Si bien disminuyó la tasa del banco central, esta es una cifra "de referencia" para el resto del sistema financiero del país, por lo que los bancos privados tienen la facultad de decidir cuándo y qué tanto recortan sus tasas de interés, y por lo tanto, qué tanto se reflejará esta medida en los productos de crédito o inversión que ofrecen.
Los créditos del gobierno sí son muy sensibles a los movimientos de política monetaria de Banxico, pues ven reflejados los recortes o las alzas, en un lapso de alrededor de 30 días. Esto es porque la tasa de interés es un porcentaje que se cobra sobre el dinero solicitado.
Por Laura Quintero
Ciudad de México, 21 de agosto (EconomíaHoy).- El jueves 15 de agosto el Banco de México (Banxico) recortó su tasa de interés por primera vez desde 2014, al pasar de 8.25 a 8 por ciento, lo cual en teoría disminuye el costo de pedir dinero prestado y del retorno por invertir. Sin embargo, quienes poseen un crédito automotriz, hipotecario o pagan una tarjeta de crédito no deben echar campanas al vuelo.
Si bien disminuyó la tasa del banco central, esta es una cifra "de referencia" para el resto del sistema financiero del país, por lo que los bancos privados tienen la facultad de decidir cuándo y qué tanto recortan sus tasas de interés, y por lo tanto, qué tanto se reflejará esta medida en los productos de crédito o inversión que ofrecen.
"Para definir las tasas de crédito al consumo inciden varios elementos, uno de ellos es el grado de competencia en el mercado de crédito bancario, pero es posible que esta decisión vaya a influir poco a poco en las tasas de crédito, pero un 8 por ciento no deja de ser una tasa restrictiva", explicó Alejandro Saldaña Brito, gerente de Análisis Económico del grupo financiero BX+.
Con la reducción en 25 puntos base la tasa objetivo de política monetaria a 8.0 por ciento, la Junta de Gobierno del Banxico puso fin al ciclo de alzas iniciado en diciembre de 2015 y redujo la tasa de interés que se encontraba en su máximo histórico desde diciembre de 2018. Sin embargo, Saldaña Brito dijo que este recorte es "muy marginal, sí puede ayudar a abaratar el crédito, pero sería algo igualmente marginal", indicó el analista.
Detalló que una tasa de interés neutral es de entre 4.7 y 6.3 por ciento, por debajo de este rango es cuando en un entorno de recesión la política monetaria incentiva la economía y por arriba se sigue considerando restrictiva. Es decir, el crédito sigue siendo caro, porque para Banxico aún es una prioridad favorecer el ahorro en vez del consumo.
A pesar de que los bancos tardan cierto tiempo en transmitir el efecto de la reducción de la tasa objetivo a los productos de crédito al consumo, los créditos hipotecarios son los primeros en resentir los efectos en el cambio de tasas. Mientras que las empresas notan el abaratamiento del crédito en un lapso de dos y tres meses después, y esto puede no ocurrir, dependiendo de sus estrategias, comentó Verónica Uribe, analista de Grupo Financiero Monex.
Por otra parte, los créditos del gobierno sí son muy sensibles a los movimientos de política monetaria de Banxico, pues ven reflejados los recortes o las alzas, en un lapso de alrededor de 30 días. Esto es porque la tasa de interés es un porcentaje que se cobra sobre el dinero solicitado.
Alejandro Díaz de León, Gobernador de Banxico, reconoció que el recorte estuvo motivado por la desaceleración por la que atraviesa la economía mexicana. Sin embargo, con una tasa de referencia alta, los inversionistas en deuda del país recibían mejor rendimiento por su dinero del que tendrán ahora, por lo que el recorte no puede ser brusco, aunque hay analistas que prevén que habrá un segundo recorte antes de finalizar el año.