Autodefensas: cuestionario interactivo

22/01/2014 - 12:00 am

Las autodefensas están de moda, son el tema más popular en nuestros días. Así, si bien yo quería escribir mi columna de esta semana sobre ciencia, no podía soslayarlo. Pero como resulta que ya no entiendo lo que está pasando o ya pasó lo que estaba entendiendo (Monsi dixit), decidí hacer algo intermedio, un cuestionario. Disfrútelo.

1.     Cuando usted ve las fotos de los autodefensas (por ejemplo aquí) y alguien le pregunta “¿por qué no traen botas?” usted piensa:

          a) Porque son pobres.

          b) Porque no defienden un territorio ni tienen necesidad de desplazarse a pie.

          c) ¿Y eso qué?

2.      Si le preguntan “¿cómo consiguieron su armamento?”, usted piensa:

          a) Porque el pueblo siempre consigue lo que quiere, lo robaron.

          b) Porque seguramente hay mano sucia en esto.

          c) ¡Eso es lo de menos!

3.      Si usted lee “muchos de sus miembros son migrantes que no pudieron volver a EE.UU.”, usted piensa:

          a) Son pobres campesinos que no tienen de otra.

          b) Son veteranos de guerra que acá tienen mejor salario gracias a su CV.

         c) ¡Pinches gringos!

4.     Cuando usted ve una imagen de las autodefensas como ésta, usted piensa:

         a) Puro campesino mexicano, igualito a los de mis libros de texto.

         b) Estos vatos tienen entrenamiento militar.

         c) ¿Tengo que pensar algo?

5.   Si le preguntan “¿por qué se llaman autodefensas en un país donde los movimientos populares armados se llamaban guerrillas?”, usted piensa:

         a) Porque se están auto-defendiendo.

         b) Porque son grupos paramilitares.

         c) Porque el nombre de “guerrilla” es muy naco y no está in.

6.     Si usted lee “ante la ausencia del estado, los campesinos decidieron organizarse para defenderse de la violencia del narco”, piensa:

        a) ¡A huevo, es lo que tendríamos que hacer todos!

        b) ¡No mames, están tratando de legalizar ejércitos privados!

       c) Obvio, wey, ya ves cómo son los nacos.

7.   Cuando usted lee una declaración como “cuando el ejército acabe con (ponga aquí el grupo de narcos que quiera), nosotros dejaremos las armas”, usted piensa:

      a) ¡A huevo, así hay que exigirle al gobierno!

      b) ¡Putamadre, jamás las van a dejar!

      c) Tengo hambre.

8. Cuando usted lee que la Policía Federal y un grupo de autodefensas trabajaron en conjunto para tomar la cabecera de un municipio, usted piensa:

     a) Le tienen tanto miedo al pueblo que prefirieron ayudarlo.

     b) Es la prueba de que son paramilitares.

     c) Uy, sí, qué rico: unas donas.

9. Cuando usted lee que en la prensa extranjera a las autodefensas les llaman “vigilantes”, a usted:

    a) Le parece acertado.

    b) Le parece tan ridículo como llamarle “contratistas” a los mercenarios.

    c) ¡De chocolate!

10. ¿Podría usted decir el nombre de unos 10 líderes del más de medio centenar de grupos de autodefensas del país?

RESULTADOS

    1.  Si la mayoría de sus respuestas fue (c), felicidades: es usted Homero Simpson.

   2. Si la mayoría de sus respuestas fue (a) o (b) pero dejó la pregunta 10 en blanco, ¿ya se dio cuenta de que su opinión es meramente un acto de fe pues sabe lo mismo que yo: nada?

   3. Si la mayoría de sus respuestas fue (a) o (b) y sí puede responder la última pregunta, háganos un favor a todos los que queremos salir de nuestra ignorancia: díganos quiénes son, cuéntenos su historia, por qué y cómo se volvieron autodefensas esas personas.

   4. Opción alternativa: mándeles la última pregunta a los articulistas que han formado su opinión y escríbanos su respuesta en la sección de comentarios de aquí abajito: ya sea que le respondan o que le den el avión, ambas son significativas.

Adendum “científico”: si usted estudia sociología, política o similar y ve que la mayoría de los lectores y articulistas tenemos una opinión fuerte tipo (a) o tipo (b) pero no podemos responder la última pregunta, aquí tiene un bonito tema de tesis.

Luis Felipe Lomelí
(Etzatlán, 1975). Estudió Física y ecología pero se decantó por la todología no especializada: un poco de tianguero por acá y otro de doctor en filosofía de la ciencia. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte y sus últimos libros publicados son El alivio de los ahogados (Cuadrivio, 2013) e Indio borrado (Tusquets, 2014). Se le considera el autor del cuento más corto en español: El emigrante —¿Olvida usted algo? —Ojalá.
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