El patriarca maronita, monseñor Bechara Rai, condenó desde Roma el atentado y pidió a los libaneses “unirse contra las fuerzas del mal para preservar el Líbano como modelo de coexistencia”, informaron medios locales.

El muftí del Líbano, el jeque Mohamed Rachid Qabani, afirmó que el atentado estuvo dirigido “contra todo el Líbano”, por lo que pidió a los libaneses “contención y calma para que la sangre de los mártires no haya sido derramada en vano”.

Al menos tres personas murieron, entre ellas el jefe de la inteligencia policial libanesa, el general Wisan Hasan, y más de cien resultaron heridas por la explosión ayer de un coche bomba en un céntrico barrio cristiano de Beirut.

“Tarde o temprano se hallará a los criminales”, agregó el líder suní, que recordó que Hasan había investigado previamente atentados a personalidades antisirias y “protegió la formula nacional para que el Líbano continúe siendo la patria de la equidad y la justicia”.

Por su parte, el ministro libanés del Interior, Maruan Charbel, explicó que Hasan estaba amenazado desde antes de que destapara la trama que involucraba al exministro libanés Michel Samaha, detenido en agosto pasado por presuntamente preparar atentados en el Líbano por orden de las autoridades sirias.

Charbel apuntó a la emisora La Voz del Líbano que había aconsejado al responsable de inteligencia que permaneciera en el extranjero y fuera prudente, ya que había informaciones “muy preocupantes” en lo referente a su seguridad. EFE