Ciudad de México, 20 de septiembre (SinEmbargo).– El Senador del Partido Acción Nacional (PAN), Francisco Búrquez Valenzuela, afirma que mientras no haya una ley de Reforma Urbana se repetirán las condiciones de construir conjuntos habitacionales en zonas prohibidas, y con ello seguirán las afectaciones por inundaciones de las personas que ahí viven.

El Presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano y Ordenación Territorial del Senado explica en entrevista a SinEmbargo que cada año 250 mil familias llegan a ocupar espacios habitacionales ubicados en zonas de riesgo, ya sea porque están al pie de una montaña, o atraviesan el cauce de ríos o arroyos, o se encuentran en humedales, expuestos a las inundaciones.

Afirma que actualmente 10 millones de mexicanos viven en zonas de riesgo.

Son familias de mexicanos que son presas de las garras de especuladores que forma parte de un mercado negro, el inmobiliario, con recursos que sólo pueden ser superados por los generados por el de la droga, afirma el sonorense.

Por ello pide una Comisión de la Verdad para averiguar quiénes están detrás de los permisos que reciben las inmobiliarias o desarrolladoras de proyectos, o de los líderes políticos que invaden tierras y no son molestados.

El legislador panista dice que una ley urbana no le quitaría a los municipios la facultad de dar permisos para construcción, pero sí contemplaría sanciones para quienes den permisos de construcción en zonas ilegales, y castigaría también con el cierre de la llave de los recursos federales y estatales, a quienes carezcan de planes de urbanización apegados a la norma.

“Con reglas y consecuencias y visión de largo plazo, y con base en eso que estén condicionados los recursos en los tres órdenes. Que si no están dadas las condiciones en la planeación no se permita que los recursos federales y estatales pasen a un municipio”, advierte.

Búrquez Valenzuela dice que urge que la ley sea aprobada, pero prevé que eso ocurrirá hasta el siguiente año, ya que ahora las bancadas están metidas en la aprobación de las reformas fiscal y energética, y el tema no es prioridad para el gobierno federal.

LA URGENCIA

–¿Por qué urge una ley urbana?

–Estamos pasando por unos desastres naturales increíbles donde hay pérdidas de vida y cuantiosos daños materiales inconvenientes para las personas y de 1980 a 2006 murieron más de 65 mil personas. No hay cifras muy certeras pero podemos decir que más de 10 millones de personas vive en zonas de peligros y los daños son cuantiosos. Sucede porque las ciudades no tienen una planeación, un orden, no hay consecuencias para las autoridades que no sigan un orden; cuando van a hacer asentamientos humanos no se respetan los arroyos, los ríos.

La naturaleza ya previó dónde deben ir los desagües naturales y ponemos ciudades donde no debemos de ponerlas y esto tiene efectos fuertes en la calidad de vida de la gente, no sólo cuando hay desastres naturales. Nuestra ley urbana de ordenamiento de territorio está en las cavernas, las ciudades están colapsando. La vulnerabilidad de las ciudades se muestra con cada evento de esta naturaleza, con una lluvia excesiva, vientos, y esto tiene consecuencias lamentables que vivimos en esta semana trágica.

–¿A qué atribuir que siga habiendo reincidencia? Hoy surgió una información de que en 1997 quien es el actual Gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, y entonces mandatario interino, se había comprometido a defender una zona natural donde ahora hay zonas hay zonas habitacionales, ¿por qué se reincide?

–Cada año 250 mil familias se asientan en terrenos irregulares, en zonas de peligro, el 60% de los trabajadores de este país no tienen acceso a un mercado formal de vivienda, al Infonavit, al Fovisste o a algún sistema bancario. Entonces el 60% de los trabajadores están en economía informal y son presas de los especuladores sin escrúpulos. Hay que señalar quiénes son los culpables, quiénes dieron permisos para estos daños cuantiosos, quién dio permiso o no aplicó la ley cuando se establecieron a la ribera de los ríos estas familias. Mientras no haya consecuencias, mientras no haya quién pague con pena corporal, aquel político que por cuestiones de negocio ha permitido que se asienten en lugares inadecuados esas familias, ya sea por omisión o por autorización directa, si no, entonces va a seguir ocurriendo lo que está sucediendo, caos urbano. Necesitamos hacer una comisión de la verdad que vea en los últimos años cada vez que ha ocurrido un desastre natural quién autorizó los asentamientos humanos.

–¿Es una responsabilidad de los gobiernos estatales?

–Es una responsabilidad de los gobiernos municipales. Son los que dan los derechos de uso de suelo. El gobierno estatal es responsable de aplicar la ley, cuando hay invasiones en zonas prohibidas y asentamientos, es responsabilidad del gobierno estatal y a través de los ministerios públicos y las procuradurías estatales y del DF, es una responsabilidad compartida, en algunos casos de los municipios, otras de los estados. Mientras no haya consecuencias para autoridades que han incumplido su función y en muchos casos hay razones económicas por verdaderos negocios inmobiliarios, se van a seguir suscitando estas situaciones. La reforma urbana que trabajamos en el Senado tiene consecuencias, obliga a la autoridad a aplicar la ley desde antes que sucedan los desastres naturales y previene. Pero pasa que para los políticos, para los partidos hay otras prioridades y 60 por ciento de la población vive en zonas urbanas y éstas se construyen con los pies, como dicen en el rancho.

