La relevancia del hallazgo no solo radica en su tamaño o acabado, sino en su ubicación, pues estaba al pie de la edificación más importante para los mexicas y en el eje central que cruza la “capilla” de Huitzilopochtli y la escultura monumental de la diosa Coyolxauhqui.
Ciudad de México, 25 de enero (SinEmbargo).- Expertos del Proyecto Templo Mayor (PTM) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontraron un bajorrelieve con la imagen de un águila real en calles del Centro Histórico de la Ciudad de México.
La figura, denominada como itzcuauhtli, que en nahua significa “águila de obsidiana” y con la cual los mexicas se referían al águila real (Aquila chrysaetos canadensis), fue hallada en el entrecruce de República de Guatemala y de Argentina.
La itzcuauhtli mide 1.06 metros de largo por 70 centímetros de ancho labrado sobre tezontle rojo. Este bajorrelieve es el de mayor tamaño de un conjunto de 67 elementos encontrados en el Templo Mayor, informó el INAH en un comunicado.
Fotografías de Mirsa Islas. pic.twitter.com/dFYGUGFkGa
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Cabe destacar que, su relevancia no solo radica en su tamaño o acabado, sino en su ubicación, pues estaba al pie de la edificación más importante para los mexicas y en el eje central que cruza la “capilla” de Huitzilopochtli y la escultura monumental de la diosa Coyolxauhqui. También se encuentra cerca de Cuauhxicalco, un edificio circular, su nombre se traduce como “lugar de la jícara del águila” y según la información de documentos del siglo XVI, ahí se realizaban las incineraciones rituales de los gobernantes tenochas.
En febrero de 2020, el equipo concluyó la liberación y limpieza de la figura, sin embargo, los resultados fueron revelados hasta ahora luego de haber realizado una profunda investigación.
Rodolfo Aguilar Tapia, arqueólogo al PTM, dio a conocer que el hallazgo se verificó durante la novena temporada de campo del PTM, la cual estuvo centrada en explorar debajo del “puente liga” que une a las calles de Guatemala y Argentina, en la época prehispánica ahí se encontraba la plaza oeste del Recinto Sagrado de México-Tenochtitlan.
“Este piso es único en todo el Templo Mayor ya que contiene bajorrelieves que aluden a la concepción dual del edificio. Del lado sur, donde estamos explorando, se encuentran elementos como esta águila, vinculados con el ciclo mítico del nacimiento de Huitzilopochtli; mientras que al norte, los bajorrelieves localizados anteriormente —los primeros en 1900 por Leopoldo Batres, y los posteriores por el PTM y el Programa de Arqueología Urbana (PAU)— contienen representaciones asociadas con Tláloc, el ciclo del agua y la regeneración del maíz”, afirmó Aguilar Tapia en dicho escrito.
El arqueólogo sostiene que el trabajo realizado por sus colegas Eduardo Matos Moctezuma y Leonardo López Luján permite conocer en qué etapa constructiva del Templo Mayor se ubican los hallazgos y a qué época pertenecen.
El estudio tuvo que ser pausado por la pandemia del coronavirus, sin embargo, permitió que se analizaran las representaciones iconográficas que existe del águila real en fuentes históricas, con el objetivo de correlacionarlos con el hallazgo.
Indaga @INAHmx bajorrelieve de un águila real descubierto recientemente por el Proyecto Templo Mayor
🔸 Se ubicó al pie del Templo Mayor, en el eje central de la ‘capilla’ dedicada a Huitzilopochtli; correspondería al gobierno de Motecuhzoma Ilhuicamina (1440-1469 d.C.) pic.twitter.com/eAVqiC7cGd
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Aguilar Tapia destaca que una de las representaciones aparece en la Lámina 50 del Códice Borgia, donde se muestra a un águila real posando encima de un mezquite.
“Lo interesante es que esta imagen es iconográficamente muy similar al bajorrelieve que encontramos en campo, en ambas representaciones las plumas rematan en forma de cuchillos sacrificiales, los cuales aluden al nombre nahua del ave: águila de obsidiana”, mencionó.
Para los mexicas, esta ave estaba relacionada con la guerra y el sacrificio, también era considerada como un nahual del sol y de su dios tutelar, Huitzilopochtli.
En las siguientes temporadas del PTM, las investigaciones se centrarán en terminar la exploración del piso donde está el bajorrelieve para buscar otros más, posteriormente retirarlos para indagar y finalmente mostrarlos al público en su posición original: al pie poniente del Templo Mayor.
