Tormenta sobre campo de robles

21/03/2015 - 12:01 am

Es cierto que cuando alguien adquiere u obtiene mala fama, es casi imposible revertirla. No es igual con la buena fama; ésta, cuando hay elementos negativos que la empañen, con el tiempo se desvanece; si no los hay, perdura.

Sé que es un tema muy tratado, analizado, difundido en estos días, pero me siento obligado a abordar la salida de Carmen Aristegui, con todo su equipo, de MVS. Dichos van, dichos vienen y todos juran ser la verdad, pero hay un antecedente que no perdona. Hace cinco años, cuando Calderón apareció en público con síntomas de embriaguez, Aristegui afirmó que los mexicanos tenemos derecho de saber si el presidente tiene problemas de alcoholismo. La despidieron de MVS, el público actuó, protestaron periodistas, catedráticos, intelectuales, organizaciones sociales, académicas, empresariales, y Carmen regresó. El peso de la verdad fue mayor.

Hoy se repite la escena y presenta dos interrogantes: una, determinar quién dice la verdad; dos, las razones de fondo para el despido. La solución a la primera es de una sencillez elemental, porque ya conocemos el truco y al malabarista: disfraza de castigo por desacato lo que claramente es una censura. Bueno, y también la segunda está fácil: el trabajo sólido del equipo de Aristegui ha resistido todos los ataques que le enderezan los protagonistas de los escándalos, los poderosos que buscan proteger así su impunidad para seguir haciendo lo que quieran con el país y sus ciudadanos.

Cuando lo de Calderón, Carmen salió fortalecida. Esta vez todo apunta a que sucederá lo mismo, aunque con diferencias en los detalles. La opinión pública nacional e internacional, cuyo poder es determinante en casos extremos como este, como Ayotzinapa, Tlatlaya, Cuauhtémoc Gutiérrez, la Casa Blanca y otros, sabe que tiene poder fuerza, pero no sabe cuánto. Estos eventos le sirven para descubrirlo.

Y en medio de un mar de indignación y coraje por lo que atestiguamos gracias al periodismo analítico, no falta el “Pues sí, pero no va a pasar nada”. Ha sucedido, seguirá sucediendo y más nos vale, a nivel individual, tomar partido de manera determinante, tomar  partido del lado de la justicia. Hoy sabemos que la voz del público, su opinión, tiene peso real. Sabemos que podemos revertir abusos como el que hoy gravita sobre Carmen Aristegui, y ella sabe que saldrá fortalecida.

En la conferencia de prensa vía internet que ofreció el jueves por la tarde, Carmen se asomó hasta el fondo del pozo. Como contexto ofreció su apreciación de los dueños de MVS, los Vargas; reconoció de ellos su trato siempre de caballeros, amable y cordial, una relación abierta y sin sobresaltos; y luego se preguntó la razón del ataque violento en esta ocasión, por qué la negativa a una conciliación, por qué lo tajante de la ruptura.

Este punto es importante, a la luz de otro detalle: dentro del tiempo dedicado a responder preguntas, una me llamó la atención. En el minuto 34 con 40 segundos, la productora del equipo de Carmen, Kiren Miret, lee dos preguntas. La segunda: “¿Te han amenazado?” Carmen guardó un silencio breve, casi imperceptible, reaccionó y respondió a la primera; no a la segunda.

El apellido Aristegui, de origen vasco, es toponímico. Significa “lugar de robles”. El viento no le hizo nada a Juárez -si asumimos que los refranes nacen de la realidad- pero una tormenta sí tiene efectos palpables en un campo de robles: los humedece, los nutre y los vivifica. No me cabe duda de que, con la tormenta que se cierne sobre Carmen, ella saldrá robustecida.

La entrevista: http://aristeguinoticias.com/1903/mexico/en-vivo-el-mensaje-de-carmen-aristeguisequeda/

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas