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Guadalupe Correa-Cabrera

22/07/2024 - 12:02 am

Estados Unidos 2024

“El que fuera el país más poderoso del mundo hasta hace poco muestra claramente un desgaste y un declive general en muchos ámbitos”.

El actual Presidente Joe Biden se retira de la candidatura presidencial y pasa la estafeta a quien ha sido su compañera de fórmula y Vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris. Foto: Evan Vucci, AP

El proceso electoral en Estados Unidos del presente año está que arde. El candidato republicano a la Presidencia y expresidente de ese país, Donald Trump, sufrió hace algunos días un “espectacular” atentado en un momento clave de la contienda. Entretanto, el actual Presidente Joe Biden se retira de la candidatura presidencial y pasa la estafeta a quien ha sido su compañera de fórmula y Vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris. El que fuera el país más poderoso del mundo hasta hace poco muestra claramente un desgaste y un declive general en muchos ámbitos. Esto se ve reflejados en una enorme polarización de su sociedad, ausencia de liderazgo y en una crisis de valores y adicciones que nunca hubiéramos imaginado en una nación de lo que llamábamos “Primer Mundo”.

La política estadounidense parece un espectáculo chusco en el que los montajes, el escándalo y la demencia ocupan un rol estelar. De aquí a al 5 de noviembre se anticipa una batalla campal y un discurso extremadamente polarizante desde ambos lados del espectro político. No obstante, el avance reciente del trumpismo y la oferta política republicana enmarcada en el proyecto de América Primero, es difícil anticipar el resultado final del proceso electoral de este año. Todo puede pasar en esta “sociedad del espectáculo”.

Ya desde hace algunos años, el desencanto de los ciudadanos estadounidenses con los políticos tradicionales convierte a la política de ese país en un espectáculo hollywoodense, en un circo, o en una arena de lucha libre en la que actores o influencers hacen como que se pelean en una contiendo de “rudos vs. técnicos” que nada tiene que ver con la realidad. Al final, somos los espectadores de un show barato que no representa las negociaciones ni intereses reales de quienes verdaderamente gobiernan ese país.

Ya decía el periodista Roberto de la Madrid que “Estados Unidos no es una nación”, sino la síntesis de un conjunto de intereses del gran capital internacional. Sí, hablamos de los intereses de esos actores que no identificamos plenamente y que mantienen sus activos en fondos de inversión (o grandes gestoras de fondos) como BlackRock, Grupo Vanguard, Fidelity, et al. Analizando la historia de Estados Unidos, su imperialismo y colonialismos, las guerras que libra fuera de su territorio, su militarismo y su política del espectáculo, podemos pensar que los verdaderos “amos” de ese país no son los gobernantes, sino las grandes corporaciones transnacionales que tienen sus centros de operación (headquarters) en territorio estadounidense.

Llama mucho la atención la forma en la que la opinión pública desvía su atención de lo fundamental (es decir, de los abusos y planes de las élites) y se centra en un show de políticos mediocres, sin agenda real, sin cordura o sin capacidad para gobernar. Entretanto, el verdadero sendero de Estados Unidos lo delinean otros actores mucho más sofisticados—no personajes de película de Hollywood o serie de Netflix como Trump, Biden, Harris, o el nuevo villano JD Vance. Nos quedan poco más de tres meses de “espectáculo” electoral. Los análisis de “expertos” en política estadounidense y las proyecciones sobre la contienda en medios tradicionales y en redes sociales no se harán esperar. Estaremos pendientes de los dimes y diretes entre candidatos y, por supuesto, de las encuestas de opinión que probablemente anticiparán un resultado incierto, considerando un margen de error.

Los temas de frontera, migración, tráfico de drogas, relación con México y política exterior en un mundo multipolar, ocuparán un lugar central en la contienda electoral. La sociedad estadounidense se encuentra sumamente polarizada alrededor de estos temas clave, por lo que no es fácil anticipar el resultado electoral, no obstante la ventaja que lleva hasta ahora el partido republicano. Es posible pensar que el desenlace de la contienda presidencial no dependerá del desempeño de dos candidatos que dejan bastante que desear. En realidad, esta elección la definirán las élites. Por un lado, éstas han planteado una “era de mujeres” y progresía para algunos lados, por lo que no podemos descartar un triunfo de los demócratas. Por otro lado, muchos estadounidenses apostarían por un líder (que se vea fuerte) y muchos ansían que “Estados Unidos vuelva a ser grande”; también podría ser éste un proyecto que apoyen las élites.

Entre una mujer y un actor-influencer, no sabemos hoy quién ganará en Estados Unidos en noviembre.

Guadalupe Correa-Cabrera
Guadalupe Correa-Cabrera. Profesora-investigadora de Política y Gobierno, especialista en temas de seguridad, estudios fronterizos y relaciones México-Estados Unidos. Autora de Los Zetas Inc.

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