Cuando Banxico sube su tasa, reduce la demanda agregada, desincentivando la inversión y el consumo, se reduce el dinero que hay en la economía y el nivel de precios disminuye.
Ciudad de México, 27 de mayo (SinEmbargo/EconomíaHoy).– Mientras avanzan los pronósticos de que la Reserva Federal de Estados Unidos subirá sus tasas de interés el próximo junio, se incrementan las posibilidades de que el Banco de México (Banxico) siga los pasos de la Fed, y encarezca el precio del dinero en el país azteca con una subida de su tasa de referencia.
Un aumento de esta tasa indica una postura de política monetaria más restrictiva, buscando hacer más atractivo el ahorro. Cuando Banxico sube su tasa, reduce la demanda agregada, desincentivando la inversión y el consumo, se reduce el dinero que hay en la economía y el nivel de precios disminuye.
En opinión de Vicente Lage, presidente de la consultora financiera Cumbria FSC, una subida de los tipos de interés “debería llevar al encarecimiento de los productos de activos bancarios (préstamos, créditos, etc. )”, aunque “el incremento dependerá de los importes de las subidas, pero podríamos estar esperando subidas del 0,25% en términos normales.”
El analista explica que la subida de tasas afectaría a la demanda de los créditos bancarios, no así a su oferta. “Las empresas y personas solicitarían menos crédito, debido al encarecimiento de los productos”.
No obstante, el dinamismo e incremento de la competencia entre la banca mexicana podría producir que se asumieran parte de los costes de este encarecimiento para amortiguar parte de la subida “con una reducción de los márgenes de las entidades para de esta forma ganar en los volúmenes”.
Actualmente, señaló Lage, las políticas impulsadas desde el gobierno mexicano para incrementar la competitividad entre las entidades financieras y aumentar el otorgamiento de crédito en el país, aunado a que existe una percepción de estabilidad macroeconómica sobre México, han tenido como consecuencia un aumento en el volúmen de oferta y demanda de productos de financiamiento por parte de las entidades bancarias, y por ende también una disminución en las tasas de interés que los bancos cobran por cada producto, señaló Lage.
“Estamos viendo que los créditos hipotecarios en los últimos años han pasado del 17 por ciento al 7 u 8 por ciento en tasas de Costo Anual Total, lo cual es un alivio para las familias, y lo que están buscando las entidades es bajar las tasas y aunque la ganancia por operación sea menos rentable, se busca duplicar el número de operaciones”, añadió.
Y es que según datos de la Asociación de Bancos de México, la cartera de crédito al consumo se incrementó durante el primer trimestre de 2016 en un 14.4 por ciento, con un avance de los créditos personales del 23.6 por ciento, los de nómina un 20.1 por ciento, los automotrices un 14.1 por ciento y las tarjetas de crédito un 7.7 por ciento, mientras que en el rubro de la vivienda, el aumento trimestral es de 10.7 por ciento.
De acuerdo con Lage, el incremento en las tasas por parte de la Fed no será fuerte, “sobre todo en un año electoral como este”, aunque advierte que tasas más altas de interés llevarán por ende a una apreciación del dólar y un incremento en los costos para aquellas personas que tengan sus créditos en dólares.
