+ Sheinbaum, el “dedazo”

+ Marcelo se doblará

López Obrador es un tabasqueño de traiciones. 

Traicionó a Enrique González Pedrero, su mentor político.

Traicionó a Cuauhtémoc Cárdenas, su protector.

Traicionó a Ricardo Monreal en 2018 en CdMx.

Traicionó a Muñoz Ledo, nulificándolo para ser presidente de Morena.

Y ahora, López Obrador traiciona también a Marcelo Ebrard, con quien había acordado apoyarlo con la candidatura presidencial de 2024, luego de que Ebrard le había cedido el paso en 2012 (finalmente AMLO fue derrotado con claridad por Peña Nieto), y apoyarlo desde la Cancillería, de manera incondicional, frente a todas sus barbaridades, torpezas y abusos desde Palacio Nacional. 

Convenenciero, Ebrard cerró el pico ante la Presidencia autoritaria ejercida por AMLO; guardó silencio con el entreguismo presidencial ante las bajezas de Trump contra los mexicanos; volteó hacia otro lado cuando se ordenó la represión contra los migrantes del sur; se escondió tras los agravios y ataques de AMLO contra España y otras naciones; disimuló ante las dictaduras sanguinarias en Nicaragua, Rusia y Venezuela aplaudidas por AMLO, y se arrodilló cada vez que iba a la “mañanera” por una razón de interés político: no provocar el enfado de López Obrador y ser su elegido. ¿Le sirvió de algo a Marcelo tanto servilismo? No. En lo absoluto.

Desde esta columna lo hemos machacado: AMLO decidió hace mucho tiempo que su “corcholata” incondicional y títere, Claudia Sheinbaum, será la receptora del “dedazo” presidencial, y no Marcelo Ebrard. 

¿Por qué? 

Porque Sheinbaum es la única que le garantizaría a López Obrador impunidad absoluta tras el término del sexenio y cubrirle la espalda ante la estela de corrupción de la familia presidencial y de amigos y cercanos a AMLO que heredará el tabasqueño dentro de 14 meses, además del quebranto financiero en el que dejará a México con sus armatostes inútiles (Refinería, Santa Lucía y Tren Maya), la destrucción del sistema de salud pública, debilitamiento de las instituciones democráticas, desaparición de organismos y contrapesos independientes y, sobre todo, el odio inyectado desde Palacio Nacional un día sí y otro también, con oscuros fines político-electorales. Todo ello lo echaría Sheinbaum bajo la alfombra.

Aún más:

López Obrador ha comentado a sus cercanos una frase que retrata, sin duda alguna, que Ebrard no será el candidato presidencial de Morena:

“Marcelo sabe que él es la quinta opción…”, es la sentencia rotunda que confirman fuentes a esta columna.

Es decir: antes que Marcelo Ebrard, AMLO favorecería, en primer lugar, a Sheinbaum; Adán Augusto López, en segundo plano; Fernández Noroña en tercero, y Manuel Velasco en cuarto lugar. Ebrard sería, como lo ubica López Obrador, la quinta opción para la candidatura presidencial de Morena.

¿Alguien duda, entonces, que AMLO no favorecerá con el “dedazo” presidencial a Marcelo Ebrard?

Y ello lo sabe Marcelo, que no será el ungido y por eso levantó presión al acusar a Sheinbaum y a su equipo de hacer campaña anticipada con recursos públicos, además de acarreo y competencia desleal contra el resto de las “corcholatas” obradoristas. 

Ante el descarado favoritismo de AMLO para con Sheinbaum, ¿cuál fue el objetivo principal de Ebrard con sus denuncias públicas? Incluir a una de sus encuestadoras en el proceso de selección para intentar equilibrar la contienda interna -que finalmente logró-, pero de nada le servirá: López Obrador ya decidió que Sheinbaum será la receptora de su “dedazo”. Y Marcelo no renunciará a Morena y finalmente agachará la cabeza en señal de rendición.

*****

Acostumbrado y devoto de la traición como método de sobrevivencia política, López Obrador sacrificará a Ebrard como lo hizo con Monreal en 2018, cuando le había prometido la candidatura para la Jefatura de Gobierno en la CdMx, Monreal confió en él y finalmente, el tabasqueño lo traicionó, entregándole la distinción a su consentida y títere: Claudia Sheinbaum. AMLO también traicionó a su padre político (González Pedrero) y a sus aliados históricos (Cárdenas y Muñoz Ledo).

Ahora, AMLO traicionará a otro aliado: Ebrard.

Le sobran puñales para traicionar.

Ya lo veremos.

TW @_martinmoreno

FB / Martín Moreno-Durán

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Martín Moreno-Durán

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Periodista. Escritor. Conductor radiofónico. Autor de los libros: Por la mano del padre. Paulette, lo que no se dijo. Abuso del poder en México. Los demonios del sindicalismo mexicano. El Derrumbe Retrato de un México fallido. El Caso Wallace. 1/Julio/2018: Cambio Radical o Dictadura Perfecta, y de la novela Días de ira.

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