Debemos recordar que el pasado 30 de julio se resolvió un incidente de cumplimiento de sentencia, en el que se ordenó a la Junta de Coordinación Política (Jucopo) que diera vista al Pleno de la Cámara de Diputados sobre su propuesta del candidato o candidatos que podrían ocupar la vacante que dejó Sergio García Ramírez, en el Consejo General del IFE. Dicha sentencia se encuentra –o al menos eso se supone– en vías de cumplimiento por medio del Pleno de la Cámara de Diputados.
Aunado a lo anterior, también es menester señalar que dentro de seis días concluye el periodo para el cual fueron nombrados cuatro de los consejeros del IFE y aún no existe un acuerdo para entender cómo será la sustitución. Lo anterior supone un desmembramiento importante dentro del IFE, pero tiene cierta lógica la manera en la que están actuando los diputados, pues de nada serviría nombrar a los nuevos consejeros, si la intención es reorganizar a las instituciones electorales, es decir, desaparecer al menos en cuanto al nombre al IFE para dar paso al INE.
Serían procedimientos legales distintos, por ello el IFE ha dado un paso precautorio y ya es el dueño al menos del dominio www.ine.org.mx. Como se ha advertido la discusión está en manos de nuestros representantes al Congreso de la Unión, todo parece indicar que al final del camino sí se optará por adoptar la figura del INE, lo interesante será ver cómo y con qué modificaciones estructurales, cómo será la operatividad y cómo se integrarán los 300 distritos electorales federales, de qué manera se propone homologar dichos distritos con los estatales. Además, será importante ver la cantidad de recursos legales que serán promovidos por los consejeros estatales pues estarían perdiendo su empleo de la noche a la mañana, en fin, esto tienen aún mucha tela de donde cortar.
De momento, la incertidumbre de la creación del INE, el debate que ha generado, las molestias ocasionadas y los argumentos en pro y en contra de lo que al parecer de muchos es violentar el federalismo, o centralizar el poder electoral, queda de lado, pues el Instituto Federal Electoral –por instrucciones quién sabe de quién o por tener una visión casi estadista y muy previsora– han adquirido desde el 25 de abril de 2013 el dominio de lo que seguramente se convertirá en una de las páginas más visitadas y en donde se hospedará virtualmente al menos el nuevo organismo electoral mexicano.
Como tema de actualidad, las nuevas tecnologías de la información nos están obligando a entender el entramado virtual. Hoy en día, ya no sólo las policías investigadoras de delitos informáticos están capacitadas para rastrear, las herramientas del ciberespacio están al alcance de todos nosotros, nada se escapa, como diría don Pedro Ferriz Santacruz “un mundo nos vigila”. Todos y cada uno de los usuarios de Internet –en redes sociales, de correo electrónicos, usuarios de webs– dejan rastros, pistas que se pueden seguir. Hoy podemos saber como el ejemplo que cito: quién y cuándo, en qué fecha, a quién pertenece el dominio, quién y desde dónde se contesta o envía un correo electrónico, quién y de dónde publican en redes sociales. Esto sin duda implica un riesgo que la modernidad nos ha orillado a asumir, pero que sin duda alguna resulta perjudicial e incluso peligroso en muchos casos.
La definición de globalización que encontramos en Wikipedia es: proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo para unificar sus mercados, sociedades y culturas gracias a una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global.
Sin duda, Internet nos permite llegar a lugares donde nunca estaremos. Acercarnos a culturas que nunca conoceremos e interrelacionarnos como nunca lo soñaron nuestros antecesores, incluidos los espías. Todos hemos leído historias de James Bond, de Ethan Hawke y sus operaciones encubiertas con los MI británicos, la CIA, espionaje, contraespionaje… Sin embargo, el llamado futuro –algo que ya nos anticipó Wikileaks– de esta actividad es mucho más virtual y algo real: el ciberespionaje.
Considero que no sólo a nivel gubernamental se deben tomar acciones en contra del ciberespionaje. Hoy en día los usuarios de estas tecnologías y de redes sociales debemos empezar a tomar conciencia de la importancia de nuestras acciones, de lo que publicamos, de lo que decimos y a quién se lo decimos. Ahora somos mucho más vulnerables, vivimos en una especie de Big Brother virtual las 24 horas, dejamos rastros en la red, hay siempre un ser supremo virtual, un hacker o un listillo que sabe todos y cada uno de nuestros movimientos, incluso puede estar un paso adelante de nosotros.
