Laberinto Yo’eme, disponible en salas de cine, se vuelve testigo de la resistencia del pueblo yaqui con el robo de su agua, pero también de cómo el crimen organizado va avanzando dentro de la comunidad convirtiendo a los pobladores en consumidores de cristal obstaculizando su lucha; y desde afuera, el narco se vuelve en un enemigo al acecho, que aseguran, trabaja para el interés de otros.
Ciudad de México, 27 de agosto (SinEmbargo).– La amenazas a la comunidad indígena Yaqui por la defensa de su territorio y recursos naturales son expuestas en el documental Laberinto Yo’eme, del director Sergi Pedro Ros, que estrena este viernes en salas de cines.
La Tribu Yaqui, cultura originaria del estado de Sonara, lleva décadas en lucha por los abusos por parte del gobierno y el crimen organizado que iniciaron con el despojo de las aguas de su río que hoy los tiene sedientos y parados en un futuro incierto para sus nuevas generaciones. Los yaquis han tenido que armarse para proteger a su comunidad y su identidad, también amenazadas por el consumo de drogas.
“Me enteré primero que había problemas de consumo de cristal, de metanfetaminas, dentro de la tribu Yaqui de una manera totalmente casual. Empecé a interesarme, a preocuparme y a investigar quiénes eran los Yaquis, dónde se encontraban. Luego me di cuenta que existía este problema con el agua y que habían vivido una lucha prácticamente ancestral porque por la defensa de sus ríos y de su territorio”, cuanta Sergi Pedro Ros, nacido en Valencia, en entrevista con SinEmbargo.
En junio pasado fueron asesinados Tomás Rojo Valencia, líder de la tribu Yaqui, y Luis Urbano, defensor ambiental de la comunidad. Sergi Pedro Ros señala que en lugar en la violencia con ellos cese, va en aumento en forma alarmante y total impunidad.
“Tomás Rojo Valencia fue desaparecido y fue encontrado posteriormente en una fosa clandestina y Luis Urbano fue asesinado en plena calle en ciudad Obregón de la manera más vil y cobarde. Ambos fueron personas muy importantes para esta película. Lejos de detenerse las agresiones y apaciguarse, en territorio Yaqui está creciendo la violencia. Hace pocas semanas desaparecieron a un grupo de personas de una las comunidades yaquis. No paran de encontrarse fosas clandestinas en ese territorio. Están colmando de terror el territorio como una estrategia también para doblegarlos, para destruirlos, para robarse el agua, para despojarlos de su territorio, algo que la tribu no va a permitir porque no lo ha permitido durante todas estas décadas, todos estos siglos, y ahora no va a ser distinto”.
El pasado mes de julio, la tribu denunció que al menos 15 personas habían sido desaparecidas, y sólo cinco habían sido localizadas. En entrevista con la reportera Sugeyry Romina Gándara, de SinEmbargo, integrantes de la Guardia Tradicional de Loma de Bácum se dijeron convencidos que dichas desapariciones respondían a varios intereses por explotar la tierra de empresas trasnacionales y empresarios locales.
“El pueblo Yaqui está siendo constantemente agredido o asediado, atacado por elementos externos. Ya sean elementos gubernamentales o del crimen organizado, están siendo tontamente agredidos. Esto es algo que nos narran los propios protagonistas de la historia en la película. De su viva voz nos cuentan sus preocupaciones, cómo se sienten, qué les está pasando, cómo los están amenazando, cómo los están asesinando día con día”.
Laberinto Yo’eme se vuelve testigo de la resistencia del pueblo yaqui con el robo de su agua, pero también de cómo el crimen organizado va avanzando dentro de la comunidad convirtiendo a los pobladores en consumidores de cristal obstaculizando su lucha; y desde afuera, el narco se vuelve en un enemigo al acecho, que aseguran, trabaja para el interés de otros.
IDENTIDAD YAQUI
“Un miembro de la tribu Yaqui puede ser alcohólico, drogadicto, pero nunca deja ser la tribu Yaqui. Siempre en su sentimiento va a dominar el ser Yaqui, siempre en su su memoria genética va a contener la información del pasado nuestro y eso pesa”, dice Tomás Rojo para el documental.
Laberinto Yo’eme es un viaje entre los peligros que corre este pueblo indígena y su identidad ancestral. Tal como lo enuncia Tomás Rojo, ser Yaqui es lo más valioso para ellos y su deber es protegerlo.
“Ellos tienen una identidad propia, una cultura propia, una lengua materna que es el hiaknooki yaqui, son todo un pueblo, toda una nación, una cultura. Esto es algo que los configura ,que hace que de alguna manera al ser constantemente agredidos por su acercamiento cultural hacia sí mismos y al mantenimiento de sus costumbres, de sus raíces, de su manera de expresarse y de si cosmovisión, de su manera de ver el mundo, pues sea muy firme, una identidad muy fuerte, muy marcada”.
La fotografía a cargo César Gutiérrez Miranda fue indispensable en el filme que buscaba exponer la urgencia por la tribu sin descuidar y destacar la sensibilidad artística yaqui.
“La estética para este documental juega un papel narrativo vital, queríamos mostrar por una parte una estética muy cruda, muy real, en la que narramos todo esto de lo que estábamos hablando, en el que narrábamos toda la violencia y la agresividad, ese sufrimiento, cómo ellos toman partido y posición frente a todas estas agresiones, pero también estamos al frente a un pueblo con una sensibilidad artística abrumadora, la misma Danza del Venado, pero además tienes grandes poetas, grandes músicos y entonces queríamos estar a la altura de retratar a este pueblo, con gran sensibilidad artística de tal manera que jugábamos también con otra estética muy trabajada. El aprovechamiento además de esa luz natural del desierto de Sonora que provoca unos colores e imágenes muy interesantes. Quisimos fue trabajar esas estéticas de manera narrativa, que no fuera sólo un documental bonito por el simple hecho de que estuviera bien filmado, sino que eso tuviera un peso dramático y narrativo dentro de la historia”.
En la Ciudad de México, el documental Laberinto Yo’eme puede ser visto en salas de Cineteca nacional, Cine Tonalá, La Casa del Cine y Cinemanía Loreto. El filme también podrá verse en Estado de México, Guadalajara, Torreón, Culiacán, Huatabampo, Colima, Agua Prieta y Puerto Vallarta a través del circuito independiente.
“Cuando vean esta película no los va dejar indiferentes, eso creo que está asegurado. Una de las cosas por las que produjimos esta cinta es para generar un movimiento al interior del espectador, de tal manera que cuando conozcan la tribu Yaqui de la mano de esta película no la van a poder olvidar nunca más en sus vidas, van a saber que existe la tribu, van a saber que existen estas problemáticas. Las personas que ya conocían a la tribu van a tener la oportunidad de adentrarse en todavía más y a profundizar más en la situación que están viendo hoy en día”.
“Pensamos que es importantísimo conocer este tipo de problemáticas porque aunque parecieran lejanas, no lo son, están muy cerca de nosotros mismos. Estamos hablado de una lucha existencial, estamos hablando de un despojo de agua, del líquido vital, estamos hablando de una intromisión del crimen organizado en la vida cotidiana de toda una sociedad, de la manera que nos vamos a sentir muy ‘espejiados'”.