El ser mujer y la sororidad ganarán terreno en la temática de la segunda temporada de Madre sólo hay dos, pero por supuesto la maternidad seguirá siendo el centro de la trama que presentará los problemas a los que enfrentan las madres en el mundo laboral.

Ciudad de México, 24 de diciembre (SinEmbargo). La primera temporada de la serie mexicana Madre sólo hay dos fue vista por 23 millones de hogares durante sus primeros 28 días de estreno en la plataforma de Netflix. Producida, escrita y dirigida por Carolina Rivera, junto a Fernando Sariñana, se posicionó además en el Top 10 en 32 países, ahora este viernes estrena una segunda entrega que promete seguir atrapando al púbico.

Para hablar de esta nueva temporada, recordamos un poco el cierre de la primera, ese desastroso doble bautizo donde salió a la luz una infidelidad y donde también brotó la sorpresiva declaración de amor de Mariana a Ana. En esta tanta de capítulos recién salidos estas dos mujeres deberán elegir el rumbo que tomarán sus vidas ahora que se han roto varios vínculos.

Aunque la trama sigue girando en torno a la maternidad, como la primera temporada, la serie se enfocará también en el ser mujer, así como lo afirma una de sus protagonistas, Ludwika Paleta.

“El tema central ya no es la maternidad como tal, sino todo lo que vienen con la maternidad pero desde un punto de vista más como de relaciones personales. Después de que nacen las niñas, desde que se conocen y se dan cuenta que una tiene la hija biológica de la otra y se dan todas estas series de cosas que vimos en los primeros capítulos, esta vez es ‘¿qué hago con todo esto?, ¿cómo construyo mi vida?, ¿cómo reconstruyo mis relaciones personales?, ¿cómo me relaciono ahora con estos personajes nuevos que entran a mi vida a la familia?'”, explica a actriz.

En el caso de Ana, esta mujer madre de familia y empresaria, deberá replantearse su vida. Su matrimonio de 20 años se ha ido por la borda, así que es momento de pensar en volver o no al trabajo, y cómo sobrellevará esta dura etapa con sus hijos, ahora que también ha apartado a Mariana y la pequeña Regina de su lado.

En tanto, Mariana, lejos de los privilegios de Ana, tendrá que ingeniárselas para seguir adelante y pensar, antes que en ella, en cómo poder cuidar de su hija por sí sola. Pero también deberá darse cuenta que aunque a veces sí es necesario pedir ayuda y tener una red de apoyo cerca.

“Me identifiqué mucho con Mariana que de pronto quiere ser ‘las yo todas puedo’ y sola contra el mundo y se da cuenta que no, que las cosas se le empiezan a salir un poco de las manos, y lo importante que es saber pedir ayuda cuando la necesitas, el tener una red de apoyo”, cuenta la actriz Paulina Goto.

Madre sólo hay dos en su segunda temporada ahonda en los primeros capítulos en cómo la mujer tiene el doble de exigencia de trabajo cuando es madre, pues su labor se convierte 24/7 y en la sociedad aún hay muchos prejuicios sobre la maternidad al momento de buscar o ejercer un puesto.

“Aunque no he sido mamá, el papel que juega la mujer en el mundo laboral es bien rudo. Esta parte de ir a pedir trabajo, y tu bebé y tenerte que separar de ella y enfrentarte a todas estas cosas donde creo que la maternidad, para mucha gente y para el mundo laboral, es como una debilidad. Yo creo que las mujeres podemos ser mamá y ser súper exitosas en nuestro trabajo y quizá habría como encontrar nuevas maneras de poder combinar las dos cosas”, recalca Goto.

Mariana y Ana son mujeres muy distintas, como se vio desde la primera temporada, ambas intentan ser las mejores madres desde diferentes maneras de pensar y técnicas que confían serán los mejor para sus bebés, pero también se dan cuanta que todo es ensayo y error.

Sus diferentes personalidades y temperamentos se pondrán a prueba otra vez ahora que deberán volver a convivir al mismo tiempo que le demuestran al mundo que ser madre no es impedimento para hacer bien su trabajo.

“La historia conecta sobre todo con mujeres porque cubre un espectro muy amplio no solo de las maternidades sino de ser mujer, al tener dos personajes centrales que tienen situaciones tan diferentes y edades diferentes. Obviamente generas mucho más empatía con la gente”, señala Ludwika.

“La serie retrata la historia de muchas mujeres, y cómo le hacen para abrirse el camino en un mundo de hombres, porque si bien hemos logrado muchísimas cosas, nos falta un camino muy grande por recorrer”, agrega.

La segunda temporada de Madre sólo hay dos consta de 8 episodios que ya están disponibles en Netflix y en los que además entrarán nuevos personajes que pondrán en discordia la amistad entre Mariana y Ana.