Bitácora de un debutante. Día 6…

24/06/2012 - 12:00 am

Leí que más de 600 organizaciones ciudadanas y civiles han redactado una carta que firman –entre otros– el obispo de Saltillo, Raúl Vera, Pablo González Casanova, Javier Sicilia, Miguel Concha Malo, Rosario Ibarra de Piedra y Enrique Semo. La carta va dirigida a los tres niveles de gobierno y en resumen avisa lo siguiente:

“(De haber) prácticas utilizadas en elecciones anteriores que ponen en riesgo el pleno respeto del derecho al sufragio efectivo… tendrán como respuesta nuestra movilización y nuestra resistencia. Lo haremos de manera pacífica, no violenta, pero con la firme determinación de revertir cualquier intento de atropellar la voluntad popular. Tal vez ésta sea la última oportunidad para que siga vigente la vía electoral como medio para acceder al gobierno en un clima de paz social”.

Infinidad de veces me ha tocado escuchar o leer que “El Peje” está loco, completamente loco, es un orate, está “tocadiscos”, o que se le van las cabras. Estuve hace poco cenando en casa de un psiquiatra y una psicóloga (muy amables por cierto). Como especialistas en la materia me aclararon un asunto de relevancia nacional: “Andrés Manuel López Obrador no está loco”. En primer lugar porque el término locura es peyorativo y no señala ningún trastorno particular. En segundo lugar, no hay ningún elemento, rasgo o conducta que pudieran evidenciar algún trastorno conductual o alguna psicopatología presente en Andrés Manuel. Y la gente preguntará: “¿Y las acusaciones de fraude? ¿Y el plantón de Reforma? ¿Y la Presidencia Legítima?”. Pues bueno, tras las elecciones de 2006, AMLO estaba convencido de que le habían robado la Presidencia, o si no lo estaba fingió estarlo porque su capacidad para manejar la derrota y la frustración no era la que la ocasión demandaba. En cualquier caso, las mencionadas maniobras fueron estrategias políticas que él y su equipo habrán considerado pertinentes y elocuentes ante un frade real o imaginario. ¿Por eso se puede decir que está loco? No.

Hoy en día hay spots en los que AMLO aparece diciendo :“al diablo con sus instituciones”. Su talante en ese video es entre vehemente y rabioso, pero no por eso está loco. El asunto es que es verdad: AMLO acusó un fraude, hizo un mega-plantón en Reforma y se declaró Presidente Legítimo. Su respuesta por haber perdido la Presidencia en aquel entonces, quizá sea lo que le haga perder la Presidencia otra vez. Yo decía en una charla el otro día que aun si hubo un fraude, él debió haber dejado a su equipo encargado de denunciarlo e irse a un monasterio en el Tíbet a superar su derrota, o su no victoria. No sé qué tan difícil era preverlo, pero sus desplantes le dieron el material idóneo a sus contrincantes para que reforzaran la campaña del miedo. Hoy están no sólo los que creen que AMLO va a ser como Chávez, y hay gente de clase media alta a la que yo he escuchado decir que si gana AMLO les van a quitar su coche o los van a obligar a subdividir su casa. También están ahora los que viven convencidos de que “El Peje” está loco.

El otro día hablaba del Voto Razonado y el Voto Útil que me parecía que no eran lo mismo. Ahora descubrí una nueva modalidad de voto que no ha sido aún bautizada. Estoy escuchando a gente que pensaba votar por AMLO y que está contemplando votar por Peña Nieto.

¿Por qué? Porque si todo indica que EPN tiene prácticamente ganada la Presidencia, lo mejor para el país entonces es que gane por el margen más amplio posible y no quede lugar a dudas ni a presunciones de fraude. ¿Esto para qué? Para evitar que AMLO organice un nuevo plantón, nuevas movilizaciones o que grupos como el de las 600 organizaciones que vaticinan como respuesta su “movilización y resistencia” se inconformen con los resultados. Así que hay una parte de “la voluntad popular” que más que un Presidente u otro, lo que les interesa es la tranquilidad y la paz social.

Si yo decía que el Voto Útil era algo que iba en detrimento del verdadero sentido de la democracia representativa, pues tengo que decir que esto va un paso más allá. Dicen los expertos que quizá en ningún lugar del mundo haya controles tan estrictos como en México para evitar un fraude durante el proceso electoral. No dudo que sea cierto, pero estos mecanismos entran en acción el 1 de julio. Antes de eso, qué pervertidos están nuestro proceso y nuestro sistema democrático. ¿Por qué no mejor sorteamos al Presidente o hacemos una serie de pruebas al estilo de Fear Factor?

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