La música me salvó, ha sido un refugio inmenso: Gastón Gonçalves

24/03/2018 - 12:00 am

El bajista de Los Pericos, que acaba de grabar en México su concierto largo 3000 vivos, con la colaboración entre otras de Carla Morrison (¡Belleza pura!, dice Gastón) conmemora hoy a la distancia los 42 años de la Dictadura Militar en Argentina, el mismo día en que fue secuestrado su padre. “Hay que mover el traste, mientras tanto nos arrasan y nos saquean”, dice convencido.

Ciudad de México, 24 de marzo (SinEmbargo).- Hoy se cumplen 42 años de la Dictadura Militar en la Argentina. Si estuviera allí, Gastón Gonçalves marcharía hacia la Plaza de Mayo para pedir por justicia y refrendar su causa por los derechos humanos. Para él, la fecha es algo personal. Ese día, pero de 1976, los militares secuestraron a su padre, que se llamaba como él, luego lo torturaron y finalmente lo asesinaron.

Manuel Gonçalves tiene 42 años, pero lleva ese nombre hace sólo 23. Hasta 1995 fue Claudio Novoa, un joven al que le gustaba el rock, fan de Los Pericos e hijo de padres adoptivos, que desconocía que su padre, el militante Gastón Gonçalves, había sido secuestrado el 24 de marzo de 1976 y que en noviembre de ese año, su madre y la familia que les había dado asilo en San Nicolás (Rosario) habían sido asesinados.

Gastón durante la entrevista. Foto: SinEmbargo

“Yo podría haber tenido un hermano desde mi niñez, pero no fue así”, dice Gastón, el hermano mayor de Manuel con el que encaró juicio a el ex policía e intendente de Escobar, Luis Patti, el dictador Reynaldo Bignone (quien acaba de fallecer en la cárcel), el ex comandante Santiago Omar Riveros, el ex comisario Juan Fernando Meneghini y el ex oficial de Inteligencia del Ejército, Martín Rodríguez.

“La música me salvó”, dice este hombre que además de ser el bajista de Los Pericos, con el que acaba de grabar en México un concierto largo llamado 3000 Vivos, tiene una banda donde él mismo se llama Beatrice, la tía punk de la familia y que toca en la banda Beatrice Inferno, con el que sacó entre otros el video oficial “Soy un ciempiés”, incluido en el álbum Moramonos Todos.

“Descreo de la democracia, pero también es cierto que vengo de un país donde juzgamos y metimos presos a varios de estos individuos. Creo que tenemos que salir, somos nosotros los que tenemos la fuerza”, dice Gastón durante la entrevista, en la que recuerda los días que estamos sin tener noticias de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

–Hoy se cumplen 42 años de la Dictadura Argentina y la conmemoración se hace en medio de rumores de que liberarían a Alfredo Astiz (nacido en 1950, uno de los más crueles represores argentinos)

–Bueno, lo de liberar a Astiz cobra relevancia porque ya sabemos quién es, pero no creo que suceda. El mismo gobierno, con el que yo no simpatizo para nada, dijo que no. Es algo como automático, aparecen como listados y se van tanteando, pero sí hay un montón de genocidas que están en sus casas, como el responsable del asesinato de mi padre, Luis Abelardo Patti, que cumple una prisión domiciliaria, pero que es un tipo bastante joven, su problema de salud no es bastante significativo y podría estar en una cárcel, en un hospital, como ya estuvo durante varios años. Es extraño, porque en realidad nosotros siempre hemos militado por la libertad y la justicia y siempre la justicia es rara. Fui al diccionario para buscar la palabra, porque se aplica de una manera tan cambiante que uno se pregunta cuándo es justicia. ¿Cuándo el que tiene el poder la ejerce, eso sería justicia? No, eso no es. Siempre el poder intercede en eso, termina siendo poco creíble eso. Lo mismo pasa acá, en México. Lo de los normalistas me impresiona mucho, dice los 1265 días que los estamos buscando, eso son cuatro años. Los gobiernos tienen una estructura que eso podría haberse solucionado. Hay otros intereses, queda bastardeado todo: lo de la democracia, lo de la justicia, está en nosotros organizarnos para que haya un cuento nuevo. Vengo de un país donde hemos logrado encarcelar a un montón de gente, un lugar donde se llegó a hacer un montón de cosas que en otros países no, pero sin embargo para mí es poco. Porque tardamos 30 años en hacerlo, porque nos pusieron miles de palos en la rueda, hubo bastantes leyes que no pudieron aplicarse porque a muchos de ellos se los amnistió, estuvieron 30 años sin rendir cuentas. Todo eso para mí es muy fuerte. Yo tengo muy cuestionado lo que es el sistema democrático, me parece que es una patraña y nos convencen de que estamos eligiendo algo pero en realidad no estamos pudiendo hacer nada.

