La primera dama decidió no acompañar al Presidente Donald Trump a un mitin de campaña el martes en Erie, Pensilvania, debido a una tos persistente después de haber contraído COVID-19, dijo su jefa de despacho Stephanie Grisham.
Por Darlene Superville
WASHINGTON (AP) — El regreso de Melania Trump a la campaña electoral de Estados Unidos deberá esperar.
La primera dama decidió no acompañar al Presidente Donald Trump a un mitin de campaña el martes en Erie, Pensilvania, debido a una tos persistente después de haber contraído COVID-19, dijo su jefa de despacho Stephanie Grisham.
Iba a ser su primera aparición pública desde que se recuperó del coronavirus y su primera vez en mítines en más de un año.
El anuncio de la primera dama sirvió como un recordatorio más para el presidente de que, por mucho que desee que el virus “desaparezca” -como ha dicho- sigue siendo una presencia poderosa en la vida cotidiana, incluida la suya.
Trump dijo el lunes que la gente está cansada de escuchar sobre el COVID-19. Más de 58 mil estadounidenses dan positivo por el virus cada día y más de 700 mueren diariamente a causa de la enfermedad.
Grisham agregó que la señora Trump sigue sintiéndose mejor cada día, pero que prefirió posponer el viaje “por precaución”.
La última vez que la primera dama apareció en público fue acompañando a su esposo al debate del 29 de septiembre en Cleveland entre Trump y el candidato presidencial demócrata Joe Biden. Ella y el Presidente dieron positivo al nuevo coronavirus dos días después.
La primera dama anunció la semana pasada que se recuperó de COVID-19, luego de que sufrió dolores de cabeza, dolores corporales y fatiga, y que su última prueba diagnóstica dio negativo. También reveló que el hijo de 14 años de la pareja, Barron, había contraído el virus, pero que nunca tuvo síntomas y que sus pruebas diagnósticas ahora dan negativo.
Se espera que la esposa del Presidente lo acompañe el jueves a Nashville, Tennessee, para su segundo y último debate contra Biden antes de las elecciones del 3 de noviembre.
El Presidente Trump pasó tres noches en un hospital militar en las afueras de Washington recibiendo tratamiento por la enfermedad. Fue dado de alta el 5 de octubre y volvió a hacer campaña activamente la semana pasada.
