Tijuana, BC., 25 Oct (Notimex).- La tuberculosis en Baja California ha prevalecido respecto al índice de morbilidad y mortalidad como un grave problema de salud pública entre la población más vulnerable.

El responsable estatal del programa de Microbacteriosis del Instituto de Servicios de Salud en el estado, Jonathan Figueroa Salamanca, dijo que la enfermedad no se limita a una infección por una microbacteria, sino que envuelve a todo un componente social.

Refirió que para lograr un control de esta enfermedad, es necesario realizar acciones enfocadas al diagnóstico oportuno y atención integral de los pacientes, como es el propósito principal del sector en la actualidad.

“Teniendo un diagnóstico oportuno del tratamiento y seguimiento bacteriológico adecuado, nos llevará a interrumpir la cadena de transmisión de esta enfermedad”, manifestó el especialista médico del programa.

Explicó que la incidencia de la tuberculosis de todas las formas en México durante 2014, fue de 55.3, más de tres veces que la media nacional, “lo que denota que estamos llegando tarde al diagnóstico”.

Figueroa Salamanca consideró que se deben emprender acciones inmediatas, pues este reflejo traerá como consecuencia mayor dispersión de la transmisión de la enfermedad.

“Si llegamos tarde al diagnóstico, nuestras oportunidades de llegar al paciente disminuyen”, mencionó.

En Baja California, en 2013, la tasa de mortalidad fue de 8.46 por ciento, cuatro veces más que la media nacional y en 2014, según datos del Departamento de Vigilancia Epidemiológica estatal hubo 262 muertes, de las cuales 232 fueron por tuberculosis pulmonar.

Indicó que la mayoría de estas muertes se registraron entre personas de los 15 a los 64 años, “actualmente la proporción con respecto a esta enfermedad entre hombres y mujeres, sigue siendo en hombres, en este rango de edad”.

“Hay padres de familia, sustentos que manifiestan no poderse atender, no poder ir a consulta porque no pueden dejar de trabajar”, lo que representa un grave problema social de salud pública que contribuye a la dispersión de la enfermedad, expuso.

Recordó que en 2014 se registró la muerte de dos menores de cinco años, “es alarmante, porque una de ellas fue por tuberculosis pulmonar y la otra por tuberculosis meníngea; los que sobreviven a esta última, quedan con secuelas sin buena calidad de vida”.

Figueroa Salamanca agregó que el año pasado este sector cerró al 1 de septiembre, con la atención de mil 40 casos, de los cuales 41.6 por ciento obtuvo curación.

Anotó que en años anteriores, por ejemplo, en 2011, la curación era de 35.8 por ciento, “hemos avanzado, teniendo una cifra máxima en 2013 de 47.26 por ciento, y un descenso en 2014, pero por arriba de 40 por ciento”.

Esta situación, dijo el responsable del programa, “es un reflejo que debemos seguir trabajando y reforzando las acciones para llevar a cabo una mayor curación y atacar lo que es la transmisión de la enfermedad”.

Refirió que en 2014, Baja California se ubicó en semáforo rojo, ante lo cual las acciones específicas deben ir enfocadas a controlar la enfermedad.

Mencionó que uno de los factores por los cuales en esta frontera sube el número de casos de manera exponencial, es el abandono, con 20 por ciento, involucrado con problemas por adicciones y demográficos en el renglón de la migración.

Estas rutas migratorias se refieren no sólo a ir más allá de la frontera, sino a la migración interna que constantemente se está dando sobre todo hacia entidades del norte del país como Baja California, Sonora y Sinaloa.

La migración interna, de estado a estado, también ocasiona la dispersión o agravamiento de la tuberculosis, sobre todo la llamada “migración golondrina”, que se da principalmente en las temporadas de trabajo agrícola en determinadas regiones del país.

Esta situación migratoria, añadió el especialista, dificulta las acciones para identificar y localizar los casos de pacientes con la enfermedad, “esto es lo que más se ha venido trabajando en Baja California”.

Se han tratado diversos pacientes, siete terminaron su tratamiento; se lograron curar seis; dos abandonaron el tratamiento, otros dos no se han localizado y uno continúa con éste.

En materia internacional, se han obtenido algunos logros en la atención a pacientes a través de acuerdos binacionales, “hemos logrado avances con puentes de esperanza y hemos integrado comités y expertos”.

Los retos han sido reforzar los modelos de atención, enfocados al paciente, proveerlos de lo necesario para que continúen su tratamiento, pero sobre todo, invertir y apostar por la salud pública, manifestó.