Roma entre la tierra y el cielo… entre el amor y el odio de los propios mexicanos

23/02/2019 - 4:56 pm

El octavo filme de Cuarón fue un trabajo de alta calidad para la mayoría de los especialistas, quienes ponderaron la técnica del director y la estética de la película, filmada en un impecable blanco y negro.

Por Juan Manuel Ramírez

Ciudad de México, 23 febrero (EFE).- Como toda obra de arte, Roma, el multipremiado filme del director mexicano Alfonso Cuarón y nominado a 10 Premios Óscar, ha dividido opiniones y se ha posicionado entre el amor y el odio en este país.

Comenzando por su vía de distribución y exhibición para su estreno hasta episodios de racismo y clasismo en contra de la actriz protagonista Yalitza Aparicio, el trabajo de Cuarón no pasó desapercibido para sus compatriotas.

El octavo filme de Cuarón fue un trabajo de alta calidad para la mayoría de los especialistas, quienes ponderaron la técnica del director y la estética de la película, filmada en un impecable blanco y negro, aunque no quedó exenta de cuestionamientos.

Algunas de las voces que no estuvieron de acuerdo señalaron que la película era un retrato clasista y otros que había sido un exceso del director filmar una película autobiográfica, entre otros puntos. Foto: Facebook, Roma

Algunas de las voces que no estuvieron de acuerdo señalaron que la película era un retrato clasista y otros que había sido un exceso del director filmar una película autobiográfica, entre otros puntos.

Tras su triunfal estreno en agosto en el Festival Internacional de Cine de Venecia, donde ganó el León de Oro, Roma tuvo un debut comercial limitado en algunas salas de cine de México y el mundo ante la expectativa de que el 14 de diciembre se estrenaría en la plataforma de video bajo demanda Netflix.

En México, las cadenas Cinépolis y Cinemex no aceptaron exhibirla, en un primer momento, por lo que Cuarón y su equipo decidieron mostrarla en un circuito menos comercial y hasta fue llevada al complejo cultural de Los Pinos, la antigua residencia presidencial, para que la vieran unas tres mil personas.

Posteriormente la polémica se extendió hacia el trabajo de la debutante Aparicio, una joven indígena y maestra normalista del sureño estado de Oaxaca, quien acudió, por casualidad, a la prueba de actuación en Tlaxiaco, su pueblo natal, y convenció a Cuarón.

Sin ningún antecedente artístico, ni atracción por el cine y sin saber quien era Cuarón, la nominación a los Premios Óscar de la joven oaxaqueña desató una serie de comentarios racistas y clasistas de actores mexicanos que criticaron, sin el menor reparo, su trabajo.

“Ella es así, no actuó en la película”, dijo una de ellas, mientras que otra dijo que “no tenía vocación actoral” y uno más la llamó “india”, un tono despectivo que en México se usa para ofender a los indígenas.

“Roma ha abierto la conversación sobre el racismo en México”, dijo Cuarón. Foto: Facebook, Roma

Sobre eso, Cuarón, dijo en una entrevista distribuida por la ONU esta semana que no sabe cuál es la razón del éxito de la cinta, pero sí sabe que Roma ha abierto la conversación sobre el racismo en México, que se ha negado durante muchos años.

El director sostuvo que la película ha tenido una respuesta emocional a lo largo de todo el mundo, ya que temas como “clase social y bagaje étnico son iguales en todo el mundo”, explicó.

Las opiniones polarizadas que ha generado Roma han sido tales que, según un sondeo del diario El Financiero, el 68 por ciento cree que la producción ganará la estatuilla a mejor película y el 70 por ciento opina que su director también se llevará el galardón.

En tanto, la aclamada y debutante Yalitza Aparicio, nominada a mejor actriz protagonista, tiene el 66 por ciento de posibilidades de resultar ganadora, mientras que la actriz Marina de Tavira cuenta con el 53 por ciento de posibilidades de llevarse el Óscar a mejor actriz de reparto.

Este domingo, Roma tiene la oportunidad de hacer historia en una ceremonia en la que la comedia negra La favorita, del cineasta griego Yorgos Lanthimos, será su principal competidora.

Roma, la primera película de Cuarón tras la exitosa Gravity (2013), es una carta de amor a Libo, la niñera que vivía con la familia de Cuarón durante su infancia y que en la ficción toma el nombre de Cleo y es interpretada por Aparicio.

Hace cinco años, precisamente con Gravity, Cuarón hizo historia en el cine al ser el primer director hispano en lograr un Óscar, pero ahora ha llegado aún más lejos al convertirse en el primero en ser nominado a mejor película extranjera y mejor película por Roma

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