Jordan es un entusiasta fan del anime. De hecho, actualmente está trabajando en la adaptación de gen: LOCK de Grey G. Haddock, y recientemente la productora Rooster Teeth publicó una entrevista en la que ambos conversaban sobre cómo Dragon Ball Z influyó en su preparación para una importante escena de Creed II.
Madrid, 27 de enero (EuropaPress).- Michael B. Jordan se ha convertido en los últimos años en una de las grandes revelaciones de Hollywood. El actor sigue ganando elogios tanto por su papel en Black Panther, como por su cruda interpretación como Adonis Creed en Creed II: La leyenda de Rocky. Y parece que Goku ha tenido mucho que ver en su actuación.
Jordan es un entusiasta fan del anime. De hecho, actualmente está trabajando en la adaptación de gen: LOCK de Grey G. Haddock, y recientemente la productora Rooster Teeth publicó una entrevista en la que ambos conversaban sobre cómo Dragon Ball Z influyó en su preparación para una importante escena de Creed II.
«Hubo un momento en Creed II durante mi entrenamiento en el que estuve cerca de caer al suelo, pero conseguí levantarme», explica Jordan sobre la dura preparación física que el papel requería. «Era como el legendario Goku, como Gohan…. caer y levantarse».
«Como cuando Gohan tiene el brazo muerto, pero sigue luchando contra Célula. Sin duda el anime fue una gran motivación para mí», añadió el actor.
Por supuesto, esta no es la primera vez que el actor hace pública su pasión por el anime. Durante la promoción de Black Panther, donde interpreta al villano Erik Killmonger, Jordan reveló su pasión por la animación japonesa, mencionando a Naruto y Bleach como dos de sus series favoritas. Desde entonces se ha convertido en algo así como un embajador del anime, lo que le ha llevado a participar en gen: LOCK poniendo voz a uno de los personajes principales.
Mientras tanto, Creed II: La leyenda de Rocky llegará a los cines españoles el 25 de enero para volver a poner contra las cuerdas al hijo de Apollo Creed, que en ésta ocasión se enfrenta nada menos que al hijo de Ivan Drago (Dolph Lundgren), en la que posiblemente sea la última película de Sylvester Stallone como el icónico campeón de los pesos pesados Rocky Balboa.