Jesús Rodríguez Almeida, Secretario general del Gobierno y encargado de despacho, notificó de manera formal el fallecimiento de la Gobernadora y solicitó el nombramiento de un gobernador interino en un plazo máximo de 30 días.
Ciudad de México, 26 de diciembre (SinEmbargo).– El Congreso de Puebla inició este miércoles con los trabajos para nombrar a un Gobernador interino luego de la muerte de Martha Érika Alonso en un accidente aéreo.
Jesús Rodríguez Almeida, Secretario general del Gobierno y encargado de despacho, notificó de manera formal el fallecimiento de la Gobernadora y solicitó el nombramiento de un gobernador interino.
“La Constitución Política del Estado de Puebla establece en términos de los artículos 77, último párrafo y 57, fracción XVII, que por tratarse de la ausencia absoluta de la gobernadora, el Congreso nombrará un gobernador interino en un plazo que no puede exceder de 30 días, si se da en los dos primeros años del periodo constitucional. Por lo que solicito atentamente a esta Legislatura que lleve a cabo los trabajos para poder dar cumplimiento a lo antes señalado”, indicó Jesús Rodríguez Almeida.
Juan José Espinosa, Presidente de la Mesa Directiva del Congreso de Puebla aseguró que los trabajos para elegir al Gobernador interino se darán de manera unánime y que no se descarta a ninguna persona.
“Quienes somos mayoría en este Congreso, estamos conscientes de la enorme responsabilidad que tenemos en nuestras manos y vamos a privilegiar el dialogo para que podamos por unanimidad definir quien debe conducir las riendas del estado de Puebla”.
El Congreso de Puebla está conformado por 41 legisladores, de los cuales el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) tiene 14 y con sus aliados Partido del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES) suma 22 diputados en total, es decir, mayoría. En tanto, el Partido Acción Nacional (PAN) tiene 7 y junto a Movimiento Ciudadano (MC) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) suman 11.
El coordinador de la bancada del PAN, Marcelo García Almaguer dijo que el grupo legislativo pugnará por un perfil que garantice la gobernabilidad y continúe con el plan de trabajo que dejó la Gobernadora, Martha Erika Alonso.
Aunque evitó mencionar algún nombre, dijo que el Congreso tiene que trabajar con responsabilidad y dejar a un lado la polarización.
Martha Érika Alonso, 45 años, quien había asumido apenas hace unos días como Gobernadora del estado mexicano de Puebla, así como su esposo, el coordinador de los senadores del PAN Rafael Moreno Valle, 50 años, murieron el pasado 24 de diciembre en un aparatoso accidente aéreo.
Una de las posibles causas del accidente, según las autoridades, es un golpeteo de viento en la cola del helicóptero que sólo sobrevoló unos minutos.
El mundo político y de la administración pública en México se sacudió el 24 de diciembre por el anuncio de la muerte de Martha Érika Alonso, y de su esposo, Rafael Moreno Valle. La mayoría de los políticos de izquierda, centro y derecha lamentaron los hechos mientras que algunos vinculados al Partido de la Revolución Democrática (PRD) y al PAN pidieron una investigación imparcial por “el clima que se vive en Puebla”.
Rafael Moreno Valle y Martha Érika Alonso Hidalgo lograron construir en el estado de Puebla un sólido régimen político conocido como “el morenovallismo”.
De la mano del partido conservador de Acción Nacional (PAN), Moreno Valle logró ser Gobernador del estado de Puebla (2010-2016), precandidato presidencial y Senador, mientras que su esposa fue la presidenta del sistema asistencial hasta que el pasado 15 de diciembre tomó posesión como Gobernadora tras meses de una batalla jurídica por el resultado de las elecciones del 1 de julio.
Más allá de sus cargos públicos, ambos consolidaron el régimen del “morenovallismo” con un control de la política local, la modernización de las principales ciudades y un crecimiento económico del estado por encima de la media nacional.
Sin embargo, fueron señalados por la oposición de ejercer el poder con mano de hierro, encarcelar a los principales líderes sociales y políticos, ejercer presión contra alcaldes contrarios y abandonar a los sectores más vulnerables.
Sin hijos, ambos enfocaron sus vidas en sus respectivas carreras políticas perfectamente entrelazadas y siempre con un círculo de colaboradores muy cercano y con una ausencia de contacto con las clases sociales más marginadas del estado.
Difícilmente daban entrevistas de prensa, pocas veces convivían con personas ajenas a su círculo rojo e incluso constantemente viajaban por vía aérea, lo que les supuso constantes críticas de líderes empresariales y políticos.
El grupo de Rafael Moreno Valle (que heredaría Martha Erika Alonso) ha quedado en la orfandad. Y está en búsqueda de un nuevo líder que los lleve, dicen, a ganar en la elección extraordinaria en Puebla. El ex Gobernador Tony Gali ha prometido que ganarán, “en memoria” de la pareja Alonso-Moreno Valle.
Decenas de políticos han quedado a la deriva en Puebla. Ahora buscan mantener la cohesión, porque hay dos vacantes claras: el líder del morenovallismo, y el candidato a la gubernatura.
El juego de tronos en Puebla y las decisiones personales de Javier Lozano lo han dejado fuera de la posibilidad que tuvo en el pasado. Todos los aspirantes a liderear a los morenovallistas o a ser candidato a la gubernatura son del PAN.