Ciudad de México, 22 de oct (sinembargo.mx) – Una auditoría del Órgano de Fiscalización Superior reveló que el anterior gobierno de Guanajuato cambió la Ley para otorgar sin licitación de por medio una serie de conciertos a Creatividad y Espectáculos (CIE). Se gastó 89 millones en estos eventos de la Expo Bicentario para la celebración de los 200 años de la Independencia de México. Se reportaron ingresos por 9 millones 510 mil pesos por venta de boletos, pero sólo fueron reportados 8 millones 526 mil. Es decir, un millón de pesos se perdió.
De acuerdo con una investigación del periódico a.m, el gobierno estatal pagó los 89 millones de pesos a CIE para que organizara un cartel de conciertos entre julio y diciembre de 2010. Sin embargo, según el informe de los auditores, el Fideicomiso del Bicentenario sólo logró recuperar 9 millones de pesos por venta de boletos para el acceso a los espectáculos aunque reportó un millón de pesos menos.
El órgano de control también reprobó al Fideicomiso del Bicentenario por haber asignado sin licitación el contrato a la empresa CIE, pese a que excedía 74 veces el monto establecido por la ley estatal para contratos de servicios, indica el periódico a.m.
El monto del contrato a favor de CIE fue por 89 millones de pesos y los auditores reportaron que la empresa no entregó al gobierno de Juan Manuel Oliva –actual secretario de Elecciones del PAN– un presupuesto detallado de los diferentes espectáculos, como se había establecido en el contrato, por lo que se recomendó aplicar sanciones por responsabilidades civiles y administrativas de los funcionarios responsables, de los que censuró sus nombres.
“El apoderado de la empresa sólo manifiesta que sí lo entregó (el presupuesto detallado), pero no existe evidencia de ello”, reportaron los auditores en su informe.
El cartel de los conciertos pagados con recursos públicos abrió a mediados de julio de 2010 con el puertorriqueño Chayanne, y continuó con Jaguares, Yahir, Fobia, Ha*Ash, Fanny Lu, Yiri, Aleks Syntek, Cardenales de Nuevo León, Pepe Aguilar, Pepe Arévalo y sus Mulatos, el grupo Pesado y Moderatto, entre otros, con un costo de boletos de entre 50 a 300 pesos por persona.
La auditoría, aprobada el 23 de agosto por el Congreso del Estado, pero revelada apenas la semana pasada, señala que la falta de control en la expedición de los boletos, ocasionó parte de las bajas debido a que no sabe con precisión cuántas cortesías fueron repartidas y cuántos boletos fueron vendidos.
De acuerdo con una investigación del diario, los auditores pidieron a los organizadores un informe detallado de los talones de boletos vendidos en taquilla, así como los repartidos como cortesías, pero los organizadores se negaron a entregar dicha relación.
“No cuento con la información. Los talones no fueron conservados posterior al ingreso de los asistentes a los conciertos”, dijeron y sólo reportaron el total cobrado en taquilla.
Según ese reporte, se cobraron 8 millones 130 mil pesos en los 135 días que duró la primera etapa de la Expo.
En promedio, según el informe oficial, los ingresos en taquilla fueron de 60 mil pesos al día.
a.m. informa que los organizadores perdieron en todos los rubros. Se tenía previsto que los patrocinadores auspiciaran la operación de la Expo Bicentenario, del 17 de julio de 2010 -el día de su apertura- al 30 de noviembre del mismo año, que era cuando estaba prevista su finalización en su primera etapa.
Sin embargo, según el informe de la auditoría, en esa primera etapa sólo se recibieron 37 millones 500 mil pesos en patrocinios.
Los ingresos por arrendamiento (de locales y espacios físicos) sumaron 5 millones de pesos, lo que se cobró en taquilla sumó 8 millones y por el acceso a los espectáculos se recuperaron 9.5 millones.
En conjunto, los ingresos en la primera etapa de la Expo sumaron alrededor de 60 millones de pesos, que representan apenas el 4% del costo total de la exposición, que superó los mil 500 millones, revela el diario.
VER ADEMÁS: Todo fue que el actual secretario general adjunto de Elecciones del Partido Acción Nacional (PAN), Juan Manuel Oliva Ramírez, pidiera licencia en marzo pasado como Gobernador de Guanajuato, para que se destaparan los escándalos de su gestión. Dejó el cargo para unirse a la campaña presidencial de Josefina Vázquez Mota y de inmediato, una tras otra, empezaron a caer las denuncias por presunta corrupción y nepotismo. Hasta hoy. Pero eso, parece, es apenas el principio. La revisión de las cuentas públicas apenas se realiza. Oliva triplicó la deuda pública del estado que gobernó desde 2006 (que ahora está bajo el mandato de Miguel Márquez Márquez) y el análisis de su administración, el que se ha realizado hasta el momento, revela por qué: una gran cantidad de obra pública, ambiciosa y –ahora se sabe– sin sentido, quedó sin realizarse. MÁS INFORMACIÓN