Artes de México

REVISTA ARTES DE MÉXICO | Tocarse el libro

23/12/2017 - 12:03 am

Mi cuerpo y yo, escrito por Jorge Luján e ilustrado por Isol, pertenece a la colección infantil Libros del Alba de Artes de México. Esta obra realiza una exploración sobre el vínculo inicial que establecemos entre el cuerpo y nuestro ser. ¿Cómo tomamos conciencia de quiénes somos y cómo nos pensamos? Isa Gómez dialoga con estas reflexiones y mediante una analogía entre los elementos que constituyen nuestra corporeidad y la del libro, nos ofrece un relato que potencia la ficción y nos hace pensar en todos aquellos elementos que nos dan presencia en el mundo.

Por Isa Gómez

Ciudad de México, 23 de diciembre (SinEmbargo).-

Ella pregunta:

―¿Qué dice?

Después comienza a leer en su manera lenta, con el cabello enredado, ojos sin parpados, “Mi-cuer-po-y-yo”.

―Mi cuerpo y yo ―repite al instante.

A las cuatro de la tarde, cierta luz cae de modo torpe sobre la azotea; se recarga, un poco cansada, sobre el tanque estacionario, entre los platos del lavadero, a la orilla de la pared.

Ella toma el libro con las dos manos, pero no lo abre, y luego, por petición mía, comienza a tocarlo y a reconocerse en él. Ella es delgada y pequeña, él también.

―Cabeza ―dice, mientras recorre con su palma la orilla superior del libro; al terminar, se da un golpecito en la coronilla.

―Sí, cabeza, ¿y el pie? ―pregunto.

Desde que ella nació, aunque no es mía, la cuido como tal, creo que ése es el significado de familia, cuidar como si de ti hubiera nacido.

―Éste es el pie. Portada. Con-tran-portada.

―Contraportada, así como tu espalda.

Ella toca su rostro, su espalda, una de sus cejas, todo lo que entre ella y él los hace iguales.

―¿Éste? ─le señalo la hendidura.

―Ca-jo. No tenemos Cajo.

―No, pero es como si fuera la pinza que a veces usas en el cabello.

Ilustración de Isol. Foto: RAM

Aquella luz se ha retirado. Ahora, mientras nos atardece, todo se llena de un azul pálido. Estamos sentados junto a la reja, al pie de la escalera. Yo sobre un banco. Ella en un huacal para refrescos.

―Las guardas, ¿a qué se parecen?

―Como nuestra ropa ―y jala su playera estampada con una princesa.

…Y ella “se baña con risas” cuando le digo:

―Yo creo que el colofón es como nuestra cola. ¡Ah! Pero éste no tiene ¿ya viste?

Leer. A estas horas, afuera, en el callejón frente a la casa, algunos vecinos con los que nunca hablamos están jugando futbol, gritan y chiflan como si fuera el último partido.

―Este libro lo escribió un señor llamado Jorge, y lo dibujó una muchacha llamada Isol.

―¿Isol? ¡Qué raro!

―Es de otro país, así como tú te llamas… y yo me llamo… Seguro en algún lado nosotros somos raros, más oscuros, no tan altos.

─Ah.

─Mi cuerpo y yo. “Para Gustavo y Marité (…). Para mi abuela Gloria (…)”… “él se pone viejo / yo me pongo nada…”

El final del poema es que ella tiene que ir a comer, ése fue el trato. Yo a otro lado, no lo sé.

La azotea oscurece un poco más, el leve viento anuncia la tarde.

Ya empezó a hacer frío.

Mi cuerpo y yo, poema de Jorge Luján e ilustraciones de Isol, está disponible en esta página.

Una publicación de Artes de México para SinEmbargo.

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