Libélulas migratorias

22/10/2012 - 12:03 am

La migración es un fenómeno inherente a muchos animales, inclusive al hombre, pero cuando los sujetos migrantes son insectos el cómo y el cuándo resultan fascinantes.

La mariposa monarca es una migrante consabida que estrecha distancias entre Canadá y México huyendo del frío y siguiendo las poblaciones de las plantas que son su alimento a lo largo del camino. Este es un ejemplo maravilloso y bastante conocido aunque con misterios aún por descubrir. ¿Cómo es que un individuo que nace en México decide volar a Canadá y conoce la ruta? ¿Cuáles son las señales que siguen las mariposas durante la migración para llegar a los lugares indicados?

Recientemente otra migración impresionante fue descubierta por un biólogo en las islas Maldivas, al sur de la India. El personaje de la migración es otro insecto más pequeño: una libélula conocida como Pantala flavescens o planeadora global. Son insectos 4.5 cm de longitud con una coloración naranja-rojiza, alas transparentes y ojos compuestos grandes. Esta libélula es cosmopolita y habita zonas en donde las temperaturas medias rondan los 20ºC y ha sido vista en todos los continentes; sin embargo, en algunas regiones solamente es avistada durante dos o tres semanas al año. Esta curiosa aparición anual entre los meses de octubre y noviembre llamó la atención del biólogo Charles Anderson. Las islas Maldivas son un paraíso tropical con playas espectaculares de arena blanca y muchas palmeras; sin embargo, no tienen cuerpos de agua dulce, por lo tanto Charles Anderson, que conocía el ciclo de vida de las libélulas, estaba intrigado de cómo hacían estos insectos para reproducirse. Las libélulas como muchos insectos tienen un ciclo de vida complejo que involucra un huevo, una fase larvaria, y finalmente pasan por un proceso de metamorfosis para convertirse en adultos alados. Las larvas denominadas náyades, tienen la peculiaridad de ser acuáticas, por lo que dependen completamente de la presencia de cuerpos de agua dulce para poder existir.

Decidido a dilucidar el enigma, Anderson sabía que aunque pareciera poco probable, las libélulas deberían ir a otro lado para reproducirse y después regresar el año siguiente a las islas. Así fue como contactó a otros colegas en el continente más cercano, en el sur de la India, y ahí le confirmaron que las libélulas estaban en la India hasta los primeros días de octubre y después desaparecían. Sabía entonces de donde venían, pero el enigma no quedaba del todo resuelto, puesto que en la India no se observaban libélulas de regreso hasta septiembre del año siguiente, tendrían que estar volando hacia otro lado. Dado que el continente más cercano a las islas es Asia y el próximo pedazo de tierra son las islas de la costa de África del Este, Anderson no consideraba que esta fuera una posibilidad.

Anderson comenzó a estudiar los patrones de migración de otros pájaros de la región, y encontró que varias especies seguían la ruta que coincide con la zona de convergencia intertropical (ZCIT) que se relaciona con masas de aire caliente y húmedo que suben a 1000m en dirección Este y viajan hacia Kenia y Tanzania, de tal manera que todo parece indicar que las libélulas están viajando 3,500 kilómetros de mar abierto gracias a esta corriente de aire caliente, lo cuál para un insecto es sin duda es impresionante.

La ruta de regreso aún no ha sido constatada, pero se postula que las libélulas siguen la corriente Jet Somalí hacia el oeste, que va en dirección hacia la India, y las libélulas hacen una parada en las islas Seychelles en el mes de mayo aprovechando las lluvias del monzón para reproducirse.

¿Y por qué nos interesan las libélulas? ¿No son un bicho mas? Además de ser hermosas, las libélulas son fundamentales para la regulación de plagas en los ecosistemas. Son depredadores muy voraces que ingieren grandes cantidades de insectos voladores por lo que seguramente todos han observado cómo son muy hábiles en comerse a los molestos mosquitos. Como sus larvas son acuáticas, son sensibles a la contaminación de los lagos y los ríos, por ello en lugares contaminados casi no se observan estos hermosos depredadores, mientras que en lugares bien conservados su abundancia es considerable, son buenos indicadores que como se cuida el ambiente.

En todo el mundo se conocen 6,500 especies de libélulas y la mayor diversidad está en el trópico húmedo, en particular en México se han registrado 341 especies. Se sabe que las libélulas existen en el planeta desde el Carbonífero (hace 359 millones de años) y tenemos buenos fósiles de estos insectos. El fósil de la especie Meganeura monyi descubierto en Francia, muestra que en aquella época las libélulas eran gigantes, la más grande descubierta media 70cm, es decir del tamaño de un pato. Ojalá existieran libélulas de ese tamaño hoy en día para que se comieran los mosquitos y moscas que pululan, aunque probablemente tendríamos insectos nocivos también de ese calibre y probablemente esas mega libélulas viajarían muchos mas kilómetros que lo que viaja la Pantala flavescens.

Ek del Val de Gortari
Soy bióloga egresada de la UNAM y después realicé un doctorado en ecología en el Imperial College del Reino Unido. Actualmente trabajo en el Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la UNAM en Morelia y coordino la Licenciatura en Ciencias Ambientales de la ENES-Morelia también de la UNAM. Dedico mis días a tratar de entender cómo funcionan las interacciones entre las plantas y los herbívoros que se las comen. Me gusta trabajar en las selva y también estoy interesada en entender como se modifican las interacciones entre especies cuando hay alteraciones en los ecosistemas, por lo que estoy trabajando en campos agrícolas y en ambientes restaurados. Considero que la visión que la ciencia aporta a la vida cotidiana es muy importante, por eso me gusta escribir textos de divulgación científica y procurar que un mayor número de gente conozca las maravillas que hemos aprendido y descubierto. En particular escribo sobre bichos porque son seres considerados abominables en el inconciente colectivo, que cuando nos detenemos un poco a observar y entender mejor, se vuelven maravillosos.
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