ENTREVISTA | El actor mexicano Marco Treviño, uno de “los 33”

26/08/2015 - 12:06 am
Marco Treviño, uno de los 33 mineros en la película de Patricia Riggen que se estrena mañana. Foto: Especial
Marco Treviño, uno de los 33 mineros en la película de Patricia Riggen que se estrena mañana. Foto: Especial

Ciudad de México, 26 de agosto (SinEmbargo).- Para el actor mexicano Marco Treviño (Ciudad de México, 1961), la vida ha sido un ir y venir hacia su verdadera vocación.

A pesar de que nunca dejó de hacer teatro, vivió unos cuantos años en Guadalajara, alejado del “mainstream”, tan dura que había sido su experiencia en la capital, cuando era más joven y trataba de hacerse un lugar en el universo del espectáculo local.

Pero el oficio pudo más y hace 15 años que volvió a residir en el DF, donde viene desarrollando una más que notable carrera profesional, entre la que sobresale la película Los 33, que se estrenará el 28 de este mes en todas las salas nacionales.

Treviño comparte créditos con Adriana Barraza, Kate del Castillo, Antonio Banderas y Juliette Binoche, en el filme dirigido por Patricia Riggen y que se estrena mañana en todo el territorio nacional, para contar la historia del 5 de agosto de 2010, cuando 33 mineros (32 chilenos y uno boliviano) quedaron atrapados por un derrumbe en una mina del norte del país y 17 días después se conoció que estaban con vida, tras lo cual comenzó una carrera contra el tiempo para rescatarlos.

La película, con guión de Michael John Bell, Mikko Alanne, Craig Borten y José Rivera, se estrenó en Chile, al cumplirse el quinto aniversario del derrumbe y en ella Treviño interpreta a José Henríquez, uno de los mineros sepultados a 700 metros de la superficie, el encargado, de mantener la moral del grupo, quien luego se hizo pastor evangélico.

“Hice un casting y me llamaron para hacer este papel; ha sido una experiencia maravillosa, un sueño cumplido trabajar con artistas de talla internacional como Antonio Banderas, Juliette Binoche, Lou Diamond Philip y Juan Pablo Rava, pero también porque fue una historia conmovedora que nos ha dejado mucho a todos los que participamos en ella”, destaca el actor mexicano.

“Pasamos mucho tiempo en condiciones que me permitieron en varios momentos experimentar sensaciones como las que pudieron tener los mineros; eso de no tener nada que perder y nada que  ganar; momentos en que se siente uno sin compromisos, sin necesidad de nada, conectándote contigo mismo, fue muy interesante comprender el significado de volver a nacer,  desconectarte de todo y vivir el presente sin pretensiones”, agregó.

Treviño es conocido en la escena mexicana sobre todo por su participación en la serie Capadocia. También ha participado en telenovelas como Fortuna, Las Aparicio y recientemente en Los Miserables y Paramédicos.

En cine ha destacado por Hidalgo, la historia jamás contada, Después de Lucía, Memorias de mis putas tristes, Doña Herlinda y su hijo y Malos hábitos, entre otras.

Marco Treviño se acaba de incorporar a la tercera temporada de la exitosa teleserie de El Señor de los Cielos, encarnando al papá de un Presidente de la República.

Al respecto, Treviño reconoce que es un gran reto integrarse a esta producción que ha alcanzado altos ratings en sus primeras tres temporadas, gracias a las actuaciones de un consolidado elenco encabezado, entre otros, por Rafael Amaya (Aurelio Casillas) y Mauricio Ochmann (Chema Venegas).

El actor cerrará el 2015 reponiendo en escena la obra teatral Arrojados al mundo sin un cobertor de lana“, un montaje con dramaturgia de Mario Cantú, bajo la dirección de Ricardo Delgadillo, en la que comparte créditos con Leticia Cavazos.

–¿Cómo ha sido la experiencia de rodaje de Los 33? Parece que fue ayer y ya tenemos película

–(risas) Es verdad. Parece que la película ya estaba planeada antes de que sucediera el rescate. Se aprovechó el quinto aniversario del accidente para lanzar el filme. Fue una gran experiencia. El casting me tomó un poco por sorpresa y más todavía cuando me llamaron para el papel. Trabajar con semejante elenco fue muy bueno.

–¿Cómo fue el rodaje?

–Estuvimos dos meses y medio en Colombia y dos meses en Chile. Empezamos primero los 10 “mineros”, trabajando con 30 extras en las minas de sal de Zipaquirá y luego nos fuimos a Chile para compartir con todo el elenco.

–¿Fue un rodaje pesado?

–Fue pesado, sobre todo para nosotros trabajar debajo de la tierra, entre 10 y 12 horas diarias. Son minas amplias, muy parecidas a las originales, aunque estas son de sal y no de oro y cobre como las de Chile.

Treviño también ha participado en Capadocia y El señor de los cielos. Foto: Especial
Treviño también ha participado en Capadocia y El señor de los cielos. Foto: Especial

–O sea que tuviste que tener muy buen estado físico

–De alguna manera sí, pero también la producción nos pidió adelgazar conforme iba avanzando la historia. Nos pusieron a dieta.

–¿Cuál es el minero que te tocó encarnar?

–José Enríquez, a quien le decían el pastor y que al final de cuentas después del rescate se convirtió en pastor evangélico de verdad.

–El rescate de los mineros ocupó mucho espacio en los medios, ¿cómo está la situación ahora?

–El Gobierno de Chile tomó acciones para protegerlos, pero en realidad quedaron descubiertos. Tuvieron derecho a una pensión vitalicia, pero los mineros más jóvenes la rechazaron pues tenían opción de ganar más dinero trabajando. El problema después es que no encontraron trabajo, pues ninguna minera quería contratarlos a causa de su fama. Sí la vieron difícil. La mitad de los mineros tiene problemas económicos y emocionales y la otra mitad lo tomó de manera más positiva, enfrentando la situación con mucho ánimo.

–¿Tuviste contacto con los mineros reales durante el rodaje?

–Conocí a Mario Sepúlveda, a don Luis Inzúa –el jefe de los mineros- y conocí a varios más…fue una experiencia muy interesante. Ahora será interesante saber qué les pareció la película.

–Hablaste recién de Mario Casas, el joven actor español que no puede más de guapo y que parece el reemplazo natural de Antonio Banderas en Hollywood

–(risas) Sí, fíjate que fue una sorpresa incluso para los productores la reacción de las chicas chilenas cuando presentamos la película. Visitamos la Casa de la Moneda y todos recibían aplausos cuando eran anunciados, pero cuando se nombró a Mario Casas fue una verdadera conmoción, al punto tal de que todo el cuerpo de seguridad de la gendarmería se asustó y comenzó a pedirnos que nos metiéramos rápido a la casa de Gobierno. No dejaron de hecho a Mario que saludara y firmara autógrafos a sus admiradoras, por el estado de euforia que generó su presencia.

–Él, tú, Rodrigo Santoro, unos cuantos más, viven esta especie de mercado ampliado del actor latino…que es nuevo en el panorama cinematográfico

–Sí. Los directores y productores que han confiado en el talento del actor latino, han abierto un camino maravilloso para todos nosotros. Inclusive lo que hizo Eugenio Derbez con No se aceptan devoluciones y antes de ello la propia Patricia Riggen con Bajo la misma luna, que fueron éxito de taquilla en los Estados Unidos, tuvieron mucho que ver con este auge del latino en Hollywood y en las producciones internacionales.

–Antonio Banderas es muy conocido en los rodajes latinoamericanos, ha filmado casi en todo el continente…

–Me sorprendió gratamente. Es un gran compañero de rodaje. No tenía un camper vip ni nada, era un compañero más. Juliette Binoche lo mismo, comparto sólo una escena con ella y en dos ocasiones me tocó estar en el set, sentarme al lado de ella y enseguida conversar, con la mayor naturalidad. Me empezó a platicar como si nada. Muy agradabel, la verdad.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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