–¿Cuáles sancionen proponen?

–La aprobación de la reforma urbana, de aquí para adelante, que ya no se sigan generando estos problemas, porque año con año son 250 mil viviendas irregulares e ilegales y muchos están en mano de estos violadores, de gente que ha hecho de estos asentamientos irregulares su modo de vida y de negocios, lucrando con la pobreza de la gente. La solución que veo es la reforma urbana y sí hace falta viendo que ocurren estas tragedias, nombrar una comisión de la verdad, ver de qué manera y sí necesitamos ir para atrás; es demasiado grande el problema. Se necesita hacer algo, con estos elementos naturales sólo se va a lograr mostrar la vulnerabilidad de las ciudades. Esto va a seguir pasando año con año. Es crónico este problema y tenemos que ver las cifras de la Comisión Nacional de Prevención de Desastres (Conapred), de 1980 a 2006 se registraron 75 mil muertes, poco más de 5 millones de personas resultaron heridas de desastres naturales, 347 viviendas destruidas, casi dos millones de viviendas con daños parciales.Llegó el momento y necesitamos que la reforma tenga prioridad. Que forme parte del Pacto por México, que sea prioridad del gobierno federal y de los gobiernos estatales y no esperar a que haya más muertes.

–¿Por qué hasta ahora se discutiría la Reforma Urbana? ¿Había desinterés de los políticos?

–Totalmente. No alcanzan a visualizar como si la manera en que se fueran construyendo las ciudades fuera normal, el mundo se está orientando a ser más sustentable, con menos automóviles, más orientado a la naturaleza al ser humano, y al transporte colectivo y menos tiempo que dedicar a los traslados, y a que en los barrios se cubran las necesidades de la gente. Este modelo que en el pasado se tenía se abandonó hace unos 50 años y hoy la realidad nos está rebasando. Una crisis en las zonas urbanas, donde viven 60 por ciento de la población, donde no hay planeación conjunta , cada municipio hace su propia planeación sin atender la realidad que son las urbes, una metrópoli, una ciudad formada por múltiples municipios, autoridades que no se hablan entre sí.

MERCADO INMOBILIARIO, NEGOCIAZO

–¿Hay mucha corrupción?

–Desde luego. Alrededor de la tierra hay grandes negocios. La visión de los gobiernos de por qué no tiene prioridad es porque los temas urbanos son de largo plazo y de visión y los gobiernos tienen visión de corto plazo, el presidente seis años, no les importa porque lo que invierten ahora lo van a ver en 10 ó 15 años. Hay un desprecio por el largo plazo

–¿Ve al mercado inmobiliario desordenado, desregulado?

–Es un mercado negro, el sector inmobiliario informal son invasiones, son líderes, son gente que está aliada con otra que tiene terrenos y los quieren vender al gobierno, son alianzas que hay con grupos políticos, y después de la droga es el mercado negro más grande de México. Tenemos que meter orden en la tierra, en su forma urbana y preservar este recurso tan valioso que se ha formado en los milenios y que debe ser sustentable.

–¿Las carreteras enfrentan una situación similar?

–Otra vez el corto plazo, sacarlas con malos proyectos, no se invierte en el proyecto, se hacen sin pensar que el río puede traer caudales mucho mayores, solamente se toma el caudal de los últimos 20 años cuando se deberían hacer cálculos ingenieriles para 500 años. Existen las tecnologías. No hay buena supervisión en los proyectos e improvisar es la regla.

–¿Qué tan avanzada va la redacción de la ley de reforma urbana?

–Muy avanzada, han participado la sociedad civil, urbanistas, desarrolladores, mucha gente con experiencia en temas ambientales, hidrológicos, tenemos gran número de expertos en México, pero nunca se les ha escuchado y hemos conformado un avance del 90 por ciento en las soluciones. La reforma urbana es una primera parte, de ahí se desprenden otras reformas que tienen que ver con agua, ambiental, logística leyes estatales, urbanas y rurales.

–¿Cómo será?

–Con reglas y consecuencias y visión de largo plazo, y con base en eso que estén condicionados los recursos en los tres órdenes. Que si no están dadas las condiciones en la planeación no se permita que los recursos federales y estatales pasen a un municipio.

–¿Se les castigaría en el bolsillo?

–Es así cuando entendemos.

–¿Por qué no se ha presentado la iniciativa?

–Aún no presentan la iniciativa, no tenemos el consenso necesario. Necesitamos que todas las fuerzas estén en sintonía, ahora no ha sido prioridad para el gobierno, por lo tanto su bancada no lo tiene como prioridad, por eso estamos trabajando con ellos en reforma fiscal, energética financiera; esperamos que sea prioridad.

–¿Ahora con los desastres de esta semana se han acercado?

–Ahora sí han mostrado interés, pero están ocupados con otras cosas y otra vez el corto plazo le gana al largo plazo. Nosotros estamos trabajando en el Congreso en la Cámara de Diputados y la de Senadores.