Economía

La crisis energética de Texas (que dejó sin gas a México) es apenas el principio; vienen más, alerta NYT

21/02/2021 - 5:46 pm

Los apagones en Texas revelaron la dependencia energética de México. Por eso, cuando la tormenta invernal azotó a Texas y Nuevo México, y sus gobiernos decidieron suspender el suministro por la emergencia, 4.7 millones de mexicanos se quedaron sin luz. Y parece, esto sólo será el inicio.

Ciudad de México, 21 de febrero (SinEmbargo).– La crisis energética de Estados Unidos en este invierno no será la única, sino apenas el inicio. El cambio climático acentuará las debilidades tanto de su infraestructura como de su sector energético. Eso sería una noticia apenas local, de no ser porque México tiene una fuerte dependencia en esa economía y en los últimos años perdió soberanía energética y tiene una alta dependencia en su producción.

Christopher Flavelle, Brad Plumer y Hiroko Tabuchi, periodistas de The New York Times, cuentan hoy que incluso mientras Texas luchaba por restablecer la electricidad y el agua durante la semana pasada, “aparecían en todo el país señales de los riesgos que presentaba el clima cada vez más extremo para la infraestructura envejecida de Estados Unidos”.

“Las tormentas de invierno de la semana que se extendieron por todo el continente provocaron apagones en Texas, Oklahoma, Mississippi y varios otros estados. Se detuvo un tercio de la producción de petróleo en la nación. Los sistemas de agua potable en Ohio quedaron fuera de servicio. Las redes de carreteras en todo el país se paralizaron y los esfuerzos de vacunación en 20 estados se interrumpieron”, dicen.

“La crisis conlleva una profunda advertencia. A medida que el cambio climático trae tormentas, inundaciones, olas de calor, incendios forestales y otros eventos extremos más frecuentes e intensos, está ejerciendo una presión creciente sobre los cimientos de la economía del país: su red de carreteras y ferrocarriles, sistemas de agua potable, plantas de energía, electricidad. rejillas, vertederos industriales e incluso viviendas. Las fallas en un solo sector pueden desencadenar un efecto dominó de fallas en formas difíciles de predecir”.

Texas afrontó serias dificultades eléctricas por una tormenta invernal. Foto: David J. Phillip, AP.

Gran parte de esta infraestructura de Estados Unidos se construyó hace décadas, agregan, con la expectativa de que el entorno que la rodea se mantenga estable, o al menos fluctúe dentro de límites predecibles. “Ahora el cambio climático está cambiando esa suposición”.

“Los sistemas de alcantarillado se desbordan con mayor frecuencia a medida que las fuertes tormentas exceden su capacidad de diseño. Las casas y carreteras costeras se están derrumbando a medida que se erosionan los acantilados. La ceniza de carbón, el residuo tóxico producido por las plantas que queman carbón, se está derramando en los ríos a medida que las inundaciones superan las barreras destinadas a detenerlo. Las casas que alguna vez estuvieron fuera del alcance de los incendios forestales están ardiendo en llamas que nunca fueron diseñadas para resistir”, alertan.

El problema es que México es altamente dependiente de esa economía en riesgo, y en los últimos pocos años se volvió aún más con decisiones de los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto en el sector energético. Apenas el 16 de febrero pasado, cuando Texas se vio incapacitado para enviar gas a México y los precios de la energía se dispararon, se puso en evidencia cómo los mexicanos están a expensas de sus vecinos; la generación de electricidad del país depende en gran parte de su buena voluntad.

Por eso, cuando la tormenta invernal azotó a Texas y Nuevo México, y sus gobiernos decidieron suspender el suministro por la emergencia, el país se quedó sin luz. El apagón afectó a 4.7 millones de mexicanos. Y en Estados Unidos, la tormenta invernal afectó a millones, que se quedaron sin electricidad en al menos cinco estados. “El apagón eléctrico que afectó a 66 por ciento de los usuarios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el norte y noreste del país obedeció a la enorme dependencia que la generación eléctrica nacional tiene al gas natural de Estados Unidos, destino del que se importa el 95 por ciento de las compras externas, que en una década han aumentado nada menos que 275 por ciento, o cuatro mil 020 millones de pies cúbicos diarios adicionales”, escribió Karol García, periodista de El Economista.

Según los reportes de la Secretaría de Energía, entre enero y septiembre del año pasado, se importaron cinco mil 479 millones de pies cúbicos al día, cuando en 2010 la cifra era de mil 459 millones de pies cúbicos. “En el mismo lapso, la producción de gas de Petróleos Mexicanos (Pemex) se ha reducido en 49.6 por ciento que son dos mil 484 millones de pies cúbicos diarios menos, ya que las cifras en el promedio de los primeros nueve meses del año indicaron una producción de dos mil 520 millones de pies cúbicos al día”, dijo la periodista.

En la última década ha aumentado en 26 por ciento la demanda del hidrocarburo, que entre enero y septiembre fue de siete mil 998 millones de pies cúbicos al día.

The Associated Press agregó: “México utiliza gas para generar alrededor del 60 por ciento de su electricidad, comparado con 40 por ciento de Estados Unidos. México construyó gasoductos para aprovechar el gas natural barato de Estados Unidos, que a menudo es producto de la fracturación hidráulica en Texas, aunque México no permite dicha técnica en su territorio”.

La CFE señaló que la demanda de energía en Estados Unidos también aumentó a medida que las temperaturas caían a lo largo de la frontera, provocando precios mucho más altos. Dijo que los precios del gas habían aumentado de unos tres dólares por millón de BTU a unos 600 dólares por cada millón en los últimos días.

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