Tijuana, 21 Mar (Notimex).- En la actualidad, a diferencia del pasado, los niños con Síndrome de Down pueden tener una calidad de vida mediante la atención médica integral y con la educación en la sociedad respecto a la enfermedad.
El jefe de Pediatría del Hospital General de Tijuana, Oscar Armenta Llanes, indicó que antes los niños únicamente vivían un promedio de 14 años, y ahora su sobrevida ha incrementado hasta los 60 años.
Indicó que el Síndrome de Down es la primera causa de discapacidad intelectual congénita, y en el Hospital General de Tijuana (HGT), se estima que cada año nacen entre 10 y 12 niños con este padecimiento.
Dijo que para dar una atención integral, todos los menores reciben valoración de especialidad y subespecialidad médica según cada necesidad, tanto en Otorrinolaringología, Cardiología Pediátrica, Traumatología y Ortopedia, Oncología y Hematología, entre otros.
El especialista anotó que los programas de Salud que reciben los menores con este tipo de padecimiento incluyen atención en las diversas subespecialidades de pediatría, así como en el área dental.
Explicó que el Síndrome de Down es un trastorno genético caracterizado por la presencia de una copia extra en el cromosoma 21, es decir, en lugar de haber dos cromosomas, se detectan tres de ellos.
Este padecimiento, dijo, se asocia con diversas complicaciones en el menor, según el caso, como alteraciones cognitivas (retraso psicomotor), enfermedades en la sangre, problemas en el sistema digestivo y endocrino, así como en corazón y en huesos.
“El menor puede presentar ciertas características físicas típicas de la enfermedad, entre las cuales destacan: retraso en el crecimiento, fuerza muscular disminuida, así como fuente nasal deprimida”, señaló.
También, cuello y extremidades cortas, estrabismo, lengua un poco más grande de lo habitual, pliegue pulmonar transversal, entre otras, subrayó el médico especialista.
Añadió que aunque se desconoce la causa de la enfermedad, por estadística, el Síndrome de Down se asocia con la red materna, o sea, mujeres embarazadas de 35 años, o bien, ante problemas hereditarios de los padres.
