Los más pobres en la era Peña son niños, indígenas, gente del campo y discapacitados

24/07/2015 - 9:49 pm

Ciudad de México, 25 de julio (SinEmbargo).– La población más pobre en México vive en zonas rurales, es indígena, tiene menos de 18 años y enfrenta alguna discapacidad. Ese es el perfil del mexicano pobre, de acuerdo el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

En cuanto al género, la pobreza no discrimina. Hombres y mujeres tienen las mismas carencias por igual.

Ellos forman parte de los 55.3 millones de pobres y 11.4 millones en pobreza extrema que el Coneval contabilizó durante los dos primeros años del Presidente Enrique Peña Nieto.

El Ejecutivo federal asumió el gobierno de México en diciembre del 2012, cuando el organismo registró 53.3 millones de pobres. En el informe presentado esta semana, con un corte hasta noviembre del año pasado,  el número de pobres aumentó 2 millones; es decir, ahora hay en el país 5.3 millones de personas en esta situación.

Las cifras del Coneval revelan que hasta 2014 el grueso de la población que carece de recursos para concretar sus necesidades básicas recae en personas que viven en zonas rurales, que son indígenas, menores de edad y aquellas que poseen alguna discapacidad.

Los menores de 18 años representan el mayor número de pobres con 21.4 millones. Cuando Peña Nieto tomó posesión como Presidente había 21.1 millones.

Asimismo, las personas con alguna discapacidad también han resultado afectados durante los primeros años de la administración actual. Este sector de la población tuvo un incremento de 600 mil discapacitados pobres, al pasar de 3.5 a 41 millones.

Respecto a los pobres que viven en localidades con menos de 2 mil 500 habitantes, el número de pobres creció a 300 mil. En 2012 se registraron 16.7 millones y al año pasado se contabilizaron 17 millones.

El número de indígenas pobres creció de 8.2 millones en 2012 a 8.7 millones de personas en esta situación al corte del Coneval.

PERFIL DEL MEXICANO EN POBREZA

En el país hay más pobres en la zona rural que en la urbana principalmente porque la productividad es mucho mayor en las ciudades que en el resto del país, lo que se debe a la especialización sectorial, gracias a la cual todas las actividades terciarias modernas de alta productividad se concentran cada vez más en las zonas urbanas.

Actualmente, con datos de noviembre del 2014, hay 17 millones de pobres en las zonas rurales de México, lo que representa el 61.1 por ciento de la población total en esa situación. El 40.5 por ciento se encuentra en pobreza moderada y el 20.6 por ciento en pobreza extrema. La diferencia radica en el número de carencias sociales y los bajos ingresos.

De esos mexicanos que habitan en el campo, 8.7 millones son indígenas y representan la mayoría, con un 73.2 por ciento de la población en zona rural. El 41.4 por ciento reporta pobreza moderada y el 31.8 por ciento se encuentra en pobreza extrema.

El resto de la zona rural, 46.6 millones, no vive en poblaciones indígenas y representa el 43.2 por ciento. Un 36.1 por ciento vive en pobreza moderada y el 9.3 por ciento en pobreza extrema.

Por otro lado, en las ciudades hay 38.4 millones de pobres que representan el 41.7 por ciento de la población total. Alrededor de 35.4 por ciento de ellos viven en pobreza moderada y 6.2 por ciento en pobreza extrema.

Foto: Cuartoscuro.
Los mexicanos más pobres, tanto hombres como mujeres, viven en zonas rurales, en poblaciones indígenas, tienen menos de 18 años y padecen alguna discapacidad. Foto: Cuartoscuro.

Asimismo, la mayoría de los mexicanos en precariedad tienen menos de 18 años, el 53.9 por ciento (21.4 millones). De ellos el 42.3 por ciento enfrenta pobreza moderada y el 11.5 por ciento pobreza extrema.

Le siguen los mexicanos de más de 65 años: 45.9 por ciento, esto es, 4.2 millones. 37.4 por ciento tienen pobreza moderada y 8.5 por ciento pobreza extrema.

Un 41.9 por ciento de pobres, 28.2 millones de personas, tienen entre 18 y 64 años. El 33.3 por ciento enfrentan pobreza moderada y 8.6 por ciento pobreza extrema.

De igual manera, hay más pobres con alguna discapacidad, es decir, aquellos que manifiestan alguna dificultad para desempeñar actividades cotidianas como caminar, desplazarse, hablar, oír, vestirse, bañarse, comer, poner atención o alguna limitación mental. El 54.1 por ciento (4.1 millones de personas) en pobreza tienen alguna de estas dificultades, de ellas, 41.4 viven en pobreza moderada y el 12.4 por ciento en pobreza extrema.

El 45.6 por ciento en situación precaria no tiene discapacidades. El 36.3 por ciento registra pobreza moderada y el 9.3 por ciento pobreza extrema.

Finalmente, en materia de género no existe una diferencia significativa. Hay 46.3 por ciento de mujeres pobres (28.5 millones) y 46 por ciento de hombres pobres (26.8 millones).

De acuerdo con el estudio “Diagnóstico de desarrollo territorial de México” publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la pobreza procede en gran parte del amplio sector informal de trabajos mal pagados con una reducida productividad, la falta de acceso a la formación y las limitaciones de las redes de seguridad social.

PROMO-POBRES

Los siguientes tres años Peña Nieto debe combatir, con apoyo de los gobiernos estatal y municipal, la precaria situación de esos mexicanos. No sólo con programas para satisfacer los derechos sociales, también con medidas para aumentar sus ingresos.

La medición de pobreza se basa tanto en la cobertura de derechos sociales (educación, salud, seguridad social, vivienda, alimentación, servicios básicos) como en el ingreso de las familias. Coneval la realiza con los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) recolectados entre agosto y noviembre del 2014 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi.

El Coneval enfatiza que para reducir la pobreza el principal reto, dados los datos, es mejorar el ingreso de las familias, especialmente el que reciben de su trabajo, lo cual está ligado a la productividad, a las políticas salariales y a los programas de apoyo productivo, cuya responsabilidad recae en las instancias económicas del gobierno federal y de gobiernos locales.

De igual forma, aunque en este periodo aumentó la cobertura, los tres niveles de gobierno deben impulsar la calidad de los derechos sociales para ampliar el acceso efectivo, así como continuar con el aumento de la cobertura de servicios básicos realizado a nivel federal y local.

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