En la parte de diseño, esta tarjeta gráfica es bastante ligera ya que la mayor parte del material que utiliza es plástico y eso es una gran noticia para los gabinetes, ya que las mayoría de las tarjetas con mayor potencial optan por un cuerpo de metal, haciendo que tengan un peso mayor y que sea un poco complicado el poder adaptarlas con facilidad.
Ciudad de México, 20 de noviembre (SinEmbargo).- Año tras año, la evolución tecnológica referente a gráficos y resoluciones sigue avanzando, hasta llegar al punto de ofrecernos contenido mucho más realista con resoluciones que van más allá de lo que podamos llegar a experimentar en el día a día y así como podemos aspirar a gastar una gran cantidad de dinero para tener lo mejor de lo mejor con una RTX 4090, la realidad es que la mayoría de de las personas buscan una opción accesible que no esté tan alejada de un buen desempeño y que se mantenga relevante comparado con todas las opciones que podemos tener hoy en día.
Si bien una tarjeta gráfica RTX 3050 ya tiene poco más de un año en el mercado, se mantiene como una de las grandes opciones costo-beneficio para obtener un gran desempeño gráfico y al mismo tiempo hasta características de última generación como DirectX 11, DLSS o la misma tecnología de trazado de rayos a resolución mucho más bajas como lo puede ser 1080p, pero con la promesa de ofrecernos y sacar el mayor desempeño posible para jugar los mejores títulos de la actualidad con un gran desempeño.
En la parte de diseño, esta tarjeta gráfica es bastante ligera ya que la mayor parte del material que utiliza es plástico y eso es una gran noticia para los gabinetes, ya que las mayoría de las tarjetas con mayor potencial optan por un cuerpo de metal, haciendo que tengan un peso mayor y que sea un poco complicado el poder adaptarlas con facilidad a una tarjeta madre promedio. Además de que el tamaño de 20x10cm aproximadamente es el ideal para la mayoría de los gabinetes actuales. Todo esto combinado con los dos ventiladores que incluye la tarjeta la hacen un gran aliado para nuestra PC, ya que no solo tenemos un componente sencillo de instalar y que nos dará un buen rendimiento, sino también sabemos que las temperaturas de nuestro GPU no serán tan elevadas.
En cuanto al desempeño de la tarjeta, en esta ocasión pudimos experimentar el rendimiento de la misma con diferentes juegos, como Marvel’s Spider-Man, Control, Uncharted: Legacy of Thieves Collection y el más reciente Call of Duty: Modern Warfare 2 y cabe resaltar nuevamente el hecho de que podamos contar con tecnología RTX ya que principalmente nos dará muchos más detalles y efectos de luz a nivel gráfico, aunque enfocada en una resolución Full HD (1080p), sin embargo, al mismo tiempo gracias a la tecnología DLSS podemos aspirar a resoluciones de hasta 1440p, pero no solo eso, ya que la tasa de cuadros por segundo que nos ofrece es realmente buena, logrando un rendimiento mejor al promedio en la mayoría de los juegos y en la mayoría pasando la barrera de 70 cuadros por segundo y en juegos con menor exigencia llegando hasta arriba de 100, lo cual a nivel técnico es un verdadero logro.
De igual forma cabe mencionar que mientras más reciente sea el juego, mucho más exigente será a nivel técnico, por lo que puede que el rendimiento sea mucho mayor en algún título de hace 5 años o más, sin embargo, para un título de este año sea un rendimiento justo, pero decente. Al final del día, la mayoría de los jugadores soñamos con jugar todo en 4K y con todos los cuadros por segundo posibles, sin embargo, no siempre se podrá y tendremos que buscar las opciones que mejor se adapten a nuestras necesidades para brindarnos una buen experiencia y si bien tenemos una amplia variedad de tarjetas gráficas en el mercado que se pueden comparar desde serie 10 o 20 hasta la 30 y 40,
La realidad es que la RTX 3050 es una gran opción que se posiciona entre la serie anterior y la más nueva, por lo que todavía es bastante destacable su rendimiento y que nos ofrece las cualidades técnicas más importantes hoy en día como el RTX y el DLSS para aspirar a brindarnos un poco más de lo que nos puede ofrecer normalmente.