Oliverio y la Piscina forma parte de la selección en competencia del Festival Internacional de Cine de Guanajuato de su edición 2022. La cinta retrata el duelo de un preadolescente tras la inesperada muerte de su padre.
San Miguel de Allende, 27 de julio (SinEmbargo).– Con 13 años, a Oliverio la vida le da un golpe con la muerte de su padre de forma inesperada. En su duelo, sólo halla calma en una tumbona junto a la piscina de su casa, desde ahí pasa los días de ausencia a pesar de la negativa de su madre. Esta es la premisa de la cinta Oliverio y la Piscina del cineasta Arcadi Palerm-Artís.
“Surge de mi experiencia de la pérdida de mi padre. En este caso Oliverio tiene 13 años, yo ya estaba en mis 20, esa es la semilla, el pretexto para a partir de ahí empezar a construir este drama-comedía, porque tiene un montó de humor, creo que eso también es para no espantar a los espectadores que tienen miedo de repente de ver dramón. Es una película que te va llevando, hablamos de la muerte, del duelo, de la pérdida, pero también nos reímos, usamos la risa, como catarsis, y al final creo que es una película para hacerte sentir bien, creo que al final te reconforta, creo, a mí me da eso incluso todavía. Me reconforta”, cuanta Palerm-Artís en entrevista con SinEmbargo.
Oliverio (Alejandro Areán) no llora, sólo se postra frente a la alberca aislándose de su realidad. Lily (Mónica Huarte), su madre es una destacada psicóloga que describe cada etapa del duelo de su hijo, pero desde lejos.
La relación de Oliverio y su madre se ha vuelto aun más compleja tras la muerte de su padre, con el que pasaba la mayoría del tiempo.
La actriz conocida mayormente por sus papeles cómicos en programas como 40 y 20 o en cintas como Cansada de besar sapos (2006) o Te presento a Laura (2010), por mencionar algunas, desarrolla en esta cinta a mujer que apasiona por su profesión y que está basada en una persona real.
“El personaje se basa en mi abuela paterna. Eso también es muy chistoso, no todos los personajes están basados en algún familiar, pero algunos sí. Entonces como que de repente ayuda desde la dirección, de ‘Ah, ahí está, la referencia’. Mi abuela tenía eso, de ser una académica respetadísima con posdoctorados, pero con un rechazo a todo lo que es el universo emocional, entonces eso nos ayudaba mucho y Mónica, ella como humano es emoción pura, vive entrada a sus emociones, ahí estaba reto, estar recordando, de ‘oye, no es que no sientas, es que rechazas eso que sientes como personaje’. En mi construcción de Lily, Lily reprime las emociones, las desprecia, entonces era muy padre, el recurso, de decir, veo a mi abuela”, destaca el director.
Oliverio y la Piscina es el primer largometraje del cineasta mexicano que suma en su trayectoria los cortometrajes Mantra (2005), Sirenas de Fondo (2007) y Bajo el Sol (2012).
La historia basada en razgos de su familia fue escrita por él en colaboración de Gibrán Portela Güeros (2014). Ambos construyen personajes que van desarrollando su propia historia con el que el espectador va generando empatía, como es el caso del realizado por Jorge Zarate, del que el director prefiere no revelar mucho para el público se sorprenda.
“Jorge tiene grandes tablas, es una monstruo de la actuación. Es tremendo y consiguió un personaje súper entrañable, la gente conecta con él, y desde el rodaje había unas partes padrísimas”.
La película se encuentra en la selección en competencia de largometraje mexicano dentro de la edición 25 del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF, por sus siglas en inglés).
“Se siente padre estar en este Festival por dos cosas: Una, porque dos de mis cortos han estado en previas ediciones del festival, porque me han apoyado, han recibido bien mi trabajo antes y lo han recibido bien; y dos, por el detalle de que es la premier mexicana”.
Aunque ahora se encuentra con su público en México, la cinta ya se ha estrado internacional obteniendo reconocimiento en el Santa Fe Film Festival, Beverly Hills Film Festival y World-Fest Houston de este año.
Ahora, Oliverio y la Piscina seguirá su vida festivalera en agosto en el Festival Internacional de Cine de Monterrey (FIC Monterrey) para después viajar a encuentros cinematográficos por Colorado en Estados Unidos, Puerto rico y Beijing en China.
Por ahora desea que su cinta siga encontrando público en el país, para después buscar un lugar en salas de cines, antes de llegar a alguna plataforma.
“Quiero que en Mexico se logre poder llegar a cines. Los cines antes de una plataforma, eso me gustaría, pero aún no hay nada formal, nada firmado y lo mismo está pasando en Estados Unidos y ciertos lugares de Latinoamérica”.