1982: El año que cambió el Líbano, que se estrena este jueves en Cinemex y el día 27 en la Cineteca Nacional y otros cines seleccionados, se mete en los zapatos de Wissam, un niño de 11 años que vive su último día del ciclo escolar mientras su país empieza ser invadido por la guerra.
Ciudad de México, 26 de mayo (SinEmbargo).– Es la recta final del año escolar y en medio de un día cargado de los últimos exámenes, Wissam, un niño de 11 años, lucha consigo mismo para poder encontrar el valor de decirle a Joanna, una niña de su salón, que está enamorado de ella. Sin embargo, esa inocencia que abriga el primer amor se ve interrumpida cuando crecen las tensiones militares en el Líbano.
Es verano de 1982, y la guerra se asoma amenazante en la capital Beirut, donde está la primaria de Wissam, quien aún no comprende cómo su vida está a punto de cambiar.
En la cinta 1982: El año que cambió el Líbano, el director Oualid Mouaness retrata este duro episodio de la historia de su país, y que vivió en carne propia, y lo hace desde la mirada de la niñez:
“Fue muy importante para mí mostrarlo desde el punto de vista de un niño porque en ese entonces yo tenía 10 años y en el año de 1982 fue cuando hubo gran cambio para el Líbano y para el Medio Oriente. Tener el punto de vista de un niño lo hacía más humanitario, nos daba espacio para el diálogo y nos mostraba desde el punto de vista de un niño que la guerra nunca es la respuesta”, relata Mouaness en entrevista para SinEmbargo desde Los Angeles, California.
El director tomó esta perspectiva de la guerra desde su propia experiencia, pero también pensando que cuando se es niño se está libre de opiniones en cuanto a lo político o lo religioso, y se tiene “un punto de vista de vista más humanista”.
Sin ahondar en posturas políticas en contra de nadie mas que de la misma guerra, el director muestra ese momento lleno de miedo y de incertidumbre cuando el peso de las malas decisiones de “los de arriba” repercuten en la población y de telón de fondo aparecen las primeras explosiones y disparos.
Justo en medio de este caos que empieza a tomar forma, los maestros del colegio privado de Wissam tratan de conservar la calma oprimiendo en su pecho sus propias preocupaciones frente a los niños.
“Lo que yo quería era mostrar a los adultos y a la ambigüedad que manifestaban, así como al mismo tiempo señalar lo necesario que es mostrar los sentimientos. Cuando era un niño no sabía en realidad qué era lo que estaba sucediendo, sabía que personas cercanas a mí estaban viendo ciertas discusiones porque mostraban ciertos puntos de vista, fue hasta 10 años después que entendí qué era lo que sucedía”.
“Yo no buscaba mostrar el punto de vista de los adultos sino las emociones que ellos mostraban. Esto es bastante importante. Es algo que nos ayuda a liberar a la narrativa y básicamente yo lo que buscaba era mostrar cuál fue mi realidad de niño y también lo que sería la realidad de esos niños que pasan por esto”, agrega.
La cinta se centra en el amor que siente Wissam, en los nervios de confesarse a la niña que le gusta, las inseguridades, la amistad con su mejor amigo, en justo ese momento antes de que su misma realidad lo haga pensar en una guerra. Tan sólo un acercamiento a la vida de millones de niños que han pasado y pasan por lo mismo en el mundo entero.
“Yo hice esta película no solamente para el Líbano sino para todos los niños del mundo que están atravesando todas estas situaciones parecidas. Es bastante triste ver cómo desde el año de 1982 a ahora, cómo han estado las cosas. Estoy seguro que en Ucrania se están sintiendo bastante mal en medio de esta guerra. Es bastante importante y bastante extraño que no hemos aprendido sobre el pasado, y es interesante como es que los políticos tampoco quieren que las personas aprendan sobre el pasado”, señala Oualid Mouaness.
1982: El año que cambió el Líbano se estrena este jueves en Cinemex y el día 27 en la Cineteca Nacional y otros cines seleccionados. El filme es un recordatorio sobre el sufrimiento que sólo dejan las guerras sobre todo en estos tiempos de tensiones políticas.
“Busco que podamos ver con esta película que la guerra no es la respuesta. Vemos cómo en la guerra de Ucrania y de Rusia están ambos luchando de vuelta, vemos cómo esto genera más violencia de ambos lados lo cual no genera el diálogo, y con esta película es lo que buscamos, que se genere la conversación, el diálogo”.
La cinta, que llega a México gracias a ala distribución de Tulip Pictures, tuvo su estreno internacional en el Festival Internacional de Cine de Toronto en 2019 donde fue reconocida, asimismo también se convirtió en la representante del Líbano para competir a Mejor Película Internacional en los premios Óscar de 2020.
“Es bastante significativo para mí que la película esté sucediendo 40 años después, desde 1982 hasta 2022 este junio. Es muy triste ver que esto no ha cambiado, espero que las personas puedan escuchar este mensaje y puedan darse cuenta que esto está sucediendo”, culmina.