La banda Los Pericos en el Vive Latino. Foto: Especial

–Argentina es un ejemplo para México en los crímenes de Estado, como bien dices han logrado meter a unos cuantos presos

–Lo que pasa es que este país, México, es un país con mucha gente. Y si esa gente se uniese, tendría un poder inmenso. No nos damos cuenta de la fuerza que tendría la unidad. No hay Gobierno que se pueda sostener sin el apoyo del pueblo. Hay que interesarse, hay que comprometerse, hay que apagar un poco el teléfono celular, mover un poco el traste para tratar de ayudar a otro ser humano, porque no va a pasar solo. Mientras tanto nos arrasan y nos saquean.

–¿Cómo fue tu caso?

­–El 24 de marzo, que es hoy, se cumplen 42 años del secuestro de mi padre. Mi papá se fue a su lugar de militancia, pensando que iban a ir todos a tomar resistencia y ya estaba todo tomado por los militares. Él fue secuestrado, torturado y asesinado por Luis Abelardo Patti, que en ese momento era un policía pero ya iba teniendo poder, en la zona norte del Gran Buenos Aires, que después fue intendente de Escobar y después elegido diputado, no llegó a cumplir su cargo porque nosotros trabajamos mucho en el desafuero de esa persona, pero hay 400.00 mil compatriotas míos que lo votaron, a un tipo que se enorgullecía por torturar y asesinar, es muy fuerte. No sólo eso. Mi hermano, Manuel, estuvo desaparecido para la familia biológica. Su madre estaba en la clandestinidad, hubo un operativo del ejército donde murieron la mamá, otra pareja y otros dos chicos. Mi hermano quedó en una situación donde el juez tendría que haber buscado a la familia biológica, que éramos nosotros y yo poder tener un hermano desde que nació, pero eso no pasó. Todo eso, nadie nos lo va a devolver. Yo soy afortunado porque lo encontré y tengo una relación maravillosa con él, pero hay tantas abuelas que han buscado a sus nietos y el resultado no ha sido ese. Ese daño sigue estando presente. Eso que ocurrió hace 42 años está tan presente como entonces, por eso se llama crimen de lesa humanidad, porque sigue siendo presente el daño que sigue produciendo, algunas de estas personas tienen un montón de información que le sería útil a la gente que sufre por sus desaparecidos, sin embargo se lo llevan a la tumba. Muchas de esas personas son creyentes. Si son creyentes, van a morirse en el infierno y ojalá que sea el peor infierno que tengan, porque no ganan nada, son muertos políticos y lo hacen por crueles, tienen un pacto de silencio que es sorprendente.

–Leo las declaraciones de Astiz, donde no hay una sola línea de arrepentimiento

–Es que tenían la obligación de tener todos las manos manchadas de sangre para luego no denunciar al otro. Entonces tú eras un conscripto, de 18 años, y te obligaban a presenciar cosas para que el chico no pudiera denunciarte. Es terrorífico.

–¿Hiciste una carrera importante en Los Pericos? Llevaste música también por estos años

–La música me salvó. La verdad ha sido un refugio inmenso, ya desde chico, fui exiliado, hice la primaria en once escuelas y tenía que ver con estar cambiando de ciudad y todo y desde chico la música fue un gran refugio para mí. Luego entré a Los Pericos, hacer música popular y poder vivir de esto, soy muy afortunado, muy agradecido. Llevamos 31 años juntos y todas las mañanas me levanto y agradezco porque la música, lo digo de corazón, me ha salvado la vida.

Rubén Albarrán, de Café Tacvba, con Los Pericos. Foto: Especial

–¿Grabaron un show entero en México?

–Son 3000 vivos, ahora lo llaman long for video, es decir, un concierto largo, que vamos a presentarlo el 1 de septiembre en el Teatro Metropolitan. Hicimos un seleccionado de lo que es nuestra carrera, una gran foto para el que no nos conoce y para el que es seguidor le va a encantar, porque hay canciones que tienen 30 años y que ahora tienen nueva versión. Tiene invitados, que le dan otra riqueza…

–¡Invitados como Carla Morrison!

–Carla Morrison le dio una belleza gigante a esa canción, “Los anónimos”. Ya la había grabado en el disco anterior y ahora en el Vive Latino fue la sensación, la gente se volvió loca. ¡Belleza pura!

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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