A Carlos Plascencia.

Más de tres millones de televisores regaló el gobierno federal antes de las elecciones del 7 de junio, como parte del programa de transición hacia la Televisión Digital Terrestre (TDT) y el apagón analógico de la televisión, previsto para el 31 de diciembre de 2015. Partidos de oposición consideraron que detrás de esta masiva entrega de pantallas pudo estar un objetivo político.

Aunque el gobierno federal ha negado reiteradamente el uso electoral del programa, desde su inicio se dieron a conocer casos sobre cómo la federación, a través de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), y el PRI, aprovecharon la entrega de los televisores para exaltar la imagen del presidente Peña Nieto e incidir en el voto a un partido.

La nota más reciente la dio la corresponsal de The New York Times, Elizabeth Malkin, quien recabó testimonios de habitantes del Estado de México el pasado mes de mayo. Uno de los entrevistados, Ulises Flores González, de 32 años, le dijo que trabajadores priistas se presentaron en su casa poco después de que la campaña estatal inició para ofrecerle un televisor a cambio de su apoyo en los comicios de este 7 de junio.

“El PRI me ofreció una pantalla de televisión para darle mi voto”, dijo Flores, quien trabaja en una pequeña tienda de productos de su familia. “Yo la rechacé. No quisiera vender mi voto”, comentó Flores. Un resumen del reportaje fue publicado por Sin Embargo en el siguiente enlace.

No es el único caso. En diferentes sitios en internet y en Youtube hay testimonios de la operación política del programa. Por ejemplo, en este video que subió en mayo el usuario NotimexPR aparece una mujer, supuestamente del PRI, que le fue encomendada la labor de entregar los avisos de entrega de televisores digitales en el Estado de México:

En este otro video, de Atención Ciudadana SOS, se incorporan un par de declaraciones de beneficiarios de la Sedesol en Puebla, en las que afirman que recibieron los televisores a cambio de votos:

El PAN a su vez produjo una cápsula, en la cual denuncian varios hechos: la entrega de las pantallas por operadores del PRI, la falta de transparencia en el padrón, la desinformación sobre esta transición hacia la TDT y que los equipos no cuentan con acceso a internet:

En el siguiente video se difunde una supuesta reunión de capacitación por parte de la Sedesol a promotores del PRI, pero no hay evidencia de que efectivamente sean priistas. En todo caso, lo más revelador es el video de capacitación que les exhiben a los asistentes, que concluye con la frase: “gracias a tu esfuerzo, el presidente Enrique Peña Nieto continúa el compromiso con los mexicanos de seguir moviendo a México:

Una grabación más, toma el momento en el que cientos de familias de Chicoloapan, Estado de México, hacen largas filas durante horas para recibir los televisores; otro hecho indigno, en particular para los adultos mayores:

QUEJAS NO PROSPERARON

La molestia de los partidos de oposición por el uso electoral de este programa, los llevó a tomar varias acciones. El PAN creó el sitio Teles x votos. El mismo PAN, el PRD y Morena presentaron quejas ante el INE sobre el mismo hecho, pero sin éxito.

En respuesta, el 27 de mayo la Sedesol emitió un comunicado en el que afirma que “la instrumentación del Programa de Transición a la Televisión Digital Terrestre por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) fue una determinación de orden constitucional, ratificada por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el 31 de marzo de 2015”. Es decir, a juicio de la autoridad electoral, la entrega de televisores no tuvo incidencia en el proceso electoral.

LOS COSTOS DE LA OCURRENCIA

Independientemente de los casos que podrían reflejar el uso electoral del programa, hay otro problema delicado: el elevado costo de este equipamiento, en un año de ajuste presupuestal. Como refiere Vania Guerrero, de Reforma, en tres licitaciones por 5.5 millones de televisores se han erogado alrededor de 14 mil millones de pesos.

Faltaría por licitar la adquisición y entrega de otros 4.5 millones de televisores, lo que implicaría, al menos, un gasto adicional de más de 12 mil millones de pesos.

Esto significa que no hubo ahorro. El año pasado, la SCT prometió la entrega de 13.6 millones de equipos con una inversión tope de 26 mil millones de pesos. Ahora serán 10 millones de equipos, como consecuencia del ajuste al gasto público, pero al mismo costo multimillonario. Además, debe agregarse el costo que tendrá el programa de reciclaje que desarrollará la Semarnat por los televisores que serán sustituidos por los nuevos equipos que regala la Sedesol.

Un dato más que no podemos pasar inadvertido: como no se trata de una política de entrega universal, sino de un programa de apoyo a beneficiarios de la Sedesol, se estima que habrá cuatro millones de hogares que tendrán que adquirir con sus propios recursos un televisor digital, un decodificador o suscribirse a los servicios de televisión de paga de Televisa, Dish o Megacable para continuar viendo sus canales de televisión abierta. Esta cifra se basa en el banco de datos sobre sociedad de la información del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI).

¿POR ESO GANÓ EL PRI?

Académicas como Denise Dresser opinan que el PRI no ganó por el éxito de las reformas estructurales, como aseguró el presidente Peña Nieto, sino por el “clientelismo enraizado” y otras anomalías. Lorenzo Meyer afirma lo mismo: en las pasadas elecciones hubo “un catálogo de ilegalidades: distribución de televisores por Sedesol y la SCT y el uso de programas sociales para inducir el voto, el mismo fin tuvieron el apoyo al empleo temporal o el reparto de tarjetas de ayuda para ‘padres de familia’ con hijos en edad escolar” (Reforma, 11 de junio 2015).

¿Hay manera de demostrar que la entrega de televisores ayudó en el triunfo del PRI en las pasadas elecciones? Es difícil saberlo por la secrecía del voto, el temor de los electores y por la discreción con la que se operó políticamente el programa en diversos municipios. Se podrían quizás hacer variables entre los municipios en los que se han entregado los equipos y los resultados electorales, pero tampoco sería contundente.

No obstante, durante décadas se ha analizado el impacto de los programas sociales en las elecciones y la constante es que, pese a los blindajes electorales, existe la posibilidad de promover el sentido del voto en favor del partido político que está en el gobierno. Los mismos beneficiarios de estos apoyos lo saben y habrá quien considere que al dar su voto continuarán los apoyos; de lo contrario, podrían terminarse.

En un estudio publicado por la misma Sedesol, Lo que dicen los pobres: evaluación del impacto de los programas sociales sobre la percepción de los beneficiarios (México, 2004), se incluyen los resultados de una encuesta, en la que una de las preguntas fue ¿Qué tan de acuerdo está con la frase “los programas de combate a la pobreza se usan con fines electorales”. Y de los hogares beneficiarios un 60.5% dijo estar en desacuerdo y un 33.2% de acuerdo. En contraste, de los hogares no beneficiados, un 49.5% manifestó su desacuerdo y un 43.0 dijo estar de acuerdo.

El estudio concluye: “Los individuos que reciben programas tienen una mejor percepción de los programas sociales, así como de las acciones del gobierno”. Esto podría explicar el agradecimiento al presidente de la República y por supuesto a su partido. Como me dijera un colega: además, no todos los días recibimos como regalo un televisor. Para un país con tanta pobreza, el impacto social de obsequios como estos es enorme.

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