Nombre: Patricia Torres Galaz.
Originario: Baja California.
Profesión: Licenciada en Derecho.
Cargo: Directora de Gente por los Animales, A.C.
Gente por los Animales es una Asociación Civil profesional e innovadora que busca contribuir a forjar una cultura de tenencia responsable de animales de compañía en Mexicali, Baja California, a través de los programas de adopción, esterilización y educación, principalmente.
Ciudad de México, 21 de marzo (SinEmbargo).– “Tenemos esta curiosa percepción de que las agrupaciones que promovemos el bienestar animal, somos un puñado de personas sin qué hacer, un poco locas y que nos preocupaban más los perros que la gente; seguramente –como en todos los ámbitos– las hay, pero conozco muchas otras que al igual que nosotros, trabajamos por desempeñar una labor profesional en todos los sentidos”, expresa en entrevista Patricia Torres Galaz, directora de Gente por los Animales, A.C. de Mexicali, Baja California.
Es un prejuicio que en opinión de Patricia Torres complica la vinculación con otros sectores de la sociedad que deben involucrarse para formar un bloque multidisciplinario que construya una cultura de tenencia responsable.
Aun así, considera que cada vez hay más personas que toman conciencia de que los los animales son seres vivos que requieren y merecen una atención especial que procure su bienestar.
“Creo firmemente que lo que ha funcionado es trabajar en las coincidencias, y respetar las diferencias. Todo es un proceso y nuestro pensamiento es también parte de una evolución”, explica la directora de Gente por los Animales.
Varias cuestiones influyeron para que Patricia se convirtiera en protectora de animales. Explica que en su casa llegaban animales de vez en cuando para curarlos, vacunarlos y buscarles una casa.
No fue, sin embargo, hasta el fin de sus estudios universitarios que comenzó a rescatar animales y buscarles hogar de manera reiterada y solventando los gastos que le generaban.
Gente por lo Animales fue fundada por una Patricia Torres de 23 años, quien entonces no consideraba como proyecto de vida, como lo es ahora. En 2006 se anunció a través del Ayuntamiento la creación de un Centro Municipal de Control Animal, lo que implicaba que comenzarían a capturar y a sacrificar animales, de acuerdo con la activista.
“Sabía que había mucha gente que no solamente se preocupaba, sino que se ocupaba de ellos, pero que por alguna razón no se decidían a organizarse. Redacté un documento kilométrico con las razones por las cuales era conveniente crear una asociación civil y lo envié a mis contactos; fue así como poco a poco comencé a relacionarme con gente que podía aportar una u otra cosa, y decidimos organizarnos”, recuerda en entrevista Patricia.
Explica que la idea al principio era rescatar animales para entregarlos a hogares responsables. Sin embargo, encontraron que la dimensión del problema era mucho más grande que la capacidad de la organización; fue hasta entonces también que se dieron cuenta de la importancia de la esterilización, posteriormente, de la falta de información sobre lo que implica la tenencia responsable, y fue que que se enrolaron en el programa de educación.
Patricia Torres tiene tres perros: Urbano, de aproximadamente de 9 años de edad, atropellado en un transitado boulevard de la ciudad y que se arrastró hacia una casa muestra de un fraccionamiento. Una persona solicitó ayuda para él, explicó que se haría cargo del perro y de los gastos, sólo que no lo podía rescatar en ese momento. Alguien acudió por él para llevarlo al veterinario, donde fue operado por fractura en su pata y cadera y esperó a que la persona que dijo lo cuidaría llegara. Pero nunca llegó.
Patricia lo recogió y llevó a casa de sus padres. Explica que Urbano siempre fue noble y limpio. Ingresó al programa de adopción, pero luego de varios meses no pudieron dejarlo ir y la familia lo adoptó.
“Urbano es todo un personaje; es un compañero para mi esposo, con quien acude a su trabajo en muchas ocasiones; y para mi, cuando estoy en casa. Disfruta mucho salir de paseo a pie o en carro, además de ir a fiestas. Si llega visita rápidamente se sube a lo sillones, o pide con la pata que lo suban a la silla para estar –literalmente– en el mitote. Nos lee a la perfección”, describe la protectora.
Dana: Es la personificación de “Ayudante de Santa” de los Simpsons; un modelo clásico de los perros callejeros. Color café, pelo corto, tamaño mediano-grande y orejas curiosas. Ella fue rescatada por mi esposo, entonces su novio,en el año 2007. Tenía apenas 3 meses de edad aproximadamente y olfateaba la basura de un lugar de mariscos.
“Además es una excelente ayudante con los perros en adopción que llego a cuidar; desde un inicio se encarga de mostrarles que ella es la líder, les pone sus límites y les enseña la rutina”, asegura Patricia.
Y Adele, una perrita en adopción que cuida actualmente desde hace dos años, pues no encuentra hogar. Es una cruza de pitbull rescatada de la calle, a la que un fotógrafo la alimentaba a cierta hora del día.
“Es una perrita muy cariñosa y juguetona, a la que además le encanta estar con la gente, así que en cuanto abrimos la puerta decide meterse, a veces para salir corriendo con el primer zapato, papel, o juguete que se encuentra, y destruirlo a continuación. Al parecer las reglas no están muy claras en casa, pues cuando digo “Afuera” corre a su cama, da una vuelta y se echa, viéndome con ojos de ‘no me saques'”, expone la originaria de Mexicali.
OBSTÁCULOS PARA ANIMALISTAS
Un obstáculo que enfrenta sobre el tema es la falta de voluntad política de muchas autoridades. “Las autoridades responden que no es así, sino que no hay recursos, y tienen razón en parte: no hay recursos porque no hay voluntad política, puesto que no es una prioridad”, declara Patricia Torres.
Asegura que tampoco les ayuda la creencia de que las asociaciones civiles tienen que poder ayudar en todos los casos y resolver todos los problemas que se presenten, porque “eso es lo que decimos que hacemos”. “Y no es un problema de las organizaciones conocidas como protectoras de animales, es algo que debemos experimentar las asociaciones civiles en general, por lo que he platicado en reuniones en donde acuden integrantes de la sociedad civil organizada”, explica la protectora de animales.
–¿Qué hace falta para que se logren mejoras considerables en este tema sobretodo en el estado?
–Me parece importante la organización de las agrupaciones que trabajamos en pro del bienestar animal para intercambiar puntos de vista y definir una agenda en donde se definan temas prioritarios, para comenzar a gestionarlos con las autoridades, involucrando al resto de los actores involucrados. Propiamente sería la creación de una red que trabaje con un objetivo específico y consensuado. Suena sencillo referirlo. Lo cierto es que se requiere de un gran trabajo por parte de las agrupaciones, quienes tendríamos como tareas tanto impulsar tanto la creación de la red, como la definición de una agenda. Esto, además de enfoque, madurez y compromiso. Tal vez al principio se lleve un buen tiempo, pero “a la larga” me parece la manera más efectiva para poder dar seguimiento a los temas que se podrían impulsar.
