Kepler 138b, el planeta que podría ayudar a encontrar otra Tierra

20/06/2015 - 12:05 am
Gracias a las variaciones causadas por la gravedad se pudo medir la masa de Kepler 138b. Foto: Danielle Futselaar, SETI Institute
Gracias a las variaciones causadas por la gravedad se pudo medir la masa de Kepler 138b. Foto: Danielle Futselaar, SETI Institute

Ciudad de México, 20 de junio (SinEmbargo).- La búsqueda de un planeta que tenga condiciones para poder albergar vida es incesante. Sin Embargo, hasta ahora no ha aparecido el candidato ideal que reúna las características de nuestro planeta. Mientras tanto, lo que resta para los investigadores es seguir estudiando todos los mundos de otros sistemas solares, para entender la manera en la que la vida puede llegar a originarse en otros planetas que no sean la Tierra, y un exoplaneta puede ser la clave para comprender esto: Kepler 138b.

Es cierto, en la galaxia hay tal cantidad de planetas que, eventualmente, podría encontrarse uno similar a la Tierra. No obstante, los planetas realmente grandes son mucho más fáciles de detectar que aquellos del tamaño de nuestro mundo, por lo que nuestra visión de lo que hay alrededor de nuestro sistema solar está sesgada.

Los planetas más pequeños que la Tierra puede que sean el tipo más común de exoplanetas, pero –dado que estos son mucho más difíciles de detectar– no hay mucho que nosotros podamos estudiar a detalle”, dice Daniel Jontof-Hutter, astrónomo en la Universidad del Estado de Pennsylvania (Penn State).

De acuerdo con la revista Popular Science, ahora, por primera vez, el equipo de esta universidad estadounidense logró medir el tamaño y la masa de un planeta que en realidad es 10 veces más pequeño que la Tierra, lo cual representa todo un logro, ya que hasta ahora, el planeta más pequeño que había sido pesado era casi dos veces más masivo que nuestro planeta.

Puede haber miles de planetas como la Tierra, pero por su tamaño, es más sencillo encontrar otros de mayor volumen. Foto: Wikimedia Commons
Puede haber miles de planetas como la Tierra, pero por su tamaño, es más sencillo encontrar otros de mayor volumen. Foto: Wikimedia Commons

Ubicado a 200 años luz de distancia, Kepler 138b es un pequeño horno caliente. Los científicos lo localizaron luego de verlo eclipsar su estrella, y la pequeña sombra que creó, reveló que era del tamaño de Marte. Ahora, gracias a las nuevas medidas de masa, con la que los investigadores calcularon la densidad de Kepler 138b, se sabe que el planeta no es gaseoso o helado o metálico, sino rocoso como el nuestro.

La manera típica para medir la masa de un planeta es observar qué tanto de la gravedad del mundo hace “bambolear” a su estrella. Sin embargo, dado que los planetas pequeños tienen menos gravedad el bamboleo que inducen estos en sus estrellas es minúsculo. Así que, para obtener la masa de 138b, el equipo de Jontof-Hutter midió, en su lugar, la manera en la que la gravedad de este planeta afectaba las órbitas de sus planetas vecinos.

“Cada planeta se acelera y desacelera ligeramente debido a la gravedad de sus vecinos”, explica Jontof-Hutter. Así que el golpe de gravedad proveniente de Kepler 138b cambió la longitud de las órbitas de sus vecinos muy ligeramente. Así, mediante este cambio en el tiempo, se pudo saber que Kepler 138b pesa alrededor del 7 por ciento de la masa de la Tierra.

Este método para medir masa no es nuevo, pero sólo funciona en ciertos sistemas solares como Kepler 138, en donde múltiples planetas se encuentran orbitando cerca del sol y en donde hay gran cantidad de datos para analizar y comparar.

Por otra parte el hecho de que los científicos hayan medido la masa de este muy lejano y pequeño planeta es increíble. Si los científicos pueden estudiar más de estos exoplanetas de igual o menor tamaño que la Tierra, nos dirá que tan único (o no) nuestro sistema solar es. Y eso tiene implicaciones para nuestras posibilidades de encontrar vida en otra parte de la galaxia.

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