Una reciente modalidad de darle la vuelta a la ley electoral se presenta en contratar anuncios espectaculares, pendones, apariciones en revistas de sociedad y de política, como un medio para dar a conocer a los “posibles candidatos” y operando la maquinaria pre-electoral para posicionar a los suyos rumbo a las precandidaturas en los estados de la República Mexicana.
Los años mozos de las operaciones “tamales y atole” han quedado atrás, las reuniones de señoras para rifar TupperWare y tener en casa al pre o candidato son cosa del pasado, los chayotazos a los medios de comunicación cada vez van perdiendo más eficacia, ya no es suficiente tener medios y columnas en donde exalten las cualidades de una persona que quiere ser candidato, hoy en día se necesita dinero, mucho dinero, ya no son las cuotas que se manejaban hace unos años de mínimo dos millones para ser Diputado o de seis para ser Presidente Municipal, ahora es el pase de charola a empresarios, amigos, seguidores, rémoras del futuro gobierno, ellos son los que contratan los espacios publicitarios para evitar darle la cuadratura al marco, evitando con argucias legaloides y con lagunas de las leyes electorales deficientes, ser sancionados.
Vamos, hoy los mexicanos hemos sido espectadores de operaciones fraudulentas y ligadas al narcotráfico y que rinden frutos en campañas electorales, ya no es suficiente ofrecer 50 pesitos por salir a votar por el candidato, ahora hay que dar tarjetas de débito para compras de súper, tarjetas de teléfono celular, y más aún, hoy en día hay que comprobar que se votó por el candidato, se tiene que mostrar la foto con la “x” en el recuadro.
Lo más lamentable es que lo vemos, lo sabemos y no hacemos nada, y con justa razón porque hay de aquél que abra la boca de más porque la maquinaria electo-gubernamental se te va con todo, me parece que la irresponsabilidad y falta de compromiso ciudadano es de la autoridad en un primer momento, ellos son los que deben usar el sentido común, ellos deben de poner a trabajar la neurona, ya que con esos sueldos hasta al más bruto lo hacen pensar o al menos manifestar lo que dice el papelito, pues.
La lógica ciudadana sería que entre más te repiten una película, más te aburrirá, una sobre exposición de imagen académicamente no es recomendable, pero en México y electoralmente hablando funciona, como, hasta el día de hoy no encuentro una congruencia entre el ser y el deber ser.
Jurídicamente, el Instituto Federal Electoral (IFE) emitió el “Reglamento en materia de Propaganda Institucional y Político-Electoral de Servidores Públicos”, el cual regula diversas disposiciones del COFIPE en esta materia. En el acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación, el órgano electoral precisa que esta nueva norma reglamenta 11 artículos del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE) referentes a la propaganda política o electoral de servidores públicos.
Los artículos destacan por ser los referentes a la suspensión inmediata de cualquier propaganda política o electoral en radio o televisión que resulte violatoria; la contratación de propaganda en estos medios; los actos anticipados de precampaña o campaña, entre otros aspectos. El reglamento considera como propaganda político-electoral contraria a la ley aquella que es contratada con recursos públicos o es difundida por instituciones y poderes públicos federales a través de radio, televisión, prensa, mantas, bardas, anuncios espectaculares, volantes u otros medios similares. Además que contenga la foto o silueta de algún servidor público y exhorte al voto a favor de éste, indique que el servidor público aspira a un cargo de elección popular e incluya alguna fecha electoral, además de que contenga mensajes destinados a influir en las preferencias electorales de los ciudadanos.
La propaganda electoral se entiende como: El conjunto de escritos, publicaciones, imágenes, grabaciones, proyecciones y expresiones que durante la campaña electoral producen y difunden los partidos políticos, los candidatos registrados y sus simpatizantes, con el propósito de presentar ante la ciudadanía las candidaturas registradas (…) también se referirá a la difusión de mensajes tendientes a la obtención del voto a favor de algún servidor público, de algún tercero o de algún partido político, aspirante, precandidato o candidato (…) finalmente, que contenga cualquier otro mensaje similar destinado a influir en las preferencias electorales de los ciudadanos, a favor o en contra de aspirantes, precandidatos, candidatos o partidos políticos.
