Panamá, 21 Oct (Notimex).- Luego de los enfrentamientos entre policías y manifestantes en Colón (Caribe) con un saldo de un muerto, el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, apeló hoy al diálogo para resolver las diferencias sobre la venta de tierras estatales.
“Colón merece mejores días. Esa ha sido siempre la intención. Conversando se arregla todo”, comentó el mandatario en su cuenta de Twitter, desde Tokio, donde este domingo inició una visita oficial.
Para este día el ministro de la Presidencia, Roberto Henríquez, tiene previstas varias reuniones con representantes de Colón, 80 kilómetros al norte de esta capital, en el marco del rechazo generalizado a la venta de tierras en la Zona Libre de Colón (ZLC).
Aunque hizo el llamado al diálogo el gobierno descartó la derogación de la ley aprobada por el Parlamento y promulgada por el mandatario el pasado viernes, en medio de fuertes protestas contra la legislación.
“Esta ley lo que busca es darle a los dueños de las empresas de la Zona Libre de Colón la oportunidad de que puedan comprar los terrenos donde están sus estructuras, para que puedan ampliarlas para su desarrollo y productividad”, indicó Henríquez.
Añadió que “los empresarios que no estén interesados en dicha opción, pueden continuar alquilando”.
Con la polémica ley el gobierno prevé recaudar unos 100 millones de dólares anuales, de los cuales el 35 por ciento se destinará para obras en la provincia de Colón, según los promotores de la iniciativa.
Por el alquiler de las tierras al Estado, los empresarios de la Zona Libre, dedicada a la importación y reexportación de mercancías, pagan cerca de 33 millones al Estado, dinero que va directo al presupuesto general del país.
Además de la ZLC, con transacciones por 29 mil millones de dólares anuales, en Colón está uno de los extremos del Canal de Panamá, varios puertos y una terminal del ferrocarril interoceánico.
Diversos grupos anunciaron la continuación de las protestas en todo el país, con un paro patronal de 48 horas prorrogables a partir de mañana lunes convocado por la Cámara de Comercio de Colón.
Grupos sindicales anunciaron que realizarán una marcha el lunes, mientas indígenas dieron un plazo de tres días, que finaliza el lunes, para que el gobierno derogue la ley o en caso contrario también saldrán a las calles en el occidente del país.
Las protestas del viernes, degeneraron en saqueos en estaciones de combustible, y enfrentamientos entre grupos de manifestantes y la policía, con un saldo de un niño muerto por una herida de bala.
A la oposición a la ley se sumó la Cámara de Comercio e Industrias de Panamá (CCIP), la cual afirmó que “la imposición, la falta de diálogo y de consenso ha comprometido nuevamente, la tranquilidad ciudadana, generando innecesarias tensiones, reacciones violentas e irreparables pérdidas de índole humana”.
Aunque manifestó su apoyo a modernizar la ZLC, la CCIP llamó al mandatario a rectificar “atendiendo los artículos de la ley que han generando controversias”.
