Este sábado se conmemoró el Día Internacional contra el Cáncer de Mama. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo celebra el 19 de octubre de todos los años. Con ello se busca sensibilizar a la población sobre dicho padecimiento y lograr que esta enfermedad sea identificada en etapas mucho más tempranas.
Este tipo de cáncer es el más frecuente entre las mujeres. A nivel mundial representa uno de cada seis casos. Cada año se detectan alrededor de 1.38 millones de casos nuevos. La propia OMS afirma que la incidencia del cáncer de mama está aumentando en el planeta. Las causas principales se asocian a factores como la mayor esperanza de vida y la creciente urbanización.
En México –en tanto país de desarrollo medio, que camina hacia una mayor urbanización y está aumentando la esperanza de vida de su población– el cáncer de mama también está creciendo.
“Se estima que hay 14 decesos al día por cáncer de mama en México”, dijo este sábado el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud federal, Pablo Kuri. Actualmente es la primera causa de mortalidad entre mexicanas de 25 a 60 años.
Para reducir el impacto de esta enfermedad entre la población, la OMS afirma que la detección temprana es una estrategia fundamental para el diagnóstico, tratamiento y control oportuno. Para ello se recomienda amplias campañas de prevención, enfocadas principalmente a la realización de mastografías. Desafortunadamente, en México su realización todavía no es algo común.
A nivel de entidades federativas, donde más se realizan es en la capital del país, en donde se lleva a cabo una de cada tres mastografías, seguido por Puebla y Baja California. Si vemos la tasa de mastografías por cada cien mil mujeres, el promedio nacional es de 559.72. En los primeros lugares destacan las mismas entidades citadas: el DF (2114), Puebla (1223) y Baja California (1070). Por el contrario, los que tiene la menor tasa de mastografías en el país son el Estado de México (35.43), Tabasco (175.88) y Oaxaca (181.65).
Hay que reconocer que el acceso es muy limitado para la mayoría de la población, pero una gran parte del problema también viene por la falta de información y de conciencia. Por ejemplo, en 2011 –ultimo año con datos oficiales— el sistema nacional de salud tenía la capacidad de realizar 2 millones 300 mil mastografías, sin embargo solo se realizaron un millón 300 mil. ¿En verdad no hay demanda de mastografías entre las mujeres mexicanas? No lo creo. Sin duda algo está fallando.
La buena noticia, que también las hay, es que según las encuestas nacionales de salud, las mujeres mexicanas que tienen conciencia del peligro que puede significar esta enfermedad está creciendo. Cada año son más las que asisten a revisiones medicas y/o que se hacen mastografías.
Parece que no todo está perdido.
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