En este sentido, como podrá usted observar, la misma normatividad permite darle la vuelta a la disposición legal, si usted pretende ser candidato puede hacerse publicitar a través de amigos, empresarios, dueños de revistas, con contratos muy cuidados de espectaculares y parabuses, lo trágico aquí es que como nunca antes, solo en este espacio temporal de elecciones vemos muy activos a los dueños de revistas, publicitando personajes de la política, gastando cantidades estratosféricas en publicidad de gran formato (espectaculares, rotulación de autobuses, portadas de revistas), hoy en día es el mejor dispositivo de marketing electoral mexicano, fuera de tiempos de campaña, pero le pregunto a usted ciudadano ¿si fuera dueño de una revista, gastaría de 30 a 40 mil pesos en cada espectacular en donde aparece como portada “x” ciudadano, que casualmente meses después se convertirá en candidato de algún partido? Sumamos 40 espectaculares más 70 rotulaciones de autobús, más un tiraje de 30 mil revistas con la misma imagen, ¿en verdad será negocio para usted dueño de la revista? Me parece que no, y además los ciudadanos no son tontos…
Esta actitud de responsabilidad, de transparencia y de equidad en la contienda es lo que busca el ciudadano, al fin de cuentas, los partidos políticos viven de los dineros públicos, de los impuestos de todos, y a pesar de ello pretender burlar la normatividad y mover intereses colaterales que la misma deficiencia de la ley permite, pero lo peor es que los ciudadanos que nos representan en el IFE y en los 32 institutos electorales son incapaces de pensar como ciudadanos de a pie, ellos no ven, lo que usted y yo si vemos, quizá es que tienen una mirada de “servidores públicos”.
Bajo este argumento como se puede observar, si la publicidad es contratada o publicitada por un tercero, si no lleva la leyenda de “vota” o “pre”, “candidato”, increíblemente se puede hacer. Hoy recuerdo una publicidad que se montó sobre una camioneta de Mitsubishi de nombre “Montero”, si, la camioneta se llama Montero, pues por el año 2009, varias decenas de espectaculares decían, –le pido lo imagine– “espectacular, camioneta al centro, logo de Mitsubishi, letras gran formato MONTERO, abajo “si puede”, “te conviene”, “está contigo”, esto nunca se pudo relacionar con el candidato. Una campaña magistral, bien cuidada, y precursora, pero que analizando, no fue bien vista por la sociedad, y sin duda fue un parte aguas en la forma de hacer marketing electoral “engañoso”, mismo que ahora retoman sin ningún problema muchos candidatos en el país, la nueva forma de hacer pre-campaña sin hacerlo. Ahí está el origen de lo que los ciudadanos esperan “lo correcto”, creo que se puede jugar con la ley, se puede ocupar el poder, se puede manejar a los órganos electorales, se puede dar la vuelta a la legislación en materia de pre-campañas, pero lo que no se puede y debe hacer, es intentar verle cara de “idiota” termino tomado de la RAE (Real Academia Española) usándose para un ciudadano privado y egoísta que no se preocupaba de los asuntos públicos. En latín, la palabra idiota (una persona normal y corriente) precedió al término del latín tardío que significa «persona sin educación» o «ignorante».
Así que ya sabe, si pertenece a un círculo cercano a algún candidato a puesto político en su estado y por casualidad se llama “Mercedes” o “Polo” o lo conocen como “el escarabajo o el lobo” bien puede ocupar esta laguna legal a favor de su candidato, lo que si no le aseguro es que le funcione, lo que nos falta por ver, será a una candidata haciendo “precampaña simulada” en la revista de H para Hombre, así las cosas.
Nos vemos en la próxima…
