Debate de Michoacán muestra ideas pobres y propuesta floja

24/10/2011 - 12:00 am

• PARA BAJAR DOCUMENTO COMPLETO DE ANÁLISIS DEL DISCURSO, AQUÍ: MICHOACAN_DEBATE_2011_DISCURSO

El debate entre los aspirantes a la gubernatura de Michoacán –celebrado el jueves 20 de octubre– reportó una calificación general de 6.4 en promedio, por lo que no puede tener mejor una descripción que mediocre.

En su análisis de discurso, Gestión Orientada al Humano SC, reporta un empate entre los candidatos del PAN (Luisa María Calderón Hinojosa) y del PRI (Fausto Vallejo Figueroa) con 6.8, mientras que el representante del PRD (Silvano Aureoles Conejo) se situó en 6.0/10, en la escala AdQat®.

Duele la mediocridad del debate porque sabemos que se suma a un sistema de inseguridad, desconfianza ciudadana e institucional y a una deficiente calidad educativa. El tejido social de Michoacán, como el del resto del país, se encuentra seriamente rasgados (o rotos) y de los políticos se esperaría el comportarse como “modelos de convivencia y deliberación”.

Ese fue el gran ausente del debate, que significa discusión, argumentación, intercambio de cifras y propuesta. La palabra del debate fue “Ciudadanos”, lo que anuncia un brutal desgaste del concepto de aquí a julio de 2012. Hablar de ciudadanos en campaña será lo IN en lo sucesivo.

Construyen empatía a toda costa, sus argumentos son mal soportados y sus cierres muy pobres. Cuando lo que parece urgir es racionalidad, ya que Michoacán es un estado en condiciones de extrema gravedad en diversos temas.

Cognitivamente muestran pocos datos; destaca el candidato del PRD que no mencionó ningún hecho o dato verificable. Mostrar cifras en un debate de manera apropiada es vital para mostrar a dónde quieren dirigir la entidad.

Emocionalmente fueron moderados, con pocos juicios de valor, la temática del formato troqueló el flujo de ideas y obstaculizó el debate. Los tres fueron prolíficos en creación de escenarios positivos y negativos de futuro, destacando que ninguno de los tres habló de amenazas en un entorno de grave crisis mundial e inseguridad pública.

Muchas promesas y auto exaltación. La similitud de propuestas y la rigidez del formato no dieron espacio a controversia, por lo que se debatió poco y sólo se presentaron algunos ataques personales. Propusieron de todo, en más de 25% de sus palabras, en este sentido, echaron la casa por la ventana.

A pesar de la abundancia de iniciativas, se muestran poco estratégicos. Un formato de debate aburrido, de la escuela de los años 50, hueco, evasivo. Sorprende la falta de atención que prestaron a la inseguridad pública.

Candidato del PRD

Obtiene 6 en todos los elementos, no emite datos, lo que lo exhibe desinformado. Fue quien más atacó, sobre todo con temas personales al candidato del PRI. Describe más del doble de escenarios positivos que negativos, un “clásico” del candidato del partido en el gobierno.

Casi la mitad de sus palabras es propuesta. Su frase insignia fue: “¡Sí!, y voy a hacer de Michoacán un estado de tranquilidad y de paz; para empezar, haré de Morelia la ciudad más segura del estado y de todo el País (…) tengo soluciones para que este estado se convierta en el mejor Estado de la República”.

Candidato del PRI

Obtiene 6.8/10 en escala AdQat®. Su argumento principal de 10 y su cierre de 4. Cognitivamente equilibrado. Va en caballo de hacienda y en una de cada cinco palabras habla de debilidades en lo federal del PAN y en lo local del PRD. Casi 40 de cada 100 palabras son propuesta. Cuando es atacado no se defiende contundentemente. Destaca al crear plantear gran cantidad de fortalezas.

Un discurso basado en su historia como cuatro veces alcalde de Morelia. Se cobija en Enrique Peña Nieto, e incluso se atreve a decir: “El nuevo Presidente de la República entra el 1º de diciembre y yo creo que va a ser Enrique Peña Nieto el Presidente de la República y habrá también que empezar a ver qué planteamientos le vamos a hacer a él”.

Candidata del PAN

Obtiene 6.8/10 en escala AdQat®. Estructuralmente, el argumento principal, los soportes y el cierre son su debilidad. No guía su discurso. Dijo 4 mil 382 palabras, casi el doble que el PRI, en muchos casos parece que le sobran. Es lógica pero repetitiva, lo cual incrementa la dificultad de seguimiento y/o cansancio de la audiencia. Habla de su pasado en el servicio público.

Emocionalmente se muestra empática con aspiraciones populares que le pueden funcionar como estrategia. Ataca muy políticamente. Una de cada cinco palabras es una oportunidad, las que hace fácilmente entendibles y permite imaginar cosas cotidianas. Un discurso optimista, propositivo, arma de doble filo que genera empatía o distanciamiento. Sus propuestas están totalmente alineadas con la estrategia federal.

Por todo esto, creemos que la noche del 20 de octubre pasado simplemente no hubo debate en Michoacán.

Carlos Páez Agraz / ADQAT ©
en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas