Este lunes 19 de octubre se celebró el Día de las Escritoras. Una efeméride que tiene lugar cada año el lunes más cercano al 15 de octubre. Para celebrar el talento y genialidad de algunas de las escritoras más reconocidas de la historia, ofrecemos un repaso por algunas de sus frases más célebre
Por Carlota Reina
Ciudad de México, 24 de octubre (EconomíaHoy).- Este lunes 19 de octubre se celebró el Día de las Escritoras. Una efeméride que tiene lugar cada año el lunes más cercano al 15 de octubre.
Esta conmemoración se celebra con el objetivo de hacer visible el trabajo de las mujeres en la literatura y combatir la discriminación que han sufrido a lo largo de la historia. Así, para celebrar el talento y genialidad de algunas de las escritoras más reconocidas de la historia, ofrecemos un repaso por algunas de sus frases más célebres.
“No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente”, Virginia Woolf.
“Solo después de que las mujeres empiezan a sentirse en esta tierra como en su casa, se ve aparecer una Rosa Luxemburgo, una Madame Curie. Ellas demuestran deslumbrantemente que no es la inferioridad de las mujeres lo que ha determinado su insignificancia”, Simeone de Beauvoir.
“Historia real y solemne, no me pueden interesar Las disputas de papas y reyes, con guerras y pestilencias en cada página; todos los hombres son tan buenos para nada, y no aparece casi ninguna mujer”, Jane Austen.
“Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único”, Agatha Christie.
“En mi opinión, las palabras son nuestra fuente más grande de magia y son capaces de dañar y sanar a alguien”, J. K. Rowling.
“La madre superiora lo repetía cada dos por tres, hay que arrancar las ramas antes de que lleguen a troncos”, Almudena Grandes.
“No subas tan alto, pensamiento loco, que el que más alto sube más hondo cae”, Rosalia de Castro.
“No creo en el miedo. El miedo lo han inventado los hombres para llevarse todo el dinero y los mejores trabajos”, Marian Keyes.
“El tirano oprime a sus esclavos, y éstos, en lugar de volverse contra él, se vengan en los que están debajo”, Emily Brontë.
“Todos podemos cambiar, pero nadie puede obligarnos a hacerlo. El cambio suele ocurrir cuando enfrentamos una verdad incuestionable, algo que nos obliga a revisar nuestras creencias”, Isabel Allende.