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Hilda García

23/04/2013 - 12:00 am

Terror doméstico…

20 de julio del 2012. Aurora, Colorado. Durante el estreno de la película The Dark Knight Rises, James Eagan Holmes, de 24 años, asesinó a 12 personas y dejó heridas a otras 59. Se consideró el mayor tiroteo masivo en la historia de Estados Unidos. Holmes era estudiante en la Escuela de Medicina en la Universidad […]

20 de julio del 2012. Aurora, Colorado. Durante el estreno de la película The Dark Knight Rises, James Eagan Holmes, de 24 años, asesinó a 12 personas y dejó heridas a otras 59. Se consideró el mayor tiroteo masivo en la historia de Estados Unidos. Holmes era estudiante en la Escuela de Medicina en la Universidad de Colorado, aunque había abandonado recientemente un programa de doctorado en neurociencias en la Escuela de Medicina Anschutz de la Universidad de Colorado, a pocas cuadras de su casa. Se le consideraba un joven tranquilo, fanático de los súper héroes y sin antecedentes penales.

14 de diciembre del 2012. Newtown, Connecticut. Adam Lanza, de 20 años, se convertía en el autor del segundo tiroteo más letal en la historia de Estados Unidos. Poco después de matar a su madre Nancy, se presentó en la escuela donde había estudiado y mató a seis adultos y 20 niños de entre seis y ocho años. El hecho de que las víctimas fueran tantos infantes hizo más dramática la matanza. Lanza se suicidó al final de la masacre y era considerado por sus amigos como un joven inteligente, reservado, para algunos hasta cierto punto medio autista.

15 de abril del 2013.  Boston, Massachusetts. Dzhokhar Tsarnaev, de tan sólo 19 años y checheno de origen, provocó junto con su hermano la muerte de tres personas y que unas 160 más resultaran heridas cerca de la meta del maratón de Boston. Varios de los heridos perdieron sus piernas con unas bombas caseras preparadas con cacerolas y tornillos. Familiares y amigos lo consideran un joven tranquilo que le gustaban los autos y el fútbol. Tsarnaev se graduó de la preparatoria Cambridge Rindge and Latin School y posteriormente acudió a la Universidad de Massachusetts Dartmouth. Según la información publicada en algunos medios, Dzhokhar fue naturalizado ciudadano estadounidense el 11 de septiembre de 2012. En el 2011 ganó una beca de la Ciudad de Cambridge, Massachusetts por 2,500 dólares para estudiar en la universidad.

Ninguno de estos tres casos es terrorismo externo. Ninguno de los tres casos es una matanza producida por “fuerzas extranjeras” decididas a terminar con Estados Unidos.  De la misma manera que tampoco son jóvenes cuyas ideas políticas están claras y expresen un claro motivo.

Después de las dos matanzas masivas, el cuestionamiento recayó sobre el tema del control de armas. En medio del dolor y de la sorpresa, se invirtió mucho dinero para los grupos lobistas de uno y otro bando. La Asociación Nacional del Rifle salió a defender sus intereses sobre la libertad de todos los ciudadanos a portar armas. El Presiente Barack Obama y sus seguidores encontraron la excusa perfecta para empujar una ley que controlara la portación y uso de armas en Estados Unidos.

Al final, a cuatro meses de la masacre en Newton y a unos días de los atentados en Boston, el Senado rechazó la ley de armas. Lo que provocó una gran derrota política para Obama. El Presidente estadounidense señaló que esta actitud es una gran “vergüenza” para Estados Unidos. Durante su discurso, Obama señaló: “Ninguna legislación impedirá la violencia y el mal; lo hemos aprendido hace dos días”, haciendo referencia al atentado en Boston. Pero, “si una medida del Congreso pudiera salvar a una persona, a un niño, a algunos cientos, puede que miles, tenemos la obligación de ensayarla”, añadió.

Y es que justamente así lo marcó lo ocurrido al final de maratón. No son las armas el verdadero problema, sino las motivaciones que han llevado a estos jóvenes a cometer estas masacres. Incluso cuando se discutió la ley para el control de armas, se votó en contra de una enmienda que imponía verificaciones de antecedentes judiciales y psiquiátricos ante la compra de pistolas y municiones en internet o en foros especializados.

Y es aquí donde Estados Unidos tendrá que cuestionarse y comenzar a buscar respuestas. ¿Cuál es su motivación especial de estos jóvenes? ¿Sólo matar por matar? ¿Aterrorizar? ¿Llamar la atención aunque los puedan llevar a la pena capital y así pasar a la posteridad?

Lanza se suicidó, pero Holmes está vivo y ahora el chico de origen checheno declara ante las fuerzas de seguridad escribiendo porque no puede hablar por las heridas en la garganta. Los dos últimos podrían enfrentar la pena de muerte.

Es cierto que Estados Unidos siempre ha tenido historias violentas que contar. Recordamos películas y libros con historias de asesinos seriales, de ataques a familias enteras. Sin embargo, ahora están viviendo las matanzas más grandes en su historia y en todos los casos vemos imágenes del terror, la tristeza, las banderas a media asta, el mandatario dando pésames, pero no se habla de las motivaciones, de las razones claras que tienen estos jóvenes para matar o para provocar estas agresiones.

En el caso de Lanza aún se esperan los resultados que podría arrojar la investigación hecha en los archivos de su computadora. En el caso de Holmes, sus razones siguen siendo un misterio, ex colegas dicen que no mostraba signos de enfermedad mental o tendencias violentas y todas las armas que portaba habían sido compradas legalmente.

Y en el caso de los hermanos Tamerlan y Tsarnaev Dzhojar se desconocen los motivos, pero se espera que el joven de 19 años explique las razones que, para algunos, podrían ser religiosas aún cuando él no está ligado a ningún grupo extremista. En este último caso hay quienes hablan de que este ataque fue un gran montaje para que no pasar la reforma migratoria.

Sin embargo, en las mesas de café sigue la discusión y una catarsis a la psicosis. “Deben ser los medios…” o “Uff.. es que con los videojuegos terminan hasta epilépticos”, dicen algunos. Y parece que la baraja está echada sobre este razonamiento desde diciembre.

Poco después de la matanza de Newton, la presidencia estadounidense pidió que se realizara una investigación sobre los efectos de los medios y los videojuegos en la violencia con armas –quizá en ese momento era con armas, pero ahora queda claro que la salud mental no está atada necesariamente a éstas, sino que la violencia puede ser aplicada con cualquier artefacto, hasta con cacerolas–. Lo importante, es claro ahora, es el estado mental de quienes deciden atacar a niños en un colegio, en el cine o en una competencia deportiva.

El gobierno de Obama solicitó al Congreso una inversión de 10 millones de dólares para estudiar la relación entre videojuegos, imágenes en los medios y la violencia. Durante las acusaciones que se hicieron en el momento en contra de los propietarios de armas y las casi groseras respuestas dadas por la Asociación Nacional del Rifle en Estados Unidos, estos últimos acusaron a la industria del entretenimiento en general como los responsables de la violencia en el país. Incluso llegaron a mencionar películas como American Psycho y Asesinos por naturaleza, así como vidoejuegos como Mortal Kombat y Grand Theft Auto.

Más allá de los videojuegos… ¿qué pasa en Estados Unidos que ofrece todo y la ley del menor esfuerzo radica en esta sociedad? O quizá sea todo lo contrario: ¿es que acaso este país ha dejado de ofrecer las oportunidades que había antes? Estados Unidos se siente vulnerable hacia el exterior, no mantiene ya su liderazgo en la economía, en la tecnología y su sistema educativo ha demostrado su baja calidad, a tal grado que ha tenido que importar talentos en la India y en Pakistán… China se maneja como el líder de la economía mundial y los índices de desempleo en Estados Unidos hoy en día sólo son comparables con al época de la recesión en la década de los 30.

Mientras las imágenes de heroísmo combinadas con las condolencias persistan, las respuestas que se dan a la sociedad no son más que meras emociones, emociones que entre todos se vuelven apoyos y opiniones hasta en las redes sociales. Pero hasta ahora no hay respuestas ni explicaciones para entender los motivos que tienen estos jóvenes a generar un terror doméstico. Estados Unidos no necesita ahora referirse a Corea del Norte o a Rusia y tendrá que ponerse a pensar qué es lo que hace que se haya sembrado la violencia y la agresión entre sus jóvenes.

Hilda García
Estudio Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México, obtuvo el grado de Maestría en la Univ. de Miami con el tema de los “Weblogs y la mediamorfosis periodística”.

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