La representación del dios K’awiil fue encontrada como parte de una urna, cuyo cuerpo mostraba el rostro de una deidad, posiblemente, solar, y en la tapa, su cabeza.
Ciudad de México, 27 de abril (SinEmbargo).- Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron una representación del dios maya K’awiil, vinculado con el rayo, la fuerza y el poder, entre otros atributos, durante las labores de salvamento arqueológico que se realiza en el tramo 7 del Tren Maya, el cual corre de Bacalar, Quintana Roo, a Escárcega, Campeche.
De acuerdo con un comunicado difundido por la Secretaría de Cultura, la pieza de dicha deidad prehispánica se halló como parte de una urna, en cuyo cuerpo muestra el rostro de una deidad, posiblemente, solar, y en la tapa, la cabeza del dios K’awiil.
“Es muy importante este hallazgo porque hay pocas representaciones de bulto del dios K’awill; hasta el momento, sólo conocemos tres en Tikal, Guatemala, y esta es una de las primeras que aparece en territorio mexicano,” destacó el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, en la conferencia matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien deseó pronta recuperación.
Arqueólogos descubren una notable representación del dios K’awiil en excavaciones del Tramo 7 del @TrenMayaMX
🔸 Se halló como parte de una urna, cuya tapa remata con una cabeza de esta deidad prehispánica.
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— Secretaría de Cultura (@cultura_mx) April 27, 2023
Al presentar la pieza, detalló que está representada en pinturas, hachas votivas y relieves, así como en los códices Dresde y Maya de México, antes llamado “grolier”, la cual no es frecuente que aparezca como figura en tres dimensiones.
El titular del INAH señaló también que dicha pieza fue mostrada al mandatario federal durante su gira realizada el fin de semana pasado para ver los avances del Tramo 7; donde, además, se le informaron otros aspectos como la localización de estructuras, plataformas y edificios abovedados, en los cuales se han buscado las soluciones de ingeniería para preservarlos, “con posterioridad, muchos de estos edificios serán restaurados para que las y los viajeros del tren puedan admirarlos y disfrutarlos”.
El funcionario explicó que las tareas de supervisión arqueológica ya concluyeron en los tramos 1 al 5, que van de Palenque, Chiapas, a Tulum, Quintana Roo: “Se tienen concluidos al 100 por ciento los vistos buenos de la obra, es decir, ya no hay tareas de campo; sin embargo, todavía se trabaja en obras complementarias, como el acopio y limpieza de los materiales arqueológicos, su clasificación y ordenamiento, y la sistematización de la información no solo de los materiales, sino de los registros georreferenciados de cada uno de los vestigios encontrados en la ruta ferroviaria”.
“Todo este trabajo debe dar lugar al análisis de la vasta información, la elaboración de informes académicos y a un gran simposio internacional de investigación sobre la civilización maya, el cual se organizará para este año”, agregó al compartir que el INAH tiene un laboratorio en Chetumal donde se concentra toda la información de los salvamentos arqueológicos, misma que nutrirá el devenir de las culturas mayas mesoamericanas, por lo menos, en los próximos 25 años.
Asimismo informó que los trabajos arqueológicos se concentran ahora en los tramos 6 y 7, que corren de Tulum a Bacalar, en Quintana Roo, y de ahí a Escárcega, en Campeche; con avances del 94 y 97 por ciento de visto bueno de obra, respectivamente.
Una vez concluidas las tareas de salvamento arqueológico en las obras del Tren Maya, el arqueólogo aseguró que buena parte de las y los investigadores se deberán sumar a las acciones que se llevan a cabo en 26 sitios arqueológicos adyacentes a la ruta del Tren Maya, en los que se aplica el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza).
Otra de las zonas que se va a atender es Ichkabal, ubicada en el municipio de Bacalar, al sur de Quintana Roo, la cual no está abierta al público todavía, sino hasta agosto de 2024.
De acuerdo con Prieto Hernández, hasta el momento se han registrado y preservado: 48 mil 971 bienes inmuebles, entre cimientos, albarradas y basamentos; 896 mil 449 fragmentos de cerámica analizados; mil 817 bienes muebles, correspondientes a metates y cerámica; 704 vasijas en proceso de restauración; 491 osamentas y mil 307 rasgos naturales (cuevas y cenotes).