Author image

Sandra Lorenzano

27/08/2023 - 12:02 am

La mirada cálida, luminosa y comprometida de Lucero González

La lista de artistas que miran el mundo a través de la lente es cada vez mayor. Entre ellas, mis ojos y mi corazón tienen una favorita: Lucero González.

Siempre me he acercado con enorme placer, con curiosidad, con sorpresa a la obra de las fotógrafas mexicanas, empezando por la gran Lola Álvarez Bravo y siguiendo con Graciela Iturbide, Mariana Yampolsky, Lourdes Almeida, Yolanda Andrade, Flor Garduño o la joven Yvonne Venegas, por nombrar sólo a algunas. Sus imágenes me han enseñado a mirar y a mirarnos, a reconocerme en otros cuerpos y otros rostros, a explorar pieles y territorios, realidades y sueños.

La lista de artistas que miran el mundo a través de la lente es cada vez mayor. Entre ellas, mis ojos y mi corazón tienen una favorita: Lucero González. Sus fotos son parte de nuestra historia, de nuestra memoria e incluso de la formación feminista de muchas de nosotras. Activista, socióloga y fotógrafa, siempre comprometida con la lucha de las mujeres y los derechos humanos, Lux nació en la ciudad de México “por accidente, pero es más oaxaqueña que una tlayuda”, como ella misma dice. Es una de las fundadoras del movimiento feminista en nuestro país, sobre cuya gestación y trayectoria ha realizado el documental La Revuelta (2022). El título hace referencia al nombre de un periódico que en los años setenta publicó un grupo de mexicanas, “revoltosas” y transgresoras, buscando generar un espacio de reflexión sobre los caminos de la lucha de las mujeres. “En ese entonces el feminismo vivía la cúspide de su segunda ola, que desde el lema Lo personal es político hacía una revisión detallada y específica de la relación de la mujer con la política, la sociedad, pero también la crianza, el cuerpo, la relación con sus parejas.” Cincuenta años después, estas mujeres siguen siendo revoltosas, comprometidas y amigas, y tienen un vínculo fuerte con los feminismos actuales.

Muy cercana también en el activismo y en la amistad a la imprescindible Marta Lamas, Lucero fue parte de debate feminista desde su creación en 1990, sumando en la elaboración de cada número su aguda perspectiva, su calidez y su defensa de la creación artística de las mujeres como espacio de resistencia y fuerza ética y estética.

Una de las críticas e historiadoras más importantes del arte de mujeres en nuestro país -además de genial creadora ella misma-, Mónica Mayer, la incluye dentro del archivo “Obras maestras del arte feminista en México”. Del total de la obra de Lucero, Mayer elige “Mi hija yo misma”, dos imágenes, tomadas con años de diferencia, que parten de la intimidad para convocar la reflexión en torno a algunos de los temas centrales en la obra de Lucero: el cuerpo, la identidad, la memoria, la complicidad, la ternura.

Primera foto de Lucero González con su hija. Foto: Lucero González.
La segunda fotografía tomada por Lucero González de “Mi hija y yo”. Foto: Lucero González.

Los proyectos fotográficos de Lucero González me resultan siempre cercanos, entrañables. El discurso visual que construye sobre las mujeres, sobre sus cuerpos, sus rituales, sus lazos, su vínculo con la naturaleza propone una profunda reflexión sobre nuestra época.

Entre mis favoritos se encuentra “La siembra del agua” de 2006, con 58 fotos tomadas en Senegal, Brasil, Vietnam y Oaxaca. Reunidas en un libro que se realizó en el marco del IV Foro Mundial del Agua. Allí, frente a los problemas que afectan a distintos países y comunidades, como sequía, contaminación y desigual distribución, entre otros temas, la fotógrafa eligió hacer una invitación al gozo y a los rituales como modo de subrayar la importancia de conservar la riqueza y la vitalidad del agua.

“La siembra del agua” de 2006. Foto: Lucero González.
“Los proyectos fotográficos de Lucero González me resultan siempre cercanos, entrañables”. Foto: Lucero González.

Sin duda, vale la pena recordar su serie de creadoras mexicanas -escritoras, artistas visuales, actrices, cineastas, intelectuales- donde están, entre otras: Leonora Carrington, Toni Morrison, Elena Garro, Carmen Boullosa y Lila Downs, cuyos retratos dialogan, se cruzan y complementan con las mujeres que forman parte de otro gran proyecto: “Miradas en tránsito”. “Tránsito. Movimiento. Traslado. Migración de migraciones. Trabajo precario, asentamiento efímero. Desplazamientos en varias capas. Son mujeres, son indígenas y escogieron a la ciudad de México como el nuevo lugar, su hogar”, escribe Angélica Abelleyra sobre esta propuesta. La sensibilidad de la fotógrafa da protagonismo a aquellas mujeres a las que la sociedad da la espalda.

Lux sabe que uno de los compromisos fundamentales del feminismo es con la memoria, y de ahí surge la genial propuesta del Museo de Mujeres Artistas (MUMA) que crea ella misma buscando hacer la memoria de las artistas visuales mexicanas a partir del siglo XX. Se trata de un museo virtual en el que se pueden ver obras de más de un centenar de creadoras, exposiciones, libros, información sobre proyectos nacionales e internacionales. Asómense, por favor a la página del Museo.

“¿Por qué un museo de mujeres? ¿Y por qué especializado en mujeres artistas mexicanas? -se pregunta Karen Cordero en la presentación del sitio web-  En esta época donde podría parecer que están ‘superados’ los debates y las reivindicaciones feministas que iniciaron en los años sesenta, nos encontramos con el peligro de ‘volver a inventar la rueda’, si no conocemos lo que se ha hecho, y las maneras en que se imbrican las vivencias cotidianas, corporales y creativas de las mujeres.”

Libros de artista, curaduría de exposiciones, apoyo a proyectos de desarrollo -como a través del Fondo Semillas, “un fondo feminista que cree en la potencia transformadora de las niñas, jóvenes, mujeres, personas trans* e intersex organizadas”, surgen del compromiso de Lucero por los derechos humanos, de su lucha cotidiana a favor de las mujeres y las diversidades, de su capacidad para ver aquello que nadie más ve y tocar así la conciencia y la sensibilidad de todas nosotras.

Y todo eso entre risas y abrazos, con su inigualable capacidad de contagiar alegría, entusiasmo y sororidad. No es poca cosa, ¿verdad?

Sandra Lorenzano
Es "argen-mex" por destino y convicción (nació en Buenos Aires, pero vive en México desde 1976). Narradora, poeta y ensayista, sus libros más recientes son "Herida fecunda" (Premio Málaga de Ensayo, 2023), "Abismos, quise decir" (Premio Clemencia Isaura de Poesía, 2023), y la novela "El día que no fue" (Alfaguara). Académica de la UNAM, se desempeña como Directora del Centro de Estudios Mexicanos UNAM-Cuba. Es además, desde 2022, presidenta de la Asamblea Consultiva del Conapred (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación). sandralorenzano.net

Los contenidos, expresiones u opiniones vertidos en este espacio son responsabilidad única de los autores, por lo que SinEmbargo.mx no se hace responsable de los mismos.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas