La literatura salvadora

22/09/2018 - 12:00 am

Curtis Dawkins asume su culpa por haber matado a Thomas Bowman, en un vértigo de drogas y alcohol, “aunque siempre hay problemas más profundos”.

La literatura, hoy condenado a cadena perpetua, ha sido su salvación. Ha editado Hotel Graybar, que en España ha editado Seix Barral

“La mayoría de los presos no han tenido una educación académica, que es la razón por la que el mundo rara vez escucha su voz. Parte de mi propósito era darles a estos chicos una voz y una que no viniera de la mano de algún idiota que enseña clases de escritura en prisión. No hay nada que me cabree más que un libro deshonesto”, ha dicho a la BBC Mundo.

A través de diferentes relatos y narradores, Dawkins revela las idiosincrasias, el tedio y la desesperación de sus compañeros de celda y la lucha de éstos por mantener vivas sus almas a pesar de su situación. También se describen los entresijos de la cárcel: cómo funciona el sistema de trueque, basado en los tatuajes; los juegos de cartas o el tráfico de cigarrillos.

Hotel Graybar es su debut literario. Foto: Especial

“Ojalá me hubieran denegado el arma por mi historial mental. No estaría aquí. Nadie necesita un fusil. Nadie con problemas mentales necesita un arma. Sí, necesitamos una regulación más estricta”, se arrepiente ante el periodista, mientras recuerda el revólver Smith & Wesson del calibre 357 con el que mató a Bowman.

Dawkins está casado con una novelista, tiene tres hijos y todavía evoca esa noche.

“Esa noche estaba psicótico por una droga que no había probado antes. No es excusa, pero es un hecho. Durante un buen rato no fui consciente de nada. Tras el disparo me quedé paralizado: no se me ocurrió que aparecería la policía. Tampoco fui consciente de que había más gente en la casa. De pronto oí sirenas y traté de esconderme, pero luego, como en una película, tomé un rehén. Los miembros del SWAT trataron de derribar la puerta, pero entonces empecé a disparar para que se fueran. Me movía por inercia”, cuenta a la periodista de Squire.

La literatura lo salva y uno debería leer su libro solo para decir, ¿en qué momento pudo más la palabra que la droga o los problemas mentales? Es raro decirlo mientras uno escribe en una computadora propia, ha salido esta tarde a tomar un poco de sol y piensa en el poco tiempo que tiene para terminar esos libros o intentar algún poema que inaugure la batalla de los misterios, de la noche imaginada.

Curtis, en lugar de uno, escribe para sentirse a sí mismo y si bien no puede salir a tomar un poco de sol, puede imaginar en las letras el sol del mediodía cuando no tomaba drogas y era apenas un adolescente.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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