablemente está a la espera de que los vientos se tornen favorables para la maestra y que el presidente Peña haga caso omiso a los consejos de aquellos políticos que le recomiendan tomar distancia de la lideresa magisterial, la misma que cuando era gobernador lo invitaba a conversar amenamente en su residencia que tiene en Cay Coronado, en San Diego California.

Sin embargo, lo deseable es que pronto el presidente Peña resuelva lo que tenga que resolver para dar por concluido el affaire que se registra entre el titular de la SEP y Elba Esther Gordillo, de tal modo que en un corto plazo no se generen movilizaciones de maestros que obstaculicen el proceso educativo en demérito de millones de educandos y de la nación.

 

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