Wal-Mart “depreda” pequeños negocios, acusan; lo del NYT, “chisme de 10 pesos ante la realidad”

24/04/2012 - 8:00 am


El explosivo crecimiento que tuvo la cadena Wal-Mart sólo durante 2011 ha provocado que pequeños negocios como misceláneas, tiendas de abarrotes, tortillerías, jarcerías y recauderías tengan que innovar para sobrevivir ante lo que acusan es una competencia desleal.

De acuerdo con un sondeo realizado por SinEmbargo.mx, pequeños establecimientos ubicados en perímetros cercanos a nuevas tiendas de la cadena trasnacional, el impacto se ha percibido por una menor afluencia de clientes que de forma cíclica cada día de quincena desembolsaban un mayor gasto.

Para Octavio Cisneros Pérez, pequeño comerciante del minisúper “Pollería y recaudería Octavio”, está claro: “Con esas tiendas nunca vamos a competir, por lo que es importante que el negocio se aleje de las cercanías de este tipo de tiendas y de dónde van apareciendo”, apuntó el locatario.

Con el objetivo de sobrevivir, Octavio ha tenido que hacer ajustes en su negocio durante el último año, tras casi 20 años de operación. Ahora, para capturar a su clientela acepta vales de despensa durante los días de quincena y amplió el horario de su negocio más allá de la media noche.

“Otra estrategia que hemos implementado es tener lo más surtido posible y de todo un poco, para evitar negarle al cliente lo básico y que se vaya”, dijo.

Este fenómeno social es un efecto de las 365 nuevas aperturas que reportó Wal-Mart a la Bolsa Mexicana de Valores. Detalla que durante 2011 inauguraron 365 unidades operativas en México, de las cuales fueron 42 Bodegas Aurrerá, 60 Mi Bodega Aurrerá, 208 Bodegas Aurrerá Express, 21 Wal-Mart, 16 Sams Club, 13 Superamas, cuatro Suburbias y un restaurante Vips.

Para muestra un dato: las unidades nuevas de la cadena crecieron cuatro veces más en México que todas las nuevas tiendas que abrieron en Centroamérica, donde inauguraron 76.

Enrique Bonilla Rodríguez, líder del movimiento Frente Nacional contra Wal-Mart, opinó al respecto que el gobierno de Felipe Calderón ha respaldado este crecimiento voraz de la cadena, a costa de mantener una política depredadora tanto con sus trabajadores como con sus proveedores.

Las grandes ganancias de Wal-Mart se han nutrido también de las ambigüedades laborales con las que opera la firma.

Evaluó que la información publicada por el diario The New York Times, sobre que la multinacional pagó sobornos por unos 24 millones de dólares a funcionarios mexicanos para obtener licencias para la construcción de instalaciones en México, es apenas un “chisme de 10 pesos con relación a la verdad del fraude de Wal-Mart de miles de millones”.

Según el diario estadounidense, la cadena trasnacional inició una investigación interna en 2005, que estuvo a cargo de un ex agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI), pero no siguió adelante ni informó en ese momento a las autoridades estadunidenses ni mexicanas de las acusaciones.

Bonilla argumenta que no sólo está la parte depredadora de la cadena para con sus proveedores y el impacto que genera en las pequeñas tiendas y comercios cercanas a sus establecimientos, sino las violaciones laborales a los derechos de los trabajadores.

El activista destaca que el fraude laboral sólo en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa suma 80 mil millones de pesos, ya que la firma cobra a los “viene,viene” y a los trabajadores que lavan los automóviles en los estacionamientos de las sucursales entre de 50 a 200 pesos diarios por ocupar el espacio.

“Este ejercicio va en contra de la Ley Federal del Trabajo  y el gobierno está sordo y ciego a esta tipo de abusos“, dijo.

Además, dijo, la cadena trasnacional paga a los proveedores hasta 90 días después de que entregan su producto a la tienda y los obligan a que la primer mercancía de entrega para la inauguración de cada tienda nueva, sea gratis.

Bajo estas condiciones de competencia, evidentemente pequeños comercios de hombres y mujeres de carne y hueso, han tenido que cerrar. Es el caso de la jarcería de Luis Rodríguez Ávila, la cual se ubicaba en la colonia El Olivar del Conde, en la Ciudad de México, que al no poder competir en precios con los productos de una Bodega Aurrerá cercana, tuvo que cerrar.

Apunta en sondeo que el negocio de la venta de plásticos y productos de limpieza se capitalizó muy bien durante dos años, pues con una inversión de 20 mil pesos se capitalizó a 200 mil pesos en dos años, por ubicarse en un lugar donde había un mercado local fructífero.

Sin embargo, la apertura de la tienda Aurrerá con precios mucho más bajos de los que ofrecía, sumado a la proliferación del ambulantaje y la inseguridad de la zona, hicieron que el negocio “tronara”.

Otra estrategia que han utilizado pequeños comerciantes como Luis Villalpando, dueño de los minisúper “El Periquito” y “Chapultepec”, es trasladar sus tiendas a zonas alejadas de tiendas de la cadena Wal-Mart, puesto que el precio por volumen que ofrecen a esas grandes tiendas nunca va a poder ser competitivo para los pequeños negocios familiares.

Y es que actualmente la cadena de tiendas Wal-Mart ya cuenta con 2 mil 87 tiendas de distinto tipo en todo el país, siendo las denominadas bodegas las de mayor proliferación (57 por ciento bodegas y 17 por ciento de supermercado tradicional).

Con estos números, la empresa logró incrementar sus ventas en 13% durante 2011, al sumar 379 mil millones de pesos, con una utilidad neta de 22 mil 258 millones.

Sociedades como la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto (Conacca) han tratado de impulsar iniciativas para proteger a los pequeños negocios, argumentando que por cada empleo que crea la cadena, destruye varios en distintas ramas económicas, por imponer precios bajos a sus proveedores.

La misma organización ha denunciado que negocios de pequeños mercados y tianguis cayeron 6% frente a la competencia de supermercados como los de Wal-Mart, que en conjunto incrementaron sus ventas 10% el año pasado.

Este tipo de denuncias contra la cadena también se han manifestado en cámaras regionales de comercio en distintos estados y ciudades del país, siendo las más representativas las de comerciantes en pequeños, provocando un desplome de hasta 40% de sus ventas, argumentan.

Hasta el momento las peticiones de pequeños comerciantes para que las autoridades municipales, estatales o federales actúen no han tenido respuesta.

en Sinembargo al Aire

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