Gobierno mexicano investiga redes de trata y tráfico de personas que operan en el país, aprovechando la necesidad de los migrantes que buscan mejores oportunidades, cobrandoles cantidades que rebasan los 200 mil pesos para llegar a Estados Unidos.
México, 26 ene (EFE).- El Gobierno de México informó este domingo de que investiga a unas 20 redes de tráfico de personas, de alcance internacional, que operan en su territorio y cobran alrededor de 10 mil 600 dólares por persona a los migrantes que buscan atravesar el país para llegar a Estados Unidos.
Mediante un comunicado, el Instituto Nacional de Migración (INM) de México reveló que en el país operan esa cifra de redes de tráfico de personas, quienes aprovechan la necesidad de los migrantes, especialmente centroamericanos, de buscar mejores oportunidades de vida fuera de su país.
“Estas redes criminales aprovechan la necesidad de las personas en contexto de movilidad para cobrarles cantidades de dinero que pueden rebasar los 200 mil pesos (unos 10 mil 600 dólares) por persona”, se apuntó en el comunicado.
El INM expuso que han identificado que, “además del traslado y resguardo de personas, estas bandas ofrecen hasta cinco intentos para lograr la internación de las personas (centroamericanos) al país que solicitan”, principalmente Estados Unidos.
Ante este escenario, el Instituto Nacional de Migración dijo que está comprometido en la lucha contra los delitos de trata y tráfico de personas, así como por mantener una migración segura, ordenada y regular.
Este semana, miles de migrantes, en su mayoría de Honduras, cruzaron irregularmente el río Suchiate, frontera natural entre México y Guatemala, en dos ocasiones, lunes y jueves.
En ambas oportunidades, la Guardia Nacional contuvo a los migrantes y detuvo a la inmensa mayoría de ellos.
Desde mediados de enero, miles de centroamericanos iniciaron una caravana para llegar hacia Estados Unidos, y llegaron a la frontera entre Guatemala y México días después.
El pasado fin de semana, al menos mil personas entraron regularmente en el país y fueron llevadas a estaciones migratorias, y si bien se estaría evaluando su condición de asilo o la oferta de trabajo, las autoridades migratorias reconocieron que la mayoría serán deportados.