MESA DE NOCHE | Élmer Mendoza: Besar al detective y El misterio de la orquídea calavera

23/01/2016 - 12:03 am

Dos novelas contrastantes aun cuando ambas tengan el mismo apellido y posean la prosa fresca, impecable y coloquial que distingue a Mendoza. La primera es en más de un sentido un salto al vacío, una exploración que necesariamente paga un precio, pero que demuestra que el autor está decidido a crecer en otros registros. La segunda nos muestra que sigue siendo el maestro de la novela policial mexicana.

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Ciudad de México, 23 de enero (SinEmbargo).– Dice un personaje de Élmer Mendoza que un honrado puede ser más peligroso que un corrupto, por lo menos en los grisáceos meandros de los círculos policíacos. Y tuve que coincidir con nuestro mejor escritor de novela negra luego de leer sus dos recientes libros la semana pasada.

En el primero, El misterio de la orquídea calavera, publicado a fines del 2014, Élmer nos presenta a un personaje nuevo, El Capi Garay, un joven culichi de 18 años obligado a negociar la liberación de su padre, quien ha sido secuestrado. El proceso lo obliga a desplazarse a Xilitla, en San Luis Potosí, en donde entra en contacto con el mundo surrealista del jardín arquitectónico Las Pozas, construido por el inglés Edward James. En ese punto el relato dejar de ser una novela policiaca y se transforma en un texto onírico, habitado por chamanes, espectros y fantasmas, boas que hablan y una trama deliberadamente inverosímil. La única constante a lo largo de este viaje a que a ratos hacer recordar a Comala de Rulfo o las digresiones oníricas de Murakami, es el empeño del joven Garay en conseguirse una novia o convertirse en adulto a los ojos de su familia.

En cierta forma, Élmer Mendoza está siendo víctima de su propio éxito. Hemos adquirido tal aprecio por sus excelentes y mal llamadas narco novelas (son mucho más que eso), centradas en su entrañable judicial, el Zurdo Mendieta, que nos cuesta acostumbrarnos a otros registros de parte de este extraordinario escritor sinaloense. Como a los cantantes famosos a quienes el público exige una y otra vez las canciones que los han hecho célebres y agradece muy poco los intentos creativos del artista.

Esta sensación se confirma con la publicación de su reciente novela, Besar al detective, esta sí, del Zurdo Mendieta, en la cual el lector se sentirá en terrenos tan familiares como apreciados. El secuestro del hijo de Mendieta obligará al policía a entrar en una escabrosa alianza con su antigua conocida Samantha Valdés, jefa del Cártel del Pacífico, y a corroborar, una vez más, las pantanosas y perversas lógicas de la DEA y el FBI. Una novela plagada de sicarios, ajustes de cuenta, balaceras trepidantes y un final inesperado. En suma, Élmer Mendoza en su mero mole, o mejor dicho, entre machaca y tortillas de harina.

Dos novelas contratantes aun cuando ambas tengan el mismo apellido y posean la prosa fresca, impecable y coloquial que distingue a Mendoza. La primera es en más de un sentido un salto al vacío, una exploración que necesariamente paga un precio, pero que demuestra que el autor está decidido a crecer en otros registros. La segunda nos muestra que sigue siendo el maestro de la novela policiaca mexicana.

@jorgezepedap

Jorge Zepeda Patterson
Es periodista y escritor.
en Sinembargo al Aire

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