El grupo político de Felipe Calderón no ha tenido una victoria desde que llegó a la Presidencia de la República en 2006, un triunfo que no ha podido quitarse la mancha del presunto fraude electoral. Derrota tras derrota los han perseguido; en la elección intermedia de 2009, al ceder la presidencia en 2012, al no poder obtener la dirigencia del PAN, en 2018 con la fallida candidatura de Margarita Zavala, y en 2020 cuando les fue rechazado el registro a México Libre, su proyecto de partido.
Ciudad de México, 26 de junio (SinEmbargo).– La Diputada Margarita Zavala Gómez del Campo aparece en algunas de las encuestas presidenciales que la colocan en el cuarto lugar, detrás del emecista Luis Donaldo Colosio Riojas, un proyecto que en el pasado ya ha probado las hieles del fracaso, cuando en 2018 renunció a su candidatura independiente por la Presidencia, sobre la cual hubo señalamientos de irregularidades en la recolección de firmas que incluso le valieron ser multada por la autoridad electoral.
En las aspiraciones de Zavala Gómez del Campo muchos ven la intención de continuar con el proyecto de su esposo, el expresidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), quien después de permanecer en silencio durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), se ha mantenido como un crítico del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a quien cuestiona por un lado la estrategia de seguridad, mientras que en el otro calla las implicaciones de su Secretario de Seguridad, Genaro García Luna, con el narcotráfico.
El grupo político de Calderón Hinojosa, en el cual se encuentra Margarita Zavala, no ha tenido una victoria desde que llegó a la Presidencia de la República en 2006, un triunfo que no ha podido quitarse la mancha del presunto fraude electoral. En 2009, por ejemplo, el Calderonismo perdió la mayoría en el Congreso y los gobiernos de Querétaro y San Luis Potosí, lo cual llevó a que por primera vez en su historia un dirigente nacional blanquiazul, en ese entonces Germán Martínez Cázares, presentara su renuncia por un fracaso electoral.
Tres años después, en la elección presidencial de 2012, Felipe Calderón fue acusado de operar a favor del priista Enrique Peña Nieto en contra de su correligionaria y excolaboradora, Josefina Vázquez Mota. En esa ocasión Calderón no sólo llevó al PAN a dejar la Presidencia, también perdió Jalisco y Morelos, y hundió a su partido como tercera fuerza política en el Congreso.
Lo que siguió en el Gobierno de Peña Nieto fue un silencio que contrastó con la disputa de su grupo político para hacerse del control del Partido Acción Nacional (PAN), algo en lo que también perdió. En 2014, el entonces Senador Ernesto Cordero, uno de los hombres más cercanos de Calderón, perdió la dirigencia del partido frente a Gustavo Madero y cuatro años después, él y otros senadores afines al expresidente fueron expulsados.
Calderón se mantuvo como un crítico de las gestiones de Gustavo Madero, Ricardo Anaya y Damían Zepeda.
El respaldo del blanquiazul a la candidatura presidencial de Anaya llevó a su esposa, Margarita Zavala, a renunciar a su militancia al PAN —partido por el cual ahora es Diputada— y contender por la vía independiente por la Presidencia de la República en 2018.
Zavala consiguió el registro en marzo, pero su campaña no despegó, con una intención de voto que nunca llegó a los dos dígitos. Su participación se limitó a un par de meses en los que asistió a sólo uno de los tres debates presidenciales.
A finales de ese mismo año, Calderón Hinojosa también renunciaría al PAN, en la antesala de la renovación de la dirigencia del partido, en la que el candidato al que apoyó, Manuel Gómez Morín, perdió frente a Marko Cortés, el actual presidente blanquiazul.
“Porque México requiere urgentemente una opción de participación política a cuya creación ya vienen contribuyendo nuevas voces ciudadanas, especialmente de jóvenes, y permanecer en el PAN solo implica una desviación y pérdida de tiempo, recursos y capacidad de organización que deben dedicarse a impulsar ese esfuerzo con todo vigor. Por las razones expuestas, renuncio a mi militancia en el PAN”, expuso Calderón en su renuncia.
Esta tarde presente de manera personal y privada mi renuncia al Partido Acción Nacional, la cual fue hecha pública por el Comité Nacional. En atención al interés y en descargo de la confusión generados, publico íntegro su contenido: pic.twitter.com/bS2k39h1r6
— Felipe Calderón 🇺🇦 (@FelipeCalderon) November 12, 2018
Esa opción de la que Calderón habló, trató de concretarla con su proyecto de partido: México Libre, que le implicó otra derrota. No logró el registro para poder participar en la contienda de 2021, y por el contrario le valió cuestionamientos al no comprobar el origen de los recursos que recibió. Zavala y Calderón acudieron al Tribunal Electoral luego de que se les negara el registro, pero en octubre de 2020 esta instancia determinó que la agrupación no acreditó el origen de algunas aportaciones hechas por simpatizantes durante la campaña.
La elección del pasado 5 de junio también implicó un descalabro para el Calderonismo con la derrota del PAN en Tamaulipas—el último reducto de su grupo— a manos de Morena. Con la salida de Francisco García Cabeza de Vaca también dejan el poder los calderonistas Roberto Gil Zuarthl, el exsecretario particular de Calderón, Salvador Vega Casillas, Javier Lozano Alarcón, Maximiliano Cortázar Lara y Jorge Manzanera Quintana, quienes se habían enquistado en el Gobierno a través de contratos, como reportó Álvaro Delgado en SinEmbargo.
Ahora el grupo calderonista tiene ante sí la posibilidad de contender en una nueva elección de la mano de Margarita Zavala. Los diarios El Universal y Reforma la colocan como una de las principales aspirantes para 2024. Ambos la sitúan como la segunda mejor opción de la oposición, detrás del joven alcalde Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, que apenas debutó hace tres años en la política de la mano de Movimiento Ciudadano, pero cuyo impacto en las tendencias es atribuido al nombre que heredó de su padre: el excandidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, asesinado en plena campaña en 1994.
Zavala Gómez del Campo ya sabe lo que es competir por la Presidencia. En 2018 lo intentó por la vía independiente, sin éxito. De aquella experiencia queda la multa por 24 mil pesos que le impuso el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), luego de recalcular este monto de uno mayor, por las irregularidades detectadas en la obtención de apoyos para lograr el registro.
Aunque es vista como una presidenciable, como lo indican las encuestas, Margarita Zavala no ha confirmado aún sus intenciones.
Lo cierto es que la Diputada ha cargado a cuestas con algunos señalamientos que pesan sobre su esposo Felipe Calderón, quien en 2017 dijo a Eje Central que de ganar su esposa se dedicaría “a no estorbarle en su trabajo, a no intervenir ni opinar, salvo que ella me pida un consejo basado en mi propia experiencia y a desarrollar las tareas que ella me asigne”.
El más reciente señalamiento se dio en la discusión de la Reforma Eléctrica cuando Morena le demandó excusarse de la discusión a causa de los vínculos de Calderón Hinojosa con la energética Iberdrola. Ella denunció violencia política de género en ese momento y votó en contra de la iniciativa.
Ahora tiene frente a sí la oportunidad de contender por la candidatura de una oposición que no despega, en la que las derrotas del Calderonismo pueden ser un factor determinante.