La reforma político-electoral que México necesita

26/09/2013 - 12:00 am

Sin lugar a dudas estas semanas serán decisorias en el futuro de la Construcción Democrática de México; los temas a discutir por las Cámaras no resultan novedosos, pues desde la Academia se han discutido en múltiples ocasiones respecto a lo que el país necesita en materia político electoral.

Desde hace tres años he venido trabajando e investigando sobre el tema y hoy más que nunca creo que tenemos una oportunidad única de transformar verdaderamente a México.

Lejos de los acuerdos y negociaciones de los partidos políticos debemos anteponer la vida democrática y el bienestar de los mexicanos. Es por ello que en dicha reforma se deberán abordar temas muy sensibles y con un alto grado de interés partidista, pero por desgracia nuevamente todo queda en el terreno de lo que hemos denominado la “Cartelización Legislativa”.

La primera propuesta a debatir en el Congreso de la Unión será lo referente a la creación del Instituto Nacional de Elecciones. Esta propuesta contempla crear un organismo verdaderamente autónomo, independiente y ciudadanizado integrado con los mejores mexican@s, los más preparados para ocupar el cargo y representar los intereses verdaderamente de los ciudadanos.

Este asunto no es nada sencillo e implica romper cadenas tradicionales de corrupción, de cuotas de poder en cada estado y de cada Gobernador o Secretario de Gobierno, es decir, con la implementación del INE, se pretende reducir principalmente la obesidad de la estructura electoral del país, en otras palabras eliminar de golpe a los 32 Institutos Electorales con sus respectivas estructuras administrativas.

Un asunto nada sencillo y que arrastrará al debate muchos intereses creados de por medio, en otras palabras, se imagina qué es lo que pasa por la mente de alguno de los más de 220 consejeros electorales del país, que de la noche a la mañana se quede sin su jugoso empleo en donde ganan entre 45 mil y 90 mil pesos dependiendo el estado al que pertenezcan, o de los miles de empleados de éstos organismos que incluso en muchos de ellos han recortado la plantilla de personal y no se les logra pagar su liquidación a más de dos años.

Sin duda alguna es y deberá ser una prioridad ya que el gasto que se ejerce es brutal, aunado a que todos los institutos estatales sin excepción alguna recurren al auxilio del IFE en cuanto al registro y el padrón electoral se refiere, incluso se han llegado a prestar materiales electorales como urnas entre algunos estados o entre el IFE y los Institutos Electorales. Es por ello que si se logra llegar al consenso por parte del Congreso y eliminar estas estructuras, beneficiaria económicamente al país, concentraría las elecciones en un sólo órgano nacional, se romperían las cadenas de corrupción, se eliminarían las designaciones de consejeros a modo, se dotaría de verdadera independencia, transparencia, legalidad, objetividad y certeza.

La selección de los consejeros electorales del INE deberá de recaer en organismos ciudadanos, instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil, acotando el poder de veto y de selección que hoy en día opera en todos los nombramientos a nivel nacional e incluso en el propio IFE. Los consejeros electorales deberán dejar de ser rehenes de los partidos políticos, y dejar de operar a favor de los mismos camuflados de consejeros ciudadanos, cuando en realidad son peones del ajedrez democrático.

Sin duda, otro tema que nos duele a los mexicanos es lo relacionado con la fiscalización de los recursos de los partidos políticos y lo que se destina para las campañas electorales. Los mexicanos estamos cansados de ver cómo nuestro dinero vía impuestos, se va a la basura con gastos millonarios en publicidad partidista, en mantener a los partidos políticos que incurren en absurdos como justificar gastos operativos de partido, mediante facturas de lujosos restaurantes o, por risorio que parezca, con facturas de alquiler de equipo acuático-deportivo. Este tipo de abusos ya no se puede permitir.

Asimismo, hemos venido observando en los últimos procesos electorales un tema de vital importancia para la democracia mexicana como lo es el dinero que se ingresa a las campañas de manera ilícita o que provienen del narcotráfico. Con la reforma y la aprobación de las candidaturas independientes deberemos estar muy pendientes de estas aportaciones, pues correremos el riesgo de pasar del asesinato de candidatos no “cooperativos” con los cárteles , a ver cómo los “cárteles” se hacen con el control en los municipios o estados por la vía electoral.

En cuanto hace a los partidos políticos se deberá poner en la mesa de “negociaciones” lo que viene siendo su acta de nacimiento y carta filiación, es decir, México ya no se debe dar el lujo de mantener a miles de oportunistas que crean partidos políticos estatales sólo para acceder a las prerrogativas y ganar unos cuantos millones de pesos, que serán disfrutados por un puñado de hampones. Tampoco debemos permitirnos el seguir manteniendo partidos que sólo obtienen el 2% en las elecciones mediante coaliciones engañosas, por tanto se deberá aumentar a 5 o 6% el mínimo para mantener su registro como partido político y dejar de disfrutar el financiamiento público que pagamos usted y yo con los impuestos producto de nuestro trabajo.

Un tema escabroso es la reelección, lo que se conoce como accountability y que es algo que beneficiaria nuestra democracia, pues esto obligaría a “nuestros representantes ciudadanos” diputados, senadores y regidores a trabajar.

Este mecanismo los obligaría a regresar a aquellas comunidades donde pidieron el voto en campaña y al cual hoy en día nunca vuelven a regresar. Con esta modalidad se verían forzados a estar pendientes de su electorado con miras a una reelección en donde los ciudadanos califiquemos y evaluemos su desempeño y no sólo les paguemos sus 120 mil pesos al mes. Con esto dejaríamos de ver regidores, diputados y senadores “divas” que se sienten hechos a mano, ídolos de barro y de poder, pues al final del camino no son más que nuestros representantes, y al más puro estilo de los narcos, nosotros los ponemos y nosotros los quitamos, pero de una manera legal, sensata y democrática.

Por último y no menos importante, el tema a discutir deberá ser la implementación de la segunda vuelta electoral ya que han pasado más de 18 años, seis legislaturas como lo he comentado en columnas anteriores y el tema no pasa al interior de las comisiones. La última propuesta fue la que dejó el ex Presidente Felipe Calderón días antes de que terminará su encargo, misma que a más de un año sigue en “ revisión” por parte de los legisladores. Un tema que no es cómodo para nadie, que implica un riesgo para los partidos políticos, que los obliga a ser mejores y más competitivos, que los constriñe a dejar de engañar y de robar, a caminar con pies de plomo, pues en votaciones futuras podrían sufrir un fuerte descalabro, eso sin olvidar que en la segunda ronda se daría una especie de coalición entre los partidos perdedores y alguno de los dos en competencia en segunda vuelta, ahí está el caso que analizo en el libro Cartelización Legislativa: La Segunda Vuelta Electoral, en formato e-book, en donde se investiga empíricamente las consecuencias de una posible implantación de la segunda vuelta electoral, se documentan estudios sobre 12 naciones latinoamericanas y el caso mexicano de San Luis Potosí respecto a la Segunda Vuelta Electoral.

Todos estos tópicos son fundamentales para nuestra democracia, los mexicanos sin duda estamos preparados para ellos, pero dudo, realmente lo dudo que nuestros representantes ciudadanos por primera vez en la historia dejen de lado sus intereses políticos y partidistas y piensen como cualquier ciudadano común y corriente. Reformas necesarias para un país necesitado en un esquema de gobierno cooptado. Tal vez no sea tarde, después únicamente el tiempo nos dará la razón. Nos vemos la próxima semana…

svefrente

Raúl Flores Rodríguez
Doctorando en Gobierno y Administración Pública por la Universidad Complutense de Madrid, Maestro en Gobierno y Gestión Pública por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) Santander, España, Licenciado en Derecho, Especialista en Derecho Electoral, Calidad de la Democracia, Consultoría Política-Electoral, Narcotráfico y Seguridad, Director General de Nexo Estudios